“Animales”, una historia de amistad, excesos y nuevas maneras de entender la feminidad

29 / 12 / 2016
POR Jaime Martínez

La escritora Emma Jane Unsworth nos cuenta todos los detalles de su novela, un relato de alcohol y drogas con el que reflexionar sobre la amistad y los cambios vitales.

 

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Después de ser alabada por publicaciones como “The Guardian” o “The New York Times”, llega a nuestras librerías “Animales”, la segunda novela de Emma Jane Unsworth.

Entre citas a Yeats y Alexander Pope, y veladas psicotrópicas repletas de botellas de vino, “Animales” cuenta la historia de Tyler y Laura, una pareja de amigas que rondan ya los 30 años. Viviendo sumergidas en el esplendor de sus particulares días de vino y rosas, verán como la firmeza de su amistad comienza a tambalearse ante las diferentes maneras de afrontar esta etapa de cambios en la que se encuentran.

Cuestionando los modelos tradicionales de feminidad, Emma Jane Unsworth elabora un embriagador relato del que exhalan problemáticas de índole social y humano que van más allá de la distinción de sexos. La madurez, la amistad, la adicción, la manera de relacionarnos o el miedo a la soledad, son tan solo algunas de las cuestiones que aparecen reflejadas en este vibrante manual de desequilibrios y contradicciones.

Para conocer en profundidad a esta pareja de alocadas amigas, y debatir sobre los temas más controvertidos de su novela, hablamos con la escritora.

 

¿Qué tipo de animales somos?

Lo somos de todas clases. Por ejemplo yo hoy me siento una perezosa, que es domingo.

 

Las protagonistas del libro practican sexo, ven porno, salen de fiesta, se masturban, beben, consumen drogas… ¿Es este el paradigma de la nueva feminidad?

Ojalá, porque suena bien, ¿no? (risas). Desgraciadamente todavía se espera de nosotras que nos veamos guapas a todas horas, tengamos muchos hijos y cobremos menos dinero por nuestro trabajo.

 

“Animales” recoge ese momento fugaz de cambio en el que se pasa de la inmadurez propia de la juventud, a la sensatez consciente. ¿Es posible dejar la adolescencia?

No lo creo, al menos no del todo. Según mi experiencia, hay cosas que nos suceden durante la adolescencia que sirven para conformar el carácter de una persona. También creo que es cada vez más difícil poder “crecer”, en el sentido tradicional del termino. Me refiero a poder comprar una casa, independizarse y crear una familia. Son conceptos caros de conseguir hoy en día, por eso muchos de nosotros no sentimos que nuestras vidas hayan sufrido muchos cambios entre el final de la adolescencia y la entrada en la barrera de los treinta.

 

Laura y Tyler, las protagonistas del libro, resultan el reflejo de esas dos partes que todos llevamos dentro, la egoísta e independiente, frente a la que lucha por encajar entre la sociedad. ¿A favor de la integración o de la marginalidad?

Creo que las dos cosas tienen su atractivo. Adaptarse puede resultar reconfortante y tranquilizador, pero también tiene su punto divertido ser una persona solitaria, poder mirar a la sociedad desde fuera.

Lo que me gusta de Tyler es que va contra todo, y realmente detesta las normas sociales. Es extrema, pero tiene una perspectiva crítica muy interesante. Constantemente se pregunta “¿Por qué debería yo…?”. No quiere ni adaptarse, ni comportarse según las reglas, por eso fue tan divertido escribir sobre ella.

Soy una persona que probablemente haya pasado demasiado tiempo de su vida tratando de comportarse, y Tyler me ha dado la oportunidad de sacar mi parte salvaje, mi lado más negro.

 

Son numerosas las citas y alusiones a Joyce, Kierkegaard, Dorothy Parker y, sobre todo, a Yeats. ¿Una mujer de clásicos?

¡Por supuesto! Algunas de las citas de los autores que mencionas son de mis favoritas, y quería compartirlas en el libro. Dado que el personaje de Laura es escritora y anda tratando de perfeccionar su trabajo, le venía muy bien al personaje el estar reflexionando sobre todas esas pequeñas joyas de la literatura.

A menudo he tratado de capturar mis sentimientos y expresarlos de manera similar a la de estos genios, pero el hecho es que nunca he conseguido hacerlo tan bien como lo hacían algunos de estos grandes escritores. Así que me dije que mejor citarlos, y dedicarse a hacer otras cosas en las que resultar más original.

 

Como decía Alexander Pope, “Saber poco es muy peligroso”. ¿Vivimos en ese tiempo?

Parece que en parte sí. Por lo menos es cierto en el caso de Donald Trump y los idiotas que instigaron el Brexit. Saben manejarse muy bien con la demagogia y como conseguir el poder, gestionar el miedo y enfrentar a la gente. Pero sobre generosidad, tolerancia o respeto no saben nada. El miedo parece ser un recurso muy popular entre los idiotas.

