Hablamos con El Kid sobre ‘Totes les versions de tu’, su debut como solista en el escenario, sus influencias musicales, el proceso creativo o la importancia de 31FAM en este proyecto.
Entre el amor por la lengua catalana y la autoexploración personal, El Kid, aterriza en la industria musical con su primer proyecto en solitario ‘A totes les versions de tu‘. Un álbum debut que incluye seis canciones bajo el dolor, amor o la ruptura y que traspasa los límites establecidos por los cantautores, dejando a un lado el género y explorando la posibilidad de experimentar libremente con la música, creando así un universo auténtico y tangible para dar forma a una pieza artística atemporal
A pesar de convertirse en su primer lanzamiento individual, 31FAM, grupo del que es vocalista, tiene un papel predominante dentro de su disco, formando parte de él y contribuyendo a manifestar todas las ideas propuestas.
‘A totes les versions de tu’ es un LP auténtico, atemporal y con gran carga conceptual, pero ¿Cómo ha sido el proceso creativo hasta llegar aquí?
Durante este tiempo, he escrito mucho, aunque no siempre con la intención directa de desarrollar el proyecto. Más bien, he escrito para adentrarme en mi cabeza, para tratar de entender las cosas. He explorado nuevas facetas creativas, he dejado que la música me hable de formas que no había escuchado antes y, por primera vez, me lancé a componer al piano, a pesar de que mis conocimientos musicales son básicos. Este proceso me ha llevado a educar mi oído, a desafiarme a mí mismo, a soltarme de las estructuras convencionales y a seguir una intuición más libre y personal. Han sido más de dos años de reflexión y creación para este EP, un proyecto que se fue infiltrando en mi día a día y que terminó convirtiéndose en algo mucho más grande, en una meta a largo plazo. Ahora que el proyecto está terminado, tengo una sensación de vacío, de cierre, que entiendo como algo natural. Sin embargo, al mirar atrás, solo puedo sentir satisfacción por haberme permitido sentir esta experiencia después de tanto tiempo.
Aunque este proyecto es personal, tu grupo, 31 FAM está presente y forma parte activa del proyecto, ¿Cómo ha sido trabajar con ellos fuera de vuestra normalidad?
Ellos continúan siendo una parte esencial en la evaluación de mi criterio. Aunque puedo darles mayor o menor peso en ciertas decisiones, siempre escucho sus opiniones con consideración. Su perspectiva aporta un valor innegable a mi proceso creativo. Dicho esto, reconozco que, cuando uno se encuentra avanzando en solitario por el camino, las líneas del carril se vuelven más claras y definidas, lo que facilita la toma de decisiones, tanto para mí como para Joey y Koa, los dos productores que forman parte del grupo. En este proyecto, la dinámica es diferente, se trata de un enfrentamiento conmigo mismo, yo vs. yo. Soy yo quien establece los estándares y quien debe quedar satisfecho con el resultado final. Esta autonomía, aunque desafiante, me ha permitido explorar y definir mi propia visión artística con mayor profundidad, asegurándome de que cada elemento del trabajo refleje lo que realmente soy o dejo de ser.
Estas seis canciones escritas en catalán son un estudio del amor a través del dolor, ¿Con qué herramientas o influencias has contado a lo largo del proceso de composición?
Estoy rodeado de personas que comprenden mi visión o, al menos, que tienen interés de hacerlo. Una de las cosas que más valoro de haber crecido en mi entorno es la profunda influencia que este ha tenido en mi capacidad para apreciar nuestra cultura nacional y abrazar las formas únicas en las que la gente se expresa aquí. Sin embargo, cuando hablamos de música, gran parte de la que he consumido y sigo explorando proviene del panorama estadounidense yankee. La fusión de estos dos mundos genera composiciones y enfoques que suelen escapar de lo convencional, al menos para los que llevan la industria aquí. Mi proceso creativo ha sido libre y se alimenta de una amplia variedad de referencias, desde Lluís Llach, pasando por Frank Ocean, hasta ABBA. La manera en que estructuro, compongo y trabajo con melodías y samples, utilizando tanto herramientas técnicas como el apoyo de mis colaboradores, refleja esta libertad. Este enfoque me permite transformar mis ideas más abstractas en algo tangible, creando una red de conexiones que, aunque aparentemente caótica, adquiere un sentido propio más allá de los límites conceptuales que nacen del proyecto.
A nivel musical, ‘A totes les versions de tu’ se aleja de un estilo concreto, de hecho, tal y como has mencionado tú mismo en la construcción del álbum has experimentado libremente con la música sin centrarte en un género y disfrutando del camino, ¿Por qué decides salir de esa zona de confort a la que estabas acostumbrado? ¿Cómo artista que has aprendido de este proceso?
