A través de sus collages esta artista de origen colombiano crea imágenes fantásticas que nos transportan a un universo femenino de fantasía y surrealismo.
María Berrío es una artista nacida en Bogotá aunque pasó grandes periodos de su vida en el campo, en la residencia que su familia tenía a las afueras de la ciudad. Allí pudo crecer en libertad, dejando volar su imaginación. A los 18 años se muda a Nueva York a estudiar arte. Sus obras son collages protagonizados por mujeres que nos transportan a un universo de fantasía y surrealismo.
Sus cuadros están protagonizadas por mujeres que observan directamente al espectador, seres etéreos y muchas veces sin expresión, a quienes les rodea un aura fantasmal simbolizando la muestra corpórea de la feminidad. «Estas son las mujeres que yo querría ser: fuertes, vulnerables, compasivas, valientes, y en harmonía consigo mismas y con la naturaleza».
Un elemento a destacar es la mirada de las protagonistas de estos cuadros que apelan directamente al espectador, observándonos. La artista afirma que uno de sus objetivos es visibilizar a las mujeres latinoamericanas, muchas de las cuales, a día de hoy, siguen siendo desconocidas. «Siento que es mi responsabilidad iluminar, poner el foco, en otras mujeres latinas que no han tenido posibilidades». Para María Barriés, el arte nunca puede alejarse de la realidad que le rodea. Por este motivo muchas de sus obras recientes tratan el tema de la inmigración en Estados Unidos, el drama de las separaciones familiares, algo con lo que ella se siente muy identificada.
Sus brillantes collages están elaborados con papeles mayoritariamente japoneses, pero también de Tailandia, Corea y México. Al comienzo de su carrera intentó la pintura pero nunca acabó de encontrarse cómoda con este elemento. A través de los papeles, que mezclan diferentes texturas, colores y patrones, Berrío encontró el elemento clave para llevar a cabo sus creaciones. Su trabajo se identifica a menudo con el realismo mágico, porque la Colombia de su infancia siempre está presente en los paisajes frondosos pero también encontramos la energía neoyorkina, la mezcla de culturas de la ciudad, el caos, los interiores modestos.
Sus obras pueden encontrarse expuestas en diferentes salas, entre ellas en mayo inaugura una exposición en el Norton Museum bajo el título ‘Esperando mientras la noche florece (Waiting for the Night to Bloom)’ dentro de la exhibición RAW: Recognition of Art by Women.
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