 

Una de mis citas favoritas del libro también es de Yeats, “Fue el propio sueño el que me encantó”. ¿Nos enamoramos de los sueños y morimos con la realidad?

Creo que los románticos sí. Y Laura es una romántica. Tiene una visión ideal de lo que el matrimonio con Jim podría ser, así en abstracto, pero según la idea se va haciendo real el “crack” es cada vez más evidente. Le sucede lo mismo con la escritura. Quiere escribir, pero está más enamorada con la idea de escribir una novela que con la realidad y el trabajo que conlleva hacerla. En un determinado momento habla sobre “todos esos falsos comienzos”, y en realidad en eso mismo consiste su vida, en una serie de perfectos “falsos comienzos”. Nunca ha perseguido de verdad nada o terminado nada, porque no le interesa el trabajo duro que hace falta para acometer cualquier proyecto.

 

Parece que en la vida vagamos de unos estereotipos a otros, ¿somos tan originales y únicos como nos gusta pensar, o la originalidad del “yo” es una invención romántica?

Creo que todos pensamos que somos originales cuando estamos borrachos o drogados, al menos ese es mi caso… (risas). De ahí probablemente es de donde vengan también los poetas. Había un montón de autoproclamados genios en aquellos antros de opio. Los filósofos de bar de la época. Mientras sea entretenida, creo que esta bien la ilusión.

 

Nada de chistes sobre penes. Define el amor.

El amor es sentirse calentita por dentro y unida al mundo. O quizás es el MDMA. Siempre confundo ambas cosas.

 

Leí una vez que únicamente somos capaces de amar de una manera egoísta. ¿Es el egocentrismo la nueva religión del siglo XXI?

No estoy segura, pero estoy muy interesada en reflexionar sobre esa idea. Gran parte del libro trata de explorar lo que es el amor, el hogar, el deseo y la manera de conectar los unos con los otros. Para Laura el amor es eso, conectar, o por utilizar otra palabra, es afinidad. ¿Es eso egoísmo?¿Está sirviéndose a sí misma, o tratando de compartir algo? Cada uno tendrá que construir su propia opinión.

 

Hablemos de la santidad de la exclusividad sexual. ¿Es la monogamia una característica propia de nuestra especie?

Creo que algunos pingüinos y langostas también son monógamos. Esa es una de las razones por la que me causa bastante rechazo comer langosta, habría que comerse las dos langostas al mismo tiempo ¿no crees? Puede que incida en eso en el futuro… en la historia de dos langostas, una pareja casada…

 

Las adicciones son otro de los temas que se tratan en el libro. Muchas veces persistimos en conductas, sabiendo que no son buenas para nosotros. ¿Cuál puede ser la razón por la que nos autosaboteamos? ¿Somos adictos a la culpa?

Creo que hay algún elemento de masoquismo en ello, pero que es diferente a la adicción. La adicción es una enfermedad terrible. La autodestrucción, el uso de las drogas de manea recreativa es un acto voluntario. Actos extremos de la voluntad, pero actos que cometemos por decisión propia.

En el contexto del libro Laura y Tyler sí que se recrean en sus resacas, incluso volviéndolas fetiches. Se regodean en su propia mierda y ruina. Es un ciclo de excesos y arrepentimientos, muy teatral y artificial, y con un comportamiento que sigue siempre un mismo patrón. Les encanta todo el proceso que conlleva el salir de fiesta, la preparación, el hecho en sí y lo que pasa después. Simboliza lo que son, y lo que significan la una para la otra. Sus vidas enteras están construidas sobre este ciclo, y su relación en gran parte depende de él.

 

Por encima de la amistad, las adicciones y las relaciones, el miedo a la soledad aparece como una sombra a lo largo de todo el relato. ¿Deberíamos aprender a vivir con nosotros mismos?

Sí, ciertamente a Laura y a Tyler les horroriza estar solas. Tyler porque necesita de un público, aunque ese público se componga de una sola persona, y Laura porque se niega a aceptar la vida que lleva. Se siente incapaz de decidir que hacer con ella.

Personalmente no creo en ese adagio de que “tienes que amarte a ti mismo para que los demás te amen”. Creo que es basura. ¿Quién sabe lo que es realmente el amor como para atreverse a decir algo tan grande y tan sin sentido como eso? Lo que sí creo es que a mucha gente le sienta bien estar consigo misma, en soledad, algunas veces. Especialmente si quieren escribir, como Laura. No puedes escribir bien, sobre todo si hablamos de una novela, que es un maratón, si no permites que tus ideas y tus personajes te hablen con regularidad. Eso significa tiempo apartada del mundo, tiempo para poder escuchar.

 

¿Qué es para ti la felicidad?

Ahora mismo una botella de vino y un episodio de Westworld.

 

¿En qué momento de tu vida te encuentras? ¿Ha llegado al momento de pedirse un “frappé”?

(Risas) Bebo “flat white”. No me siento orgullosa, pero de veras que se me hace imposible pedir solamente un café.

 
 

Emma Jane Unsworth

Animales – Editorial Malpaso

 

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