Siento que tengo mucho que contar. Así como yo he escuchado las historias y verdades de otros, creo que la mía también tiene su lugar y merece ser escuchada. No voy a decir que este proceso me ha cambiado la vida o que he descubierto a una nueva versión de mí mismo, porque no se trata de eso. He hecho música que realmente me gusta, música que escucho porque conecta conmigo de una forma genuina. He conseguido sacar seis temas que, para mí, suenan auténticamente a «el kid». No solo eso, siento que he escrito las mejores letras de mi carrera, algo que me enorgullece profundamente. Y cuando me preguntáis qué he aprendido en todo este proceso, os diría que sigo aprendiendo. Cada vez que vuelvo a escuchar las versiones finales, descubro detalles nuevos, pequeñas cosas que no entiendo y quiero seguir estudiando. Todo esto nace de algo muy simple, pero muy poderoso: la necesidad de crear un producto en catalán que yo quería escuchar y que, hasta ahora, no existía. Más que llenar un vacío externo, se trataba de llenar uno interno.
Al igual que innovas en el sonido, las letras también fluyen de manera diferente explorando otro perfil de cantautor ¿Has necesitado ayuda de otros compositores o músicos para crear el proyecto que tenías en mente?
He trabajado mano a mano con mis dos productores de confianza para dar forma a todas mis ideas y llevar las composiciones a su versión más definida. Junto a nuestro técnico, Mad, con quien he pasado semanas mezclando y buscando el sonido perfecto para cada melodía, también he contado con el apoyo de artistas como Ven’nus y Maig, quienes me han ayudado a llevar el rango vocal a otro nivel. Además, Isabel y Pau, dos instrumentistas excepcionales han transformado unos simples acordes en partituras llenas de significado. Y, por supuesto, he sido yo quien ha construido toda la lírica. Aquí, funciona el trabajo en equipo, porque son ellos quienes aportan la carcasa, ese revestimiento que da forma a “a totes les versions de tu”
Hemos mencionado la presencia de tus compañeros de 31 FAM, pero, ¿Cómo ha influido en este proyecto tu presencia en el grupo?
Mi papel sigue siendo el mismo, aportar esa parte pasional que siempre define mi persona y mi personaje. Al ser un colectivo y no un grupo de música tradicional, las seis personalidades que conviven dentro de este proyecto se hacen mucho más evidentes. Yo sé lo que transmito y también sé cómo me percibe la audiencia. Mi trabajo, tanto con el grupo como conmigo mismo, es mantener esa magia intacta y hacer lo que mejor sé hacer: escribir, beber ron y componer.
¿Cómo afrontas esta nueva etapa musical lejos de tus compañeros?
No lo afronto alejado de ellos, esta etapa tan personal pasa a formar parte del colectivo, y con ella crecemos todos. Les pido que hagan lo mismo, porque es justamente esa capacidad de crear juntos y, a la vez, de manera individual, lo que nos distingue del resto. No quiero ni por un momento la vida de artista en solitario, sinceramente, me parece una putada. Mi única petición es tener el espacio necesario para mi música, para que esta sume a la nuestra. Que este disco siempre esté presente, cómo esos vinilos que se coleccionan y se cuelgan en la pared, aunque no los escuches todo el tiempo, los ves cada día, y es ese simple hecho el que les da valor.
Aunque el disco cuenta con las colaboraciones de Ven´nus y Maig, ¿Con qué colaboración te gustaría haber podido contar?
Creo que este es un disco en el que me hubiera encantado escuchar a Ed Maverick, por su forma tan particular de escribir y contar su vida. Pero si hablamos de versiones, me gustaría que lo cantaran Dean Martin o Sinatra. No tiene nada que ver, en catalán sería un desastre, lo sé, pero si me preguntas por voces que me gustaría escuchar, esas son las dos. Aun así, no te sabría escoger una canción en particular, las veo muy cerradas. No siento que nadie más tenga que añadir su visión, sería raro, casi incómodo, para ser sincero.
El pasado 7 de diciembre tuviste una cita muy especial con tu público en ‘El Molino’, en Barcelona, donde presentaste estos temas, ¿Qué sensación te dejó el evento?
No sé hasta qué punto nos hemos acostumbrado a que nos expliquen lo que transmite algo tan nuestro como nuestra música. La oportunidad de hablar de tú a tú, con una copa en la mano, sobre lo que la gente siente a través de tu historia, es realmente reconfortante. Mi música significa algo para alguien, y eso alimenta mi ego, pero de una manera positiva, porque me hace sentir acompañado. El público dice cosas muy bonitas, pero también habla desde su parte irracional, intentando poner en palabras lo que acaban de experimentar. Al final, me quedo con el hecho de que, de alguna manera, mi música les ayuda a sentirse menos solos, igual que a mí.
‘A totes les versions de tu’ está disponible desde el 13 de diciembre, pero ¿Cómo te gustaría que recordasen el disco en el futuro?
Recuerdo perfectamente los CDs que me acompañaban en el coche cuando era un crío. Esos discos tienen un valor especial porque les invertí tiempo, y con el paso de los años se fueron convirtiendo en parte de mi colección. Mi deseo es formar parte de esa nostalgia compartida. Quiero ser uno de esos casetes de los noventas que encuentras en una gasolinera perdida, desgastados, que tu madre ve y dice que ese artista le trae muchos recuerdos. Ser parte de ese amor que surge cuando la gente habla de quererse en nuestra lengua, y lo hace a través de la música.
No te pierdas el disco debut de El Kid, ‘A totes les versions de tu‘
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