«Prendas en las que habitar tu verano. En las que quedarse a vivir». Adolfo Domínguez presenta para este verano una selección de prendas confeccionadas con tejidos frescos, siluetas relajadas y tonos tierra, donde los complementos con formas orgánicas son los protagonistas.
«La arruga es bella», rezaba el eslogan que Adolfo Domínguez popularizó en la década de 1980. Hacía referencia a esa característica tan particular del lino, la fibra que caracteriza el sello de la casa. Casi un cuarto de siglo después el emblemático tejido se reinventa de nuevo en sus prendas, ya sean vestidos, trajes o camisas. «Cultivado en Europa sin fertilizantes y regado con el agua de la lluvia, el lino de Adolfo Domínguez pone en valor su herencia atlántica, presente en cada una de sus colecciones», informan desde la casa.
Capazos asimétricos que le dan un giro original al clásico bolso de playa y sombreros en fibra de papel trenzado hechos a mano son dos ejemplos de esa filosofía de marca que busca crear prendas atemporales, más allá de las tendencias y que, por su calidad, perduren en el tiempo.
Descubre la colección completa en www.adolfodominguez.com
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