El surrealismo sáfico de Marie Laurencin

24 / 08 / 2021
POR Julia González

Artista incomprendida del París de los años 20, destacó entre los cubistas con sus figuras femeninas de colores pastel.

Marie Laurencin y dos de sus obras.

Nació en París en 1883, como hija ilegítima del político francés Alfred Toulet con Pauline Laurencin. Esto desencadenó en que fuese criada en exclusiva por su madre con visitas poco frecuentes y desagradables de su padre que influyeron en su trabajo.

Su formación académica tiene lugar en el Lyceé Lamartine y aunque se inicia en el mundo del arte con la pintura de porcelana, cuando estudia en la Académie Humbert de París cambia el enfoque de su carrera al óleo, gracias a lo que se convirtió en una de las pocas mujeres cubistas además de un referente en el avan-garde parisino.

A medida que va finalizando su educación empieza a asistir a las reuniones organizadas por Natalie Clifford Barney, una escritora estadounidense expatriada a Francia. Las asistentes en su mayoría eran mujeres bisexuales y lesbianas y los temas que se trataban eran en relación a como la creatividad y la producción estaba vinculada al deseo femenino.

The Elegant Ball, the Country Dance, 1910.

Al mismo tiempo también se relacionó con artistas vanguardistas de la época como Picasso, Albert Gleizes o Robert Delaunay con los que llegó a exponer en el Salón des Indépendants (1910 – 1911) y el Salon d’Automne (1911 – 1912). También realizó una exposición en la Galería Barvazangers, primera individual de una mujer artista.

Apollinaire and his friends, 1909.

Fue una figura muy importante en la Section D’Or, la sociedad artística que engendró el cubismo, pero lejos de seguir el camino marcado por los artistas masculinos de la época ella marcó la diferencia con una estética femenina, de formas curvilíneas y etéreas representadas con tonos pastel.

Aunque se conoce que llegó a estar casada con un barón y pintor alemán y que mantuvo relaciones tanto como hombres como con mujeres, la que más impacto tuvo en su carrera como artista fue la que estableció con el poeta Guillieume Apollinaire, padre del surrealismo y quien la calificaba como su musa. La influencia de este autor queda reflejada en las pinceladas de simbolismo y las cualidades oníricas de las pinturas de Laurencin.

Three Women with Daysies.

Sin embargo, lo que más representa su obra es la temática queer, a medida que fue explorando y desarrollándose como artista. Poco a poco se fue alejando de las iniciales representaciones de tímidas figuras femeninas, a pasar a representar escenas más explícitas de mujeres besándose y acostadas juntas. Mostró al mundo una visión con un toque feminista que contrastaba con las mujeres que habían estado pintando sus compañeros de profesión hasta el momento.

Durante la Primera Guerra Mundial se exilia con su marido el barón Otto von Wätjen a España, donde empieza a escribir poesía para diferentes revistas artísticas. En 1921 la pareja se divorcia y Marie Laurencin regresa a París donde disfruta de los años más fructíferos de su carrera.

Two Spanish Girls, 1915.

Durante los años 20 y 30 llega a retratar a personajes tan relevantes como Coco Chanel, Lady Cunard y Jean Cocteau y en 1939 llega a realizar once exposiciones. Además, también llevó su arte a los escenarios siendo la diseñadora del vestuario y decorado de diferentes obras de ballet ruso.

Coco Chanel, 1937.

Los últimos años de su vida los pasó con su pareja Suzanne Moreu, con quien estuvo relacionada desde finales de la década de los 20 y a quien adoptó como su hija para que ambas pudieran vivir juntas, como era habitual en la época.

La vida en el castillo, 1925.

Madame Guilliaume, 1928.