Notas de té negro, peonía, pomelo, grosella y rosa turca. Un aroma que recoge la esencia de la actriz y su amor por Nueva York.
La actriz Chloë Sevigny lanza su primera fragancia Little Flower, de la mano de los perfumistas Régime des Fleurs. Un perfume que reivindica el olor favorito de la artista: la rosa, con un giro inesperado moderno y único como ella.
Esta colaboración no sorprendió a nadie, ya que la amistad entre Sevigny y el dúo Ezra Woods y Alia Raza se remonta a años atrás. Su primer trabajo en colaboración fue en 2015 cuando la contrataron para recitar un poema en honor a Teresa de Lisieux, quien fue una monja francesa de finales del siglo XIX, a quien se referían como “pequeña flor” y finalmente se convirtió en la patrona católica de las flores. La inspiración para la fragancia y su nombre parte de ella, y de la ciudad de Nueva York, ya que busca crear la sensación de pertenencia y de frescura aún después de horas en el metro y caminando por largas avenidas.
Como buena aficionada a la fragancia de rosas y una apasionada por lo que hace, Chloë se vio involucrada en cada aspecto de la creación del perfume, desde el diseño de la botella y la campaña publicitaria, hasta pasar año y medio oliendo más de 30 aromas durante las pruebas. El resultado fue un jugoso aroma creado con grosellas negras, peonía, pomelo, notas de té negro y, por supuesto, una generosa cantidad de rosa turca.
Para la actriz, un perfume puede crear lazos a las personas, es decir, va más allá de oler bien, sino que trasciende a la belleza. Su amor por las fragancias se desarrolla aún más al darse cuenta que es el sentido que se liga directamente con la memoria.
La fragancia pretende ser fresca y revitalizadora, hacer sentir sensual y poderosa a quien la use. Partiendo del aroma a rosa clásica, busca recrearse en una versión completamente nueva, llegando a la exuberancia y fuerza que tanto destaca en la esencia.
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