Personalidad, contraste y estructura definen el trabajo de Duarte. Tras su reciente paso por la MBFWMadrid, en #VEINDIGITAL hablamos con su diseñador, Carlos Duarte.
Con las voces de Sophia Loren y Tonis Maroudas interpretando ‘T’ ine afto’ en la película ‘Boy on a Dolphin’ (1957) la colección se enmarca en un contexto íntimo y tenue, transportándose a una acogedora taberna griega donde, en la oscuridad del ambiente, los colores vibran más que nunca. Rojos, verdes y azules brillantes se combinan entre negros y neutros marcando el ritmo de la colección y tomando su inspiración directamente del cine de terror griego en 1960 y 1970 y de la estética de sus carteles ilustrados. El print principal de la colección, diseñado específicamente para la misma, recrea de forma contemporánea y reinventada las formas de las esculturas masculinas propias de la Grecia clásica.
Carlos, una de las preguntas que seguramente más te hayan preguntado y repetiré mil veces más: a nivel personal y profesional, ¿quién es Carlos Duarte?
Carlos Duarte estudió Economía y no tiene nada que ver con la moda. Empecé mi trabajo como auditor, pero me cambié rápidamente al sector de la moda. Empecé a trabajar para Ángel Schlesser, estuve más de quince años con él cuando todavía era Ángel. Del año noventa y seis al año dos mil once o así. Ahí fue mi despertar en la moda. Empecé a verla de otra forma, porque me tuve que salir del traje y la corbata que me tenía que poner todos los días para ir a trabajar. Había más fuera de aquello. Muchas más posibilidades. Y conocí lo complejo que es diseñar y producir una colección. Aprendí casi todo lo que sé de moda con él y después me fui a Sybilla, que estuve cinco años con ella. Y ya en 2016 decidí montar Duarte porque yo tenía una idea muy clara de lo que quería expresar, cómo me gusta que vista el hombre y la mujer. Más bien, cómo me gusta que vista el cliente, porque me da completamente igual que el hombre vista con prendas de “femeninas” o al revés. Duarte es genderless, nos encanta que con nuestras prendas las personas puedan jugar con ellas sin contar con el género.
Como has dicho, te formaste o creciste profesionalmente con Ángel Schlesser y Sybilla. Son dos firmas que a nivel nacional tienen una presencia arrolladora y si vamos a Sybilla hablamos de llevar el sello España a todo el mundo. Fue el impacto Sybilla y lo sigue siendo. ¿Qué han dejado ellos y sus trayectorias en ti?
De hecho, creo que después de Balenciaga o Paco Rabanne, Sybilla es lo más. Es una mujer muy especial y siempre digo que es la arquitecta de la moda. Sus volúmenes, sus cortes, esa forma de patronar. Por otro lado, de Ángel aprendí todo lo opuesto. El como lo sencillo cuesta de conseguir pero es increíble cuando lo tienes. Por ello, la mezcla del minimalismo de Ángel con la geometría y orientalismo de Sybilla han sido mis fuentes de inspiración para crear Duarte. Me enseñaron todo lo que sé de la moda.
En el “Made in Spain”, Duarte se ha conseguido situar como una gran firma cuando hablamos de elegancia, simplicidad y ser la versión más auténtica de uno mismo. Y todo eso, en cinco años. ¿Cómo es eso?
Pues mira, han sido cinco años y dos de Covid de por medio, que se ralentizó todo. Lo primero que creo que es necesario es tener un equipazo y si algo de lo que estoy orgulloso es de eso: de los jóvenes que trabajan día a día conmigo. Desde siempre he creído que la energía de los jóvenes es contagiosa y si te rodeas de ellos y sus ganas de aprender, de meter la pata, de dar opiniones sin tener miedo –porque eso es lo más importante– vas a estar bien acompañado. Estoy muy orgulloso de mi equipo. Es fundamental. Y después, mucho esfuerzo, paciencia y desde luego mucha dedicación. También se debe de tener claro quien es tu mercado y no dejarte llevar por lo que está a la moda. Tú debes de vender a los que les gusta lo que haces, no a quienes quieren que cambies para gustarles. A lo mejor no llegas a todo el mercado, pero sí a quienes te apetece vestir.
En cualquier sector es importante eso, pero en la moda debemos de ser fieles a uno mismo, ¿no? Tan solo debemos de ver a figuras que se han mantenido atemporales.
Exacto. Al final, debemos de ponernos un objetivo y caminar nuestro camino sin dar muchas curvas, porque de la otra forma confundes a tu cliente. Yo veo importantísimo que cuando alguien piensa en nosotros piense en una sastrería maravillosa, en buena confección y tejidos excelentes. No me gusta presumir, pero creo que hacemos moda del día a día. Es una firma que puedes ver en Madrid, Hong Kong, Nueva York o Alicante. No importa. Es hecho en España, pero para el mundo.
Desde Madrid para el mundo, ¿no?
Totalmente. Yo no quiero hacer más de lo que hay. No quiero seguir haciendo lo que se lleva haciendo treinta o cuarenta años. Y lo digo desde el respeto, pero veo a veces colecciones aquí en España y miro hacia Londres, París o Milán y noto que hay una diferencia abismal. Hay una cosa que me sorprende muchísimo y es que muchas veces en EGO –en los jóvenes talentos– hay mucha más innovación que en los consagrados. Un desfile es para mostrar una fantasía, pero siendo coherente con tu colección y tu mundo, pero al final fantasioso. Por un color, o un corte, quizá un tejido innovador, pero algo con lo que te quedes.
