#SANGREFRESCA: La división racial bajo la lupa de Charlie McCosker

20 / 06 / 2018
POR Anna Pardo

Mezcla única de estampados, patrones reinventados y la fusión perfecta entre tradición y modernidad caracterizan el debut de esta joven diseñadora sudafricana.

Charlie McCosker es uno de los nombres de la moda emergente del momento. Graduada en la prestigiosa escuela londinense Central St. Martins presenta su colección en solitario  «Birds don’t float». La primera propuesta de la diseñadora habla sobre la división racial de su país natal, Sudáfrica. Además, cuenta con raíces irlandesas. Por lo tanto, McCosker esconde una mezcla de culturas que la convierten en una creadora llena de potentes influencias que podemos observar con facilidad en el resultado de su colección debut. Sus pasos iniciales en el mundo de la moda son de altura; ha colaborado en los estudios Palomo Spain y Charles Jeffrey. Poco más que añadir es necesario para presentar a una diseñadora que emana talento en cada detalle y que dedica una entrevista a nuestra sección #SANGREFRESCA para deleitarnos con su visión contemporánea sobre el mundo de la moda.

Has estudiado en una de las academias pioneras de diseño en una ciudad tan impactante como Londres, ¿cómo ha sido tu experiencia como estudiante de moda en Central Saint Martins?

Estudiar en Central St. Martins es una experiencia sin igual. Alta intensidad, presión y competencia pero también mucho entusiasmo. El enfoque tan completo sorbre la creatividad es lo que hace de CSM un lugar tan especial e importante en términos de diseño. También es una locura ver cómo tu todavía estás en la escuela y tus compañeros de clase visten a Rihanna o Solange Knowles. Londres es una ciudad increíble en la que vivir si eres una persona creativa. He experimentado altos y bajos momentos estando aquí. Pero gracias a éstos he crecido rápidamente.

¿Has tenido siempre claro que la moda era tu destino?

Me encanta el diseño y la producción de ropa, y sigo siendo una apasionada de la moda. Quiero fundar mi firma en este mundo tan loco y sé que no es fácil. Siento que la colección Birds don’t float es mi trabajo más personal hasta la fecha, pero todavía no conozco la combinación de emociones e ideas exacta que me llevaron a crear estas piezas. Simplemente tenía el presentimiento de que la colección saldría bien.

No es una pregunta fácil pero ¿cómo describirías tu estilo con 3 palabras?

Ruidoso, brillante y con lentejuelas.

El panorama de la moda está viviendo un momento repleto de contrastes, ¿qué opinas de que haya tanta variedad en el mercado?

Las voces y las opiniones siempre han estado ahí; cada generación, grupo e idea tiene sus pioneros. Sin embargo, ahora debido a las redes sociales es muy fácil mostrar tus ideas y trabajos al gran público sin tener base en Londres o Nueva York. Todo es más abierto. Ahora tenemos la oportunidad de trabajar en la industria y, por lo tanto, existe un gran volumen de talento y de conceptos relevantes.

Tu experiencia con Palomo debe de estar llena de anécdotas, ¿destacarías alguna en particular?

María Luisa, la costurera principal de Palomo, solo permite que se ponga música flamenca en el estudio. Producen en una hermosa y antigua galería de arte en Posadas, por lo que todos están bailando y cantando mientras trabajan. Me encantó la esencia andaluza que se vive en el estudio.

¿Qué diferencias encuentras, a nivel diseño y moda, entre Londres y Madrid?

Londres siempre destacará por su rebeldía y extrema estética cuando se trata de moda. Todo el mundo viene a Londres sabiendo que va a encajar en una ciudad tan multicultural. La urbe vive un desafío constante y cambia su diseño constantemente. Madrid también es muy importante en este momento para la moda y para el mundo del diseño. La capital española vive un movimiento pionero de personas llenas de energía y orgullo por su trabajo, la moda. Daniel de Valle y Jesús Díaz Franco son un símbolo para mí, personas que necesitan crear para ser ellos mismos. Es por eso que Madrid es tan importante hoy en día; la gente grita y el mundo escucha.

