Georgina Houghton: artista y médium

17 / 01 / 2022

Espiritualidad y perseverancia. Sus obras expresan el más allá de una vida y exponen aquello que representa el alma. 

Hay mujeres llenas de historia, cuyas vivencias no son reconocidas o tan nombradas como podrían ser las de un hombre. Estas mujeres fueron unas visionarias en su tiempo y creyeron en sí mismas, aún cuando la sociedad del momento no estaba tan avanzada. Georgina Houghton es un ejemplo de ello. Su fe y creencias se sobrepusieron a cualquier cosa y su vida siguió el ritmo que deseaba, aunque no fuera bien visto en esa época.

Española de nacimiento, específicamente de Las Palmas el 20 de abril de 1814. Hija de padres británicos y séptima de doce hermanos; la vida de Houghton aún estando establecida en Kentish Town, al norte de Londres, estaba llena de viajes a Madeira y las Islas Canarias.

Houghton vivió por y para sus creencias, no se casó ni tuvo hijos. Vivió con sus padres hasta que estos fallecieron, y durante este periodo fue creciendo su espiritualidad y su fe hacia lo sobrenatural. La artista era cristiana y fiel practicante, sin embargo, esto no le impidió crecer en aquello que llenó su alma desde el primer contacto que tuvo ese verano de 1859 junto a su prima. Ese año marcó el inicio en su etapa como médium, aunque al principio estaba reacia hasta que las pruebas le hicieron cambiar de opinión y ser fiel a esta creencia como “bendición de Dios”.

Ella sostenía que el cristianismo y el espiritismo eran compañeros, debido a que el espíritu se revelaba como “resultados del más allá de la vida perseguida en la tierra». Asimismo, en Inglaterra el espiritismo no se trataba de un simple movimiento religioso, ya que atraía tanto a ateos, secularistas como librepensadores. La española tenía la creencia de que el espiritismo abarcaba la trinidad, es decir, el Espíritu Santo, Dios padre y Dios hijo.

Georgina Houghton logró a través de la perseverancia establecerse como médium, y gracias a este canal mantuvo conexiones con distintas personas, entre ellas, con varios hermanos fallecidos. Asimismo, a través del desarrollo de su “mediumnidad” fue dibujando distintos bocetos, como forma de comunicación o esencia del alma de otras personas que ya no estaban en vida.

Houghton fue ganando relevancia y entre sus visitantes más frecuentes se encontraba el reconocido Shakespeare. Su crecimiento fue exponencial en esta atmósfera, así como sus pinturas cada vez eran más relevantes debido a los distintos contactos que tuvo con el más allá. Las hojas de papel se dibujan junto al planchette, sin embargo, la artista española llegó a dibujar sin la necesidad de este instrumento que conectaba con el otro lado.

De esta forma, naciendo de aquel poder que había ejercitado toda su vida encontró el trabajo de su vida, la pintura.

Conoce más la historia de la artista española Georgina Houghton

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