Bueno, yo me quedo con Duarte y el vestido rojo como en látex y el globo de abajo.
Pues son lentejuelas con un tul debajo que hace ese movimiento. ¿Ves? Eso es lo que creo que debe de ser una pasarela. Y creo que en España deberíamos de estar pendientes de aquello que es tendencia e innovación que con otros conceptos. Y es que eso después está presente, porque nos quejamos de que no vendemos fuera y los vinos o los aceites sí. Pues es que tenemos que dedicarle el mismo tiempo.
Dices que en la colección que acabas de presentar te inspiras en la Grecia de los años sesenta, ¿no? En los colores que destacan entre la monotonía blanca. ¿Cómo nació eso? Porque esto dista mucho de lo que vemos cuando alguien se inspira en Grecia.
¿Ves? Ese es el sueño. Hay un pueblo que se llama Kavala, en Grecia. Es espectacular, con una mezcla perfecta entre lo hippie y lo clásico. Está lleno de chiringuitos junto al mar nada pretenciosos, al contrario. Voy casi todos los años de vacaciones allí y estando me acordé de la película de Sofia Loren, que fue grabada en Grecia. Y me puse a pensar y de ahí llegué a los soldados clásicos con los faldones y las chaquetas con las mangas separadas del resto del cuerpo. Y de ahí salió todo. Es como reinventar una indumentaria tradicional griega, de ahí los cruces traseros de los abrigos, los jerséis con mangas rotas y torcidas, volúmenes de las faldas… De ahí viene. Una revisión de Grecia, Sofía Loren, la sensualidad…
Tu colección actual, SS23 se llama “La Fênetre” y está inspirada en la Riviera Francesa que a la vez ha inspirado a Matisse, Cézanne y Picasso entre muchísimos otros. ¿Qué tiene esa zona que tanto gusta a la creación?
Mira, hay un pueblo cerca de Cannes que se llama Saint-Paul-de-Vence. Es el pueblo más bonito del mundo. Es para quedarte boquiabierto de una punta a la otra. Allí hay un hotel que está construido encima de unas ruinas romanas. De hecho, la piscina todavía tiene azulejos pequeños de los romanos, como un mosaico. Se llama La Colombe d’Or. Es hotel y restaurante y a finales del siglo diecinueve y principios del veinte iban grandes pintores que a cambio de comida y alojamiento pintaban y luego lo regalaban. Entonces, si tu vas y ves un Picasso, un Dalí o un Matisse no te extrañes. Esa zona es especial. Es una mezcla del todo, porque tiene una gran arquitectura, mucha naturaleza, una gastronomía increíble… Hay algo en el ambiente que te hace soñar. Y mi abuela era francesa, por lo que a mí me tira mucho Francia.
Bueno, has pasado por Grecia y Francia, ¿hacia dónde va Duarte?
Espero que podamos seguir con nuestro trazado a nivel mundial. En España tenemos pocos puntos de venta, pero nos hemos centrado mucho en WOW Concept, porque es una idea muy Duarte. Y queremos priorizar por nuestra ropa el mercado internacional. Estamos ya en Alemania, Estados Unidos, Japón, China, Francia e Italia y la idea es seguir.
¿Qué le pides a la moda a nivel nacional?
Mi opinión es muy apolítica, pero me gusta decirla. Cuando miras a lo que ha hecho Italia, Francia o Portugal con su moda y lo bien que lo han hecho te dice que se puede hacer. En nuestro país, desafortunadamente, no hay un proyecto pensado y llevado a cabo por las instituciones que realmente ayude al “Made in Spain”. Y la moda es una forma muy interesante de llamar la atención y aquí tenemos a gente buenísima que hace cosas espectaculares, pero que a lo mejor no llega más allá porque no hay un plan de ayudas nacionales. Lo que pido es un plan, que podamos hacer que la moda española esté presente en todos los lados y con mercados altamente consumistas Ahí es donde tenemos que llegar. Porque está claro que como lo estamos haciendo ahora mismo no es.
Y bueno, como director creativo tu trabajo va mucho más allá de crear, se trata de dirigir una firma. ¿Cuál es la parte de tu trabajo que te vuelve loco?
A mí me encanta concebir una colección nueva, mucho más que crearla. Para eso tengo un equipo maravilloso que seguramente podría seguir haciéndolo y saben mucho más que yo, pero crear el concepto, sus colores e inspiración es para mí la parte ideal de mi vida. Después, el día a día es más complicado, pero esa parte lo vale todo.
Y todo esto a la velocidad de vértigo que lleva la moda, ¿no?
Sí, porque las cosas se solapan. En septiembre presentaremos la SS24 y nosotros estamos con las primeras ventas de esta temporada más ideando esa. Y de por medio debo tener tiempo para inspirarme, porque no somos autómatas. Y cada vez se exige más, sobre todo a una marca joven como Duarte. No se trata solo de la colección, hay que estar pendiente de la prense, de los influencers, publicidades divertidas… Es un sin parar, pero merece la pena. Mientras lo pueda aguantar.
“Si algo me gusta es aprender. Relacionarme con los demás es una gran fuente de inspiración. Me gusta hablar. Nunca he tenido ningún tipo de prejuicio, ni por color, orientación sexual o mayor o joven. Me gusta escuchar y hablar. Compartir. Eso es Duarte” me dijo cuando ya había dejado de grabar con ese toque incombustible que creo que le caracteriza. Y si lo dice Carlos Duarte lo digo yo también. Y amén.
Fotos: Javier del Rosal