Miranda Makaroff loves Desigual

13 / 12 / 2019
POR Peña Fernández

La diseñadora homenajea el poder femenino y la libertad a través de la figura de Eva, la primera mujer, con su colección cápsula para la firma catalana.

Fiel a su carácter disruptivo, Desigual aterrizó en Miami para presentar sus propuestas para el año 2020, fuera del circuito de las semanas de la moda, en el festival de arte Art Basel bajo el título “Love different”.

La performance, dirigida por Carlota Guerrero y con la participación de Lourdes León, que llevó a una multitud heterogénea (sexos, razas, tipos de cuerpo, edades…) a besarse y despojarse de sus indumentarias diseñadas por la firma catalana, acaparó la atención de todos y sus imágenes se propagaron rápidamente por la redes.

Sin embargo, no fue menos espectacular la presentación de los diseños de tejios 100% biológicos realizados por la polifacética y alma creativa Miranda Makaroff en el Hotel Nautilus by Arlo. El tema central de la colección cápsula que lleva por nombre “avE” (Eva al revés) es la feminidad y la sexualidad, cuyos estampados y formas reflejan claramente la mano artística de la catalana. Es un homenaje a la primera mujer, a la que, según la diseñadora, debemos estarle agradecidos por descrubrir el placer y no culparla por pecadora como siempre se nos ha enseñado.

Para una ocasión tan especial, la pamplemousse, obra realizada por Miranda y ya exhibida en la Galería Mirat, ha tomado un lugar privilegiado en el hotel, ya que además de a la creadora comparte significado. Esta vagina gigante es una puerta al universo de la artista que contiene una escultura representando a una orgía de mujeres y prendas de la colección por el aire.

 

La ecuación Makaroff-Desigual es una fórmula perfecta que coincide en la libertad artística y la explosión de color como reflejo de una filosofía de vida semejante que abraza la idea de ser uno mismo esquivando las imposiciones sociales, de la libertad a la hora de amar, del poder femenino. El resultado son prendas diseñadas ajenas a las normas que dictan las temporadas y que mantienen el color pase lo que pase, arrancando pensamientos positivos a quien las lleva y las observa.