‘Femmage’ o el collage feminista

07 / 09 / 2021
POR África Poveda

La pintora, escultora y grabadora Miriam Schapiro junto con su amiga Melissa Meyer, encabezaron este movimiento artístico feminista en la década de 1970, inspirando a generaciones de mujeres que utilizan técnicas y actividades tradicionales en su día a día para crear arte.

Collage de Miriam Schapiro

«El Femmage, o collage feminista, fue una categoría definida por Miriam Schapiro y Melissa Meyer en los años 70 como una actividad practicada por mujeres que utilizan técnicas tradicionales de la mujer para lograr su arte: coser, cortar, aplicar, cocinar y similares, actividades también realizadas por hombres pero asignadas en la historia a las mujeres.” – Fem. Ed. Art. 

La cultura de las mujeres es el marco de referencia para el femmage, pues nos permite entender una lectura simultánea de nuestra historia: cortar, usar materiales naturales, aplicar cuentas, coser o incluso pintar. Antiguamente, las mujeres trabajaban para una audiencia íntima. Como creadoras, siempre tuvieron la seguridad de que su trabajo estaba destinado a ser apreciado y admirado. Trabajaban para familiares, amigos, para las personas más cercanas a su entorno. La única oportunidad para que su arte fuese apreciado era exponerlo en bazares religiosos o ferias del pueblo, donde sus espectadores eran casi siempre personas conocidas.

La artista Miriam Schapiro (Toronto, 1923 – 2015) quiso que su trabajo como mujer tuviese un nombre en el mundo del arte. A partir de la década de los 60, Schapiro junto a Melissa Meyer empezó a crear los llamados femmages (un juego de palabras entre collage, hommage y femme) con el fin de recuperar y honrar el trabajo creativo de las mujeres de todas las culturas a lo largo de la historia. Colocaron un collage en el marco de la cultura doméstica de la mujer con su discusión sobe el concepto ‘femmage’ en la publicación feminista ‘Heresies’

En sus primeros años como artista profesional, Schapiro creó dibujos y pinturas bajo la influencia del expresionismo abstracto. A pesar de que tuvo un relativo reconocimiento, siguió experimentando la discriminación de género que sufrían las mujeres de la época por parte de la esfera dominada por la élite masculina.

Fue en California donde comenzó su larga trayectoria en la lucha feminista. Se enfocó en la búsqueda de temáticas y de estéticas que representaran la identidad de la mujer y sus roles en la sociedad. Gracias a las investigaciones realizadas junto al físico David Navilof, se convirtió en una de las primeras artistas en utilizar software informático en las artes visuales. Creó piezas que son icónicas como su famosa obra ‘OX, en la que superpone una letra O sobre una letra X recreando así los órganos genitales femeninos.

 

El uso de los femmage  la convirtió en una de las artistas líderes en el movimiento ‘Pattern and Decoration’, un estilo estadounidense que mezcla el arte conceptual y el minimalismo, el patrón y la decoración, o ‘P&D’. Está presente en muchos de los patrones de sus trabajos, que, al igual que sus obras de femmage, tienen un contexto feminista al utilizar también acolchados, apliques y otras manualidades.

A lo largo de su vida se comprometió a promover el arte de las mujeres con actos que realmente valiesen la pena. Fundó el Instituto del Arte Feminista en Nueva York, organizó talleres y fue sede de conferencias de mujeres. Además, debido a  las pocas referencias que había sobre las mujeres en los libros de texto de historia del arte, decidió convertirse en miembro de la College Art Association.

Miriam Schapiro en su estudio fotográfico

Esta artista, aunque ha sido subestimada durante toda su carrera, ha logrado grandes avances para el colectivo femenino llegado a ser reconocida como una importante figura en la historia del arte contemporáneo. Aunque el trabajo de Schapiro no aparece ilustrado, ha sido una influencia para muchos artistas contemporáneos. Deborah Kass creó trabajos en su honor, como el que hizo con un doble retrato suyo. Incluso Lynn Hershman Leeson llegó a entrevistarla para su documental ‘Women Art Revolution’.

«Ahora que las mujeres estamos comenzando a documentar nuestra cultura, corrigiendo nuestra trivialización y agregando nuestra información a la hechos y percepciones masculinas, es necesario señalar las extraordinarias obras de arte de mujeres que, a pesar de su belleza, son vistas como restos de la historia”, – Miriam Schapiro y Melissa Meyer

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