La matrona que salvó vidas con un maniquí

25 / 08 / 2021
POR Nerea Sánchez

Angélique du Coudray inventó ‘La máquina’, un artefacto con el que enseñó a atender en los partos a las matronas de toda Francia.

En la Francia del siglo XVIII poca gente sabía leer. Aún menos personas podían acceder a estudios para ser matronas. Esto provocaba que la tasa de muerte durante el parto fuese altísima, una situación que se agravó cuando el gremio de cirujanos rechazó la formación de nuevas parteras, alegando que invadían sus competencias. El país, además, se encontraba con un ejército mermado por la Guerra de los Siete Años. Francia necesitaba niños, y Luis XV encomendó a Angélique du Coudray la tarea de formar parteras en cada ciudad.

¿Quién fue Angélique du Coudray?

Nació en Clermont-Ferrand y procedía de una familia de médicos. También ella se graduó en la Facultad de Cirugía y llegó a ser jefa de matronas del Hôtel-Dieu de París. En 1760, se convirtió en la primera matrona en enseñar “el arte del parto” en público. Durante 23 años, dio cursos en cerca de 40 ciudades, en las que formó a más de 4.000 matronas y capacitó a 500 parteras y cirujanos. Para ello, creó ‘La máquina’.

‘La máquina’

Era un maniquí a tamaño real que representaba la pelvis, el útero, el orificio, los ligamentos, la vagina, la vejiga y el recto de una mujer. Estaba hecha con lino y cuero, y se rellenaba con algodón y una pelvis real del cadáver de una mujer joven. ‘La máquina’ incluía un maniquí de recién nacido con su respectivo cordón umbilical y la placenta, todo a tamaño real. También diseñó maniquíes para explicar los partos prematuros o los de gemelos. Angélique du Coudray reparó en todos los detalles: también inventó un sistema, mediante correas y cadenas, para simular la dilatación durante el parto.

Su legado

Aunque la matrona más famosa de Francia utilizó varias ‘máquinas’ a lo largo de todos sus años de docencia, en la actualidad solo se conserva una, que está expuesta en el Museo Flaubert y de Historia de la Medicina de Rouen, Francia. Su invento sirvió como precedente para los actuales simuladores obstétricos. Además, Madame de Coudray recabó todos sus conocimientos en su ‘Abrégé de l’Art des accouchements’ (‘Compendio del arte del parto’, de 1752). En 1769, el libro ya contaba con una edición ilustrada a color que reflejaba mucho mejor el compromiso didáctico de su autora.

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