Lhara nos presenta ‘Manos en la mesa’, titulo que da vida a su nuevo proyecto y se convierte en el opening de su tercer disco. Hablamos con la artista sobre su particular reality cargado de incógnitas, pecados y minimalismo.
Lhara presenta ‘Manos en la mesa‘ el primer tema de su tercer álbum de estudio que da nombre a su nuevo lanzamiento, un single convertido en el opening de un reality show que servirá para desvelar los pecados más siniestros de una familia imaginaria. La artista nos desvela en este nuevo proyecto un universo totalmente nuevo, bajo una producción electrónica con influencia del funk brasileño y el hyperpop, incorporando elementos como las voces secas o los samples industriales y recortando en las armonías. Con este disco la interprete y compositora nos sumergirá en historias y emociones que traspasarán la pantalla. Un LP que lleva más de dos años en su mente y que nació a través de sus pinturas y dibujos, consiguiendo crecer hasta convertirse en uno de los proyectos musicales más ambiciosos y característicos hasta la fecha de la creadora.
Tras el éxito de ‘Andrómeda‘ y ‘Por Ké ibas a mentirme‘, sus álbumes anteriores, la autora se ha sumergido en la búsqueda constante de nuevos sonidos y experimentación, consiguiendo eclipsar a miles de seguidores con temas como ‘Echo en falta‘ o ‘Sidechick‘, convirtiendo melodía y letra en una experiencia sonora íntima y cercana.
‘Manos en la mesa’ es el primer lanzamiento de este segundo álbum de estudio, ¿Cómo definirías este proyecto?
Sin duda definiría este proyecto como inmersivo. El objetivo final de todo el disco es sumergir al público en un universo visual y sonoro nuevo. De ahí que se haya jugado tanto con samples y percusiones tan diversas, así como con looks y texturas más arriesgadas.
Tras su lanzamiento el pasado 11 de octubre ¿Qué feedback has recibido del público?
La verdad que el recibimiento ha sido muy positivo. Teníamos miedo de que, al ser un cambio tan drástico, la acogida no fuera tan buena. Aún así, creo que la gente ha logrado conectar con el concepto y hemos conseguido atraer miradas nuevas.
Tu presencia en la música ha sido una bocanada de aire fresco, como artista construyes un universo diferente y vives en esa búsqueda infinita de nuevos sonidos, pero ¿Qué hay de nuevo en ‘Manos a la mesa’?
En “Manos En La Mesa” hemos intentado romper con las producciones muy llenas y el exceso de armonía. Para este nuevo proyecto, hemos apostado por el minimalismo en cuanto a lo armónico, y por las percusiones fuertes y de inspiración industrial que ya venían interesándome desde hacía meses. Hemos optado por samples y sonidos con más textura para contrarrestar esta falta de armonía, y yo creo, que lo hemos conseguido. Aunque siempre quedará a juicio del oyente.
Hablando un poco del futuro álbum, musicalmente destacan influencias electrónicas con funk brasileño y el hyperpop, ¿Cómo ha sido trabajar con estilos musicales tan diferentes y transformarlos en tus temas?
Para cada uno de los personajes hemos partido de un patrón rítmico diferente. Sin embargo, todos ellos han sido tratados con el mismo enfoque, por lo que ha sido difícil conseguir una homogeneidad sonora que al mismo tiempo permitiera mantener esa distinción entre las diferentes personalidades. Gracias a Pau Aymí y al sinfín de horas buscando samples y referencias como Grimes, Arca o Safety Trance, conseguimos dar con la tecla que funcionara con los diferentes patrones rítmicos. Aún así, a pesar de haber un hilo conductor tanto conceptual como a nivel de producción, podemos encontrar canciones muy variadas.
Eres una artista con gran carga estética, desde el maquillaje, hasta las prendas más usuales o los complementos, como esa corbata que vemos en el videoclip que simula una trenza, ¿Cómo es el proceso de construcción de tus looks? ¿Te inspiras en algo o alguien en concreto?
Siempre parto de colores y texturas que me trasmiten la canción y de ahí, junto con mi estilista y amiga Rico, construímos un moodboard sobre el que basamos los looks. Generalmente nos gusta indagar y buscar artículos de moda poco comunes. También solemos optar por ir más allá e intentar deconstruir las prendas o montarlas nosotras, muchas veces los looks nacen de cortar mil prendas y volver a montarlas o de repensar la función para la cual fueron diseñadas. Por ejemplo, en este caso, nos pareció divertido utilizar las extensiones que utilizaba en mis conciertos como corbata, marcando el fin de una era, y el inicio de otra.
Este proyecto es mucho más que tu segundo disco, de alguna forma el oyente viajará a través de tu universo creado por canciones, con la misión de sumergirse en los pecados de una familia, ¿Por qué has decidido centrarte en la transgresión?
Creo que para mí, como para gran parte de la sociedad, nuestra educación se ha basado siempre en la culpa, y con ello, siempre hemos cargado mucho secretismo y vergüenza al respecto. Con este disco también quería dar voz a esto. Quería hablar tanto de la perspectiva del verdugo como de la víctima, porque, al menos en mi caso, yo me he visto en ambas situaciones, y por desgracia siempre me he visto obligada a esconder cómo me sentía o el porqué de mis acciones. A través de este álbum me he sentido libre de contar todo, lo que he hecho, lo que me han hecho y lo que he visto hacer, y dejar que los demás opinen, sin ningún tipo de miedo.
¿Qué pecado ha sido el más doloroso o complicado de exteriorizar?
Creo que todos ellos conllevan una gran carga emocional, por lo que no podría elegir ninguno en concreto. Hice un gran trabajo de introspección para poder plasmarlo todo, por lo que cada uno de ellos, de una forma u otra, me resultaron difíciles de expresar.
Este single, ‘Manos en la mesa’ es bastante diferente a lo que ya has creado, sin ir más lejos, el videoclip te exporta a otro lugar, quizá psicodélico o surrealista, ¿Por qué has cambiado de rumbo? ¿Han cambiado las necesidades de Lhara desde que empezó?
Supongo que a lo largo del tiempo he ido cambiando y poco a poco encontrando la manera en la que quería expresarme. Siempre he tenido una inclinación bastante marcada por lo sintético y lo electrónico, aunque con los años, esta predisposición se ha ido haciendo más clara. Por otra parte, creo que también he ido perdiendo miedos y tomando más riesgos, lo que ha llevado a proyectos más experimentales como este.
Este proyecto ha ocupado más de dos años en completarse, ¿Qué te lleva a tomarte este tiempo? ¿Cómo ha sido el proceso?
La verdad que todo empezó como un proyecto personal de dibujo, no pretendía ser nada musical. Poco a poco empecé a ponerle voz y letra a los personajes y a producir pequeñas demos en casa. Cuando me vi preparada las llevé al estudio y empezamos a crear las canciones, pero estuvo parado durante un año hasta que lo retomamos, porque me parecían demasiado personales como para compartirlas. Después de meses de sesiones rearmonizando y cambiando las percusiones de las canciones que habíamos parado meses atrás, empezamos a ver que el proyecto cogía consistencia y decidimos tirarlo para delante. Así fue como surgió “Manos En La Mesa”.
¿Nos podrías adelantar algún dato sobre la próxima publicación?
Pronto saldrán unos remixes muy interesantes del primer single con unos artistas increíbles de la escena. Además, en breve, también podremos conocer al primer personaje del álbum, así que tengo muchísimas ganas de que salga todo.
Descubre ‘Manos en la mesas‘ de Lhara
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