Arvida Byström y su relación tecnológica con una sex doll

21 / 09 / 2022
POR Bisola Park

La exploración de la relación entre humanos y la tecnología desde una perspectiva actual, jugando con elementos como la sexualidad y la obsesión por la perfección. La artista que fue portada de VEIN 4, recuerda que la realidad sigue existiendo aunque podamos crear un mundo ficticio.

Arvida Byström cree que los humanos tienen un complejo de inferioridad justificado. Todo lo que nos rodea está o manufacturado o digitalizado o creado por robots. “Las máquinas son mejores que los humanos en muchos aspectos” (AnOther Mag).  La nueva exposición de la artista en ‘A Doll’s House’ explora la rareza de la sensación de la digitalización de nuestras identidades. La exposición se encontraba en Galleri Format y esta actualmente cerrada. Byström se encuentra fotografiada junto a una sex doll, con la que también ha hecho varias performance en directo. La muñeca de sexo a veces aparece sin cabeza y tiene un look similar a la artista.

Byström aprendió fotografía por su cuenta y pasó muchos años de su adolescencia online, creando auto retratos utilizando diferentes materiales y subiéndolos a su blog de Tumblr. En este tipo de webs es inevitable, encontrarse con comentarios de usuarios anónimos que sobrepasan los limites. Los selfies son una parte de su obra artística. No le da importancia a que las personas piensen que sus fotos son ‘hot’, pone el límite en el momento que estas personas comparten sus pensamientos sexuales con ella sobre su cuerpo. La artista que se define como queer, ha dejado el formato JPEG y se inspira en el término de las ‘copias’ de uno mismo a través del selfie.

“El mito de Pigmalión sigue siendo relevante – creo que demuestra que siempre hemos tenido una relación complicada por el retrato de los humanos. Tenemos miedo de que sean cada vez más bellxs, más perfectos.” cuenta la artista a AnOther Mag. La obsesión de la Generación Z con aplicaciones como Facetune demuestra el deseo de querer ser mas bellxs. A causa de esto se hace una comparación entre el ‘yo’ del día a día y el ‘yo’ perfecto, afectando al ego de las personas. Algo que Byström cree triste y frustrante. La necesidad de llegar a la perfección por culpa de la tecnología es un hecho real, sin embargo, también cree que puede ser una experiencia de la que aprender. La artista destaca que esta generación está eclipsada por el ‘yo artificial’ creado en las aplicaciones digitales,generando una falsa sensación de superioridad en el ser humano.

Una réplica de la obra de Michelangelo, ‘Pietà’, es una de las imágenes expuestas. La muñeca toma el lugar de Jesus, mientras que la artista toma el lugar de la Virgen María. Con esta obra hace referencia a la relación humano contra el robot, y plantea la pregunta de quién ayuda a quién en esta relación. Siempre le ha gustado la idea de que los humanos se han creado en imagen de Dios y cómo estos actúan como dioses creando maquinas que se parecen y actúan como ellos.

La estética general de las obras está inspirado en el color rosa y mostrando un estilo bastante ‘girly’. En su corto, ‘Disembodied Daughter‘, también se puede apreciar esta estética, explora el mundo de la voz de Siri (iPhone) y su existencia en la realidad.

A pesar de los límites que impone la aplicación en cuanto a las normas de censura, Instagram es la plataforma que más utiliza la artista para publicar su trabajo. Usa su propio cuerpo como una expresión de su identidad y la clave en todo esto es la sexualidad. Ella cree que se puede disfrutar del mundo digital mucho más cuando mejora nuestras vidas en vez de reemplazar algo de nuestras vidas. Con esto recuerda que la idea de mejorar es un punto esencial en la relación humano vs robot, reconociendo los criterios imposibles de la tecnología, se puede trabajar para la mejora de la humanidad, en vez de dejar que nos sustituyan los robots.