Amalia Ulman se metió en la piel de una it girl autoindulgente, despreocupada y gustosa de exhibir en instagram una vida de lujos y placeres «superficiales» que le llevaron a una deprimente autodestrucción. Sin embargo, poco a poco consiguió salir del pozo adoptando un modo de vida al estilo propuesto por GOOP, la web de Gwyneth Paltrow.
Muchos han criticado esta performance o, simplemente, no la han entendido. Mostrar una vida ficticia y construir una imagen digital es lo que hace mucha gente en redes. Si comienzas a seguir a Amalia sin conocer sus intenciones, no eres consciente de la fábula que sólo es identificada como tal en una foto que colgó, «Part 1» y que era la que daba comienzo a la serie.
El objetivo de esta artista de origen argentino es evidenciar el narcisismo imperante de las redes sociales y explorar distintas ideas sobre el artificio de la feminidad. Así lo afirmó hace unos días en una entrevista en Telegraph: “Quiero demostrar que la feminidad es una construcción y no algo biológico o inherente a la mujer». Algo así como «no se nace mujer se llega a serlo 2.0».
Ahora su trabajo será incluido en Performing for the Camera, una de las próximas exposiciones colectivas del Tate Modern y que podrá visitarde del 18 de febrero al 12 de junio.