La Iconografía femenina del romanticismo nada en las aguas del mundo interior de la artista catalana.
Las nadadoras de la artista catalana protagonizan escenarios tridimensionales en movimiento. El océano y sus elementos naturales pintan los estados emocionales de sus protagonistas, unas figuras femeninas voluminosas y desproporcionadas. Sonia Alins no busca una representación realista, sino que se centra en la energía interior de su propio mundo: harmonía, calma, ensoñación, placer y drama. ‘Mujeres de Agua’, ‘Oceánidas’, o ‘Mar en calma’ son una serie de collages que hablan del poder sobrenatural del agua y la maternidad.
La artista tuvo una epifanía hace 7 años. Se dio cuenta de que estaba silenciando su mundo interior y oprimiendo su creatividad, pues solo se dedicaba a crear arte por encargo. Esta cuestión le había traído reconocimiento y una buena reputación como artista, pero no satisfacción personal. Este proceso creativo le hizo consciente de que su arte debía nadar hacia otro lugar. Sonia no lo considera un proceso de prueba y error, sino algo que forma parte del crecimiento profesional de cualquier artista. “Es un hecho necesario, involuntario e inevitable”, comenta a Creative Boom.
Las ilustraciones de Sonia beben directamente del arte del Surrealismo, donde la mente inconsciente es la que explora y expresa. Su interés temprano por el estilo de artistas como Goya o Picasso le llevó a descubrir el poder del arte para expresar las emociones y el drama humano. Su gusto por dibujar personajes femeninos nace de la iconografía femenina propia del Romanticismo. Toma ejemplo de las Odaliscas de Ingres o la Ofelia de John Everett Millais, el movimiento Art Decó o Gustav Klimt.
La artista empezó a cultivar su arte como ilustradora freelance tras licenciarse en Bellas Artes. Posteriormente se formó en un posgrado de ilustración en Barcelona. Ha publicado en España, Italia, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania y Escocia. En 2021 recibió una medalla de oro por la Asociación de Ilustradores de Nueva York, en la categoría de diseño de producto, por su proyecto para la multinacional italiana Moleskine.
El arte de Sonia juega con la transparencia, el desenfoque, la profundidad, y los diferentes niveles de percepción. Gracias a una combinación de texturas planificada, y al uso minimalista de los materiales, se crea una sensación muy poderosa y sorprendente del mundo onírico de la artista. Un mundo delicado y sutil. Los cuerpos que protagonizan las ilustraciones flotan con elegancia en un ecosistema acuático con el que se comunican a través de las emociones. Sus collages encuentran inspiración en el arte de Yves Klein y las piezas tridimensionales de Joseph Cornell.
“Para mí el agua es una entidad muy poderosa, una fuerza sobrenatural capaz de generar angustia, dolor y desesperación, a la vez que es fuente de felicidad, alegría, paz interior y amor. El mar me ayuda a expresar mis sentimientos de una forma más compleja y fuerte, ese es el motivo por que el me encanta” – Sonia Alins.
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