Lecciones de estilo que puedes aprender de Jacqueline De Ribes

18 / 11 / 2015
POR Marisa Fatás

Jacqueline de Ribes: The Art of Style se inaugura hoy en el Museo Metropolitan de Nueva York. Pero ¿Por qué dedican una exposición de tal envergadura a esta aristócrata?

Jaqueline de Ribes (Richard Avedon)

Jacqueline de Ribes (Richard Avedon)

Jacqueline de Ribes fue en una sola vida aristócrata, diseñadora, musa e icono de estilo. Esta condesa, conocida como «La última reina de París» gracias a su amigo Valentino, poseía solo dos vestidos cuando se casó con el conde Édouard de Ribes en 1948. Sin embargo, su elegancia natural, su forma de entender la moda y su particular físico pronto sedujeron a personajes como Yves Saint Laurent, diseñador que se refería a ella como «unicornio de marfil» o escritores como Truman Capote,  quien la consideró uno de sus «cisnes».

Jaqueline de Ribes

Jacqueline de Ribes

Pero ¿Qué tiene de especial esta parisina? Una de sus virtudes más destacadas fue la persistencia y el empeño en conseguir sus sueños. A pesar de que la familia de su marido no se lo puso fácil, luchó por ser algo más que «la mujer de» o una aristócrata adinerada. Sus habilidades sociales y su atractivo le proporcionaron buenas y profundas amistades que le ayudaron a dar sus primeros pasos como diseñadora y empresaria.

Jacqueline de Ribes and Raymundo de Larrain by Richard Avedon

Jacqueline de Ribes and Raymundo de Larrain by Richard Avedon

Con 86 años, Jacqueline puede presumir de haber sido una diseñadora de éxito, manejar una compañía de ballet y ser productora de televisión. Está claro que su largo cuello y su expresión de reina hicieron mucho por convertirla en el icono que es hoy pero también lo es que ella supo jugar las buenas cartas que le habían tocado. Le gustaba ser el centro de atención y cultivó todas sus habilidades. Como Isabel Preysler, sabía que llegar tarde a un encuentro era siempre una apuesta acertada. Se dice que para una fiesta de disfraces en 1959, a la que asistieron invitados como la duqesa de Windsor y Oscar de la Renta, no llegó hasta el postre. El propio diseñador declaraba a Vanity Fair que su entrada triunfal fue, como un espectáculo, al aparecer con un vestido de alta costura que ella misma se había atrevido a costumizar personalmente.

Jaqueline de Ribes con Elizabeth Taylor

Jacqueline de Ribes con Elizabeth Taylor

Según ella había que vestir de forma, o muy loca, o muy estricta, pero nunca de una manera ‘insulsa’. Le gustaba ir de fiesta, de día y de noche, y para cada ocasión buscaba e; mejor modo de afirmar su individualidad. Como dice Harold Coda, comisario de la exposición, para ella, la elección de su vestuario era «como ua especie de arte, una performance«.

Jaqueline de Ribes

Jacqueline de Ribes

La década de los 90 no fue la mejor para la condesa. Los problemas de salud le obligaron a dejar de lado toda implicación con el mundo de la moda pero, a pesar de estar retirada de la mirada pública, la admiración que despertó fue tal, que la propia industria poco a poco le ha hecho volver al punto de mira. El primero fue Jean Paul Gaultier, quien en 1999 le dedicó la colección de alta costura Divine Jacqueline. Casi 10 años después recibió recibió la Legión de Honor de manos de Sarkozy y ahora su figura y su estilo se muestran al mundo como un modelo inspirador a seguir.

 

Jacqueline de Ribes: The Art of Style podrá visitarse del 19 de noviembre de 2015 al 21 de febrero de 2016 en The Costume Institute, the Metropolitan Museum of Art.