 

Con “Birds don’t float” tratas la idea de la división racial, ¿de dónde viene el nombre?

Encontré una imagen de una joven blanca con su padre en su comunidad privada de Johannesburgo, Sudáfrica, filmada por Adam Broomberg y Oliver Chanarin. La joven pregunta qué sucedía con los pájaros cuando van a descansar en la cerca de alambre eléctrico que rodea su casa y su padre respondió que los pájaros no pueden electrocutarse porque tienen pies especiales. Esta declaración me hizo pensar en la actitud racial en Sudáfrica. La pobreza y el miedo generan una actitud contraria hacia los sudafricanos negros que configura una división cruel en la sociedad. La mayoría de negros sudafricanos aún viven en una pobreza preocupante, mientras que los blancos tienen dinero y seguridad, aunque ambas razas son, por supuesto, iguales.

Eres de ascendencia sudafricana e irlandesa, ¿De qué forma tus orígenes raciales han influido en tus diseños?

Provengo de dos culturas opuestas que son muy ricas en su historia; buenas y malas, ricas y pobres. Este patrimonio es mi maquillaje, siempre me inspirará para crear mis diseños, ya que puedo relacionarme con las situaciones y problemas que están ocurriendo a mi alrededor y que me afectan.

Nos encantaría conocer cuál ha sido el proceso creativo que has seguido en tu primera aventura en solitario.

Comencé inspirándome en las formas y estilos de las fotografías que me influenciaron y luego jugué con todo ello en el maniquí, creando muchos elementos que me ayudaron a entender y adaptar las siluetas a las personas. Quería que esta colección también fuera sexy y creo que eso se consigue cuando eres tú quien llevas la prenda y no es la prenda la que te lleva a ti.

Los estampados son vibrantes y llamativos, ¿qué te ha llevado a crear una colección tan vital?

Sudáfrica me inspiró sobre todo para la creación de los estampados y de las capas, ya que son una parte esencial de la moda del país. Sabía que quería combinar prints diferentes y tipos de tela diversos en cada look, creando variedad. El juego con las capas y las superposiciones resulta sexy e inteligente, tienes que pensar en ello para mantener tu forma y cuerpo claros incluso debajo de ellas.

¿Qué materiales has utilizado para la confección de las prendas?

Los materiales de mi colección tienen una bonita historia detrás. Muchas de las telas fueron, en realidad, adquiridas por un amigo de mi abuela en la Sudáfrica de los años 60. He usado denim con estampados, prints de estilo africano Queen’s silver jubilee cottages, neopreno floral y punto en jersey de tartán. Para mí, el resultado del juego de telas en «Birds don’t float» es perfecto.

Las fotografías de la colección son preciosas, ¿cómo has logrado emitir la esencia de las prendas a través de imágenes?

He trabajado con mi gran amigo, Johan Zoo, en la creación de las imágenes de lookbook. Si hay algo que tenía claro es que que quería realizar el shooting en el campo con caballos, creando un ambiente elegante y hermoso. El trabajo de Johan tiene una actitud y una estética muy punk. A Zoo no le importa lo qué piensa de él la sociedad y yo quería que ese sentimiento se trasmitiera en las fotos. Johan ha trabajado junto a Alex Colley para la realización de las imágenes.

¿En un futuro te gustaría seguir con tu propia firma o prefieres colaborar con otros diseñadores de renombre?


Actualmente sólo tengo 19 años, sé que todavía tengo mucho que decidir sobre el futuro de mi camino. Sin embargo, mi sueño es hacer de ‘Charlie McCosker’ una verdadera marca, pudiendo lograr muchas colaboraciones y disfrutar de los errores en el camino.




Créditos:
Fotografía: Johan Zoo & Alex Colley
Dirección: Charlie McCosker
Modelo: Esther Adeniyi