El segundo disco de la artista barcelonesa bajo el sello Hidden Track Records despliega un pop brillante y confesional, en el que la vulnerabilidad se convierte en fuerza al seguir el pulso de lo que dicta el cuerpo más que la razón.
Tras presentarse en 2020 con el EP ‘Brains’ y consolidar su universo sonoro en ‘Uncertainty’, Carlota Flâneur publica el 16 de septiembre ‘What my body wants’, su nuevo álbum con Hidden Track Records. La producción de Emili Bosch eleva sus canciones a un plano rítmico y melódico en el que lo íntimo y lo visceral encuentran un delicado equilibrio.
El disco reúne nueve cortes —diez en su edición física, que incluye la pista oculta ‘Relate’— y se mueve entre claroscuros emocionales. En temas como ‘Watery eyes’, ‘Acting wisely’ o ‘Trust’, la voz de Carlota habita un lugar de vulnerabilidad que rehúye la lógica para entregarse a la experiencia inmediata. El propio título, ‘What my body wants’, resume esta búsqueda: escuchar lo que dicta el cuerpo, aunque la mente intente imponer un juicio.
La arquitectura musical del álbum combina patrones rítmicos ingeniosos con arreglos minuciosos que acarician la melodía sin recargarla. Esa precisión —perceptible en la calidez de los sintetizadores, en la respiración de las guitarras y en la cercanía de la voz— se traduce en un pop que brilla sin estridencias y que revela capas con cada escucha.
Con este lanzamiento, Carlota Flâneur reafirma una personalidad inconfundible: la de una compositora capaz de convertir lo íntimo en lenguaje común y de unir luz y sombra en canciones de estribillos memorables. La dirección de arte de Coure y las fotografías de Silvia Poch completan un universo visual que acompasa la franqueza del relato musical.
‘What my body wants’ es, ante todo, una invitación a suspender el juicio y atender a la emoción: un álbum redondo que confirma el crecimiento de una artista que no teme mirar de frente aquello que siente.
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