María Escarmiento: “antes había momentos en los que cantaba con la boca pequeña; ahora cada palabra está ahí porque me convence”

07 / 05 / 2021
POR Nerea Sánchez

‘Déjame Sola’ es su nuevo hit de reggaetón lento producido por Pedro LaDroga. Hablamos con María Villar sobre referentes musicales, experiencias y procesos creativos. Disfruta aquí de su nuevo videoclip.

María Escarmiento dio un paso más hacia la fama al concursar en OT 2018. Pero antes de esa experiencia, María Villar, de 29 años, ya llevaba varias vidas musicales a sus espaldas. Antes de entrar en la academia, había vivido en Nueva York, donde fundó una banda de garage rock, aprendió a hacer capuccinos, a abrirse paso en el metro y a sentir un profundo respeto por la cultura musical.

Sus gustos incluyen nombres como Kathleen Hanna, Janis Joplin, La Zowi o Marcelo Criminal. Sus intereses pasan por ser road manager en el futuro, por probar como corista o trabajar en la radio. Hablamos, además, de la relación actual con sus compañeros de OT, de la estética de su trabajo y de los nuevos temas que están por salir, de los que se siente mucho más segura.

‘Déjame Sola’ es tu nueva canción. ¿Cómo la describirías?

Es azul, desde el principio la escuché azul, y acuática. Es mucho más ambiental que ninguna que haya hecho. Me gusta mucho. Parece que la estás escuchando desde un sitio lejano, o desde debajo del agua. De ese pensamiento vino la inspiración del video, los colores. El beat de Pedro me inspiró inmediatamente, me llevó a ese sitio tan concreto al que nunca había ido. Siento que toda su mente está plasmada en los sonidos de ese beat y que sólo él lo podría haber compuesto.

No es la primera vez que colaboras con Pedro LaDroga. ¿En qué se diferencia este tema de ‘Baladón’, por ejemplo?

Nunca había trabajado con Pedro como productor y ha sido un proceso muy gozoso, la verdad. Como ya me imaginaba, presta mucha atención a los detalles y es extremadamente creativo, le cuesta dejar las cosas tranquilas porque siempre está pensando en qué se puede hacer para mejorar lo que hay. Fue diferente a ‘Baladón’ porque yo la escribí sola en mi casa, con mis sensaciones al escuchar su beat, pero las sensaciones que tengo al trabajar con él fueron las mismas: confianza en lo que hago y energía. Pedro valora mi trabajo en el estudio desde el día uno y yo confío mucho en su creatividad.

A la hora de componer, ¿cuál es tu proceso creativo?

Intento no comerme mucho la cabeza; cuantas más vueltas le doy a una canción, menos me acaba gustando. Disfruto mucho del momentum, componer en el estudio, pero no siempre se puede. El estudio cuesta dinero y hay que asegurarse de que voy a salir de ahí con una canción terminada. Los temas nuevos han nacido todos en mi casa. Diferentes productores me mandan beats y yo elijo. Siempre hay alguno que me inspira, que coincide con lo que me apetece en el momento, que me lleva a una melodía o un concepto inmediatamente. Luego canto unas melodías y les voy encajando la letra, y en casa grabo la demo. Para cuando llego al estudio, los temas estaban bastante formados, y al grabarlos, los productores siempre ponen su magia ¡y los mejoran!

Antes de OT, viviste un tiempo en Nueva York, donde formaste parte de ‘Brainfreeze’, un grupo de garage rock. ¿De qué te sirvió tu estancia en la Gran Manzana?, ¿qué aprendiste allí?

Aprendí que no somos nadie, ja, ja, ja, que hay mucha gente en el mundo ¡y que somos insignificantes! Aprendí independencia y trabajo. Nueva York es una ciudad dura y me pasé cinco años estudiando, trabajando y tocando todo a la vez. En lo que respecta a la música, es interesante porque hay un nivel altísimo y muchísima competencia, pero también experimenté un ambiente libre de juicios, una comunidad bastante acogedora. Sentía que había cabida para todo el mundo (hablo del ambiente que yo conocía, mi universidad y los grupos del circuito de bares underground por los que me movía). Mientras estuve, pude ver muchísima música en directo, y eso me formó un estándar respecto a lo que espero de unx músicx en un escenario. Tuve acceso a su cultura musical y conocí su respeto por la música, todo son cosas que siguen presentes en mi vida. También aprendí a hacer cappuccinos y a abrirme paso en el metro.

 

¿Qué géneros musicales te gusta escuchar?

Escucho mucha música nacional, sobre todo trap y reggeaton: Bad Gyal, El Mini, La Zowi, Morad. También me gusta escuchar a mis amigxs, la verdad: Amaia, The Parrots, Pedro… Muchas veces pienso que mucha de la música que escucho es de gente que conozco personalmente y eso me hace ilusión. Cuando me salgo de ahí, me voy a Bad Bunny o a Argentina; y cuando no es eso, vuelvo a Norteamérica o Reino Unido, punk o rock: The Replacements, The Smiths, Steely Dan… en fin, esas cosas.

Y en cuanto a tu propio trabajo artístico, ¿cuáles son los referentes que te inspiran?

No lo tengo claro. Lo que me inspira es el beat, canto lo que me sale en el momento; si me pongo a pensar en cómo quiero sonar, me rayo y no me sale nada. Pero sí pienso en mujeres que me inspiran, en maneras de expresarse, en Kathleen Hanna, Janis Joplin, La Zowi, en cómo dicen las cosas The Replacements, en qué diría Marcelo Criminal si escuchara esto. No le doy mucha importancia, pero cuando me bloqueo y lo necesito, supongo que pienso en eso.

Una de las fotos de promo para ‘Déjame Sola’ la ha hecho África Adalia. ¿Cómo es la relación con los concursantes de OT? ¿Tienes proyectos en común con alguno de ellos?

África es mi amiga del alma y mi maquilladora de confianza, me ha acompañado en casi todos los videos y fotos que he hecho y me encanta tenerla cerca porque confío en su criterio y me ayuda mucho; además de que nos lo pasamos increíble siempre, la verdad. Ya hice un tema con Damien que fue divertidísimo, un lujo trabajar con él, y me encantaría hacer cosas con más compañerxs. Los quiero mucho y juntxs hemos vivido una cosa muy intensa a nivel trabajo y estrés, por eso siento que son mi gente perfecta para trabajar. Estamos muy acostumbradxs a trabajar juntxs, a soportar estrés, situaciones complicadas, a ensayar, a ponernos serixs cuando toca, y siempre mantenemos el sentido del humor y la confianza.

De nuevo, acompañas este tema con un videoclip dirigido por Pablo Amores. ¿Qué qué mensaje comparten vuestras obras?

Creo que los dos somos muy radicales respecto a lo que nos gusta y lo que no, vivimos la creación muy apasionadamente, ja, ja, ja. Disfrutamos de los mismos videos, nos da gusto ver muchas de las mismas cosas. Él tiene muchísima cultura musical y de imagen y eso nos abre un mundo grande de referencias. Yo suelo decirle un color, una idea abstracta, y él lo traduce en imágenes concretas que dan forma tangible a la idea; algo que a mí me cuesta mucho hacer. Somos un buen equipo porque yo