Ana de Pombo, la española que fue mano derecha de Gabrielle Chanel

25 / 09 / 2020
POR María Leache

También diseñadora de Maison Paquin, bailarina, relaciones públicas  y decoradora. Recordamos las múltiples facetas de una de las españolas más destacadas entre la élite social de los años treinta.

Ana de Pombo vestida de Chanel. Fotografía de George Hoyningen-Huene.

A lo largo de los años, el nombre de muchos creadores españoles ha sido olvidado y desconocemos cuál fue su papel en la historia, así como la relevancia de sus obras y su carrera profesional. Ana de Pombo, también conocida como Madame de Pombo, es un ejemplo de ello. Y es que, siendo una de las mujeres más célebres de mediados del siglo XX, su leyenda se ha visto ensombrecida por sus renombradas amistades y los círculos sociales a los que pertenecía. Su talento, pasión y capacidad para reinventarse hicieron de ella una mujer que experimentó la creatividad en todos los formatos: moda, danza y decoración. Sin embargo, su faceta profesional y todos sus éxitos han ido desapareciendo con los años y, hoy en día, mucha gente los ignora.

Estas son las claves para descubrir a esta figura tan inspiradora como desconocida. 

 

· La loca, la tonta, la saltimbanqui ·

Así es como Ana de Pombo se definía a sí misma en una de las poesías que recopila su libro ’37 poemas’. De origen cántabro, Ana Caller de Donosteve era hija de un irlandés asentado en Cantabria y una mujer terrateniente de buen linaje. Propia de una familia nobiliaria y con recursos, su educación estuvo a cargo de una institutriz irlandesa. Durante su infancia, Ana ya demostraba cierto punto de locura y fantasía que provocaba la incomprensión de sus padres y que le sirvió para cometer varias excentricidades como escaparse con un circo. 

 

· Cayo Pombo Ibarra, su primer marido ·

La diseñadora se casó en 1916 con Cayo Pombo Ibarra, un hombre veinte años mayor que ella y que pertenecía a una de las familias más ilustres de la sociedad española de la época. Tuvieron dos hijos, Álvaro y Cayo, y juntos se mudaron a Francia en busca de sanatorios en los que pudiesen curar la enfermedad que él padecía. Aunque el matrimonio nunca pareció entenderse muy bien, su apellido le permitió alcanzar una posición privilegiada en la aristocracia de la época, y llegar a codearse con las infantas y reinas del norte de España. Sin embargo, a finales de los años veinte, decidieron separarse y formalizar el primer divorcio señalado de la alta sociedad española.

Ilustración de Ana de Pombo en París por Bérard,  en 1937. Imagen vía @lola.gavarron.

· Elviana y su inicio en la costura ·

Tras su separación, se instaló en París, donde contó con la ayuda de algunas de sus grandes amistades como el infante don Carlos de Borbón y su mujer Luisa de Orléans. En 1930, decidió crear su primer negocio de costura, la Maison Elviana, cuya denominación proviene de un acrónimo entre el nombre de su hermana, Elvira, y el suyo propio. En su propia casa de costura, Ana ejercía tanto de diseñadora como de relaciones públicas. Desde su origen, Elviana contó con importantes adeptos como la reina Victoria Eugenia o Elizabeth Miral. Gracias a su distinguida clientela y a la influencia que tenía en las reuniones sociales, Ana fue consiguiendo poco a poco una posición destacada en la alta costura de París. 

 

· Mano derecha de Coco Chanel ·

Su rápido éxito hizo que el conde Koutosoff, director de publicidad de Coco Chanel, quisiese ficharla como relaciones públicas. Ana decidió aceptar la oferta y cerró las puertas de Elviana a los pocos meses de abrir. En un primer momento, su rol iba a consistir en moverse por la alta sociedad en nombre de la marca, tratando de captar a las personalidades más señaladas de París. Sin embargo, cuando la propia Chanel la conoció, pasó a convertirse en su secretaria particular, siendo su mano derecha durante los siguientes diez años. Y es que, ambas tenían una concepción muy similar de la moda, considerándola como algo sencillo, funcional y al servicio de la liberación femenina. 

Su afinidad con la diseñadora hizo que se trasladarse a Biarritz, donde dirigió el salón que Chanel había abierto allí y siguió publicitando la firma a través de eventos y acontecimientos sociales, así como de revistas de moda como L’Officiel de la Couture et le Mode o Vogue Paris. Finalmente, como consecuencia de su mala relación con el amante y colaborador de Chanel, Paul Iribe, decidió dejar la casa en 1934.

 

· Maison Paquin, su mayor gloria en la costura ·

Tras colaborar con Lucien Lelong, con quien no logró congeniar por su, radicalmente opuesta, concepción sobre la moda, en 1935, Ana de Pombo pasó a formar parte de la Maison Paquin. En un momento en el que era considerada con una de las casa más legendarias de la alta costura francesa, Ana diseño un vestido que alcanzo tal éxito que se le otorgó la dirección de todas las sedes de Paquin, tanto en París como en Londres y Buenos Aires. Adecuando la imagen de la casa a su estilo, la diseñadora causó un auténtica revolución en la firma, sobre todo a través de su trabajo con la peletería. Además, España era inspiración constante temporada tras temporada y las mantillas, peinetas, volantes y el encaje formaron parte de los códigos estéticos de cada uno de sus diseños.

Diseños de Ana de Pombo para la casa Paquin. Imágenes del archivo del V&A de Londres.

 

· Ana de España ·

Durante su periodo en la casa francesa, Ana de Pombo retomó la pasión por la música que le había acompañado desde niña y comenzó a organizar espectáculos, a modo de fiestas privadas, en los que bailaba. Tras sus primeras puestas en escena, la diseñadora pasó a ser también bailarina y empezó una carrera artística que le permitió actuar en importantes teatros por todo el mundo bajo el pseudónimo de Ana de España. Así, añadió las castañuelas y trajes regionales a los tejidos y tijeras de su labor en la Maison Paquin, acercando la cultura española a la moda de París.

Ana de Pombo en uno de sus espectáculos de danza, 1939.

 

· El fracaso de su propia casa de costura ·

Con la llegada de la II Guerra Mundial, una gran parte de las casa de alta costura parisinas vieron reducido su volumen de negocio, siendo muchas las que tuvieron que cerrar. Maison Paquin resistió abierta, pero Ana de Pombo salió de ella en 1941. Un año después, abría en París una nueva casa homónima a su nombre que, además, contaba con una sede en Madrid. Este nuevo negocio no alcanzó el éxito esperado y en 1944 se vio obligada a cerrar sus puertas. No siendo suficiente desdicha, la diseñadora fue acusada de utilizar su sede madrileña para ofrecer información a los nazis. Motivo por el que pasó varios días en prisión. 

 

· Una etapa de cambios tras dejar París ·

Años después, decidió cruzar el charco para abrir una casa de costura, independiente de la rama de Paquin, en Argentina. Allí, siguió cosechando una exitosa carrera en el mundo de la moda que le permitió trabajar con personalidades como Eva Duarte de Perón, a quien diseñó parte del vestuario que utilizaría en su gira europea. Sin embargo, su periodo bonaerense fue bastante corto, ya que conoció a su tercer marido, el decorador Pablo Olivera, con quien regresó a Madrid. Junto a él emprendió varios negocios como la creación de Tebas, una de las primeras tiendas de antigüedades de la capital, con la que exploró su faceta como decoradora. Tras cerrar sus puertas, se instaló en Marbella, donde abrió un nuevo salón en el que elaboraba elegantes sombreros con materiales de lo más variopintos. En la ciudad malagueña Ana de Pombo volvió a brillar acompañada de los personajes internacionales más importante del mundo de la moda, el arte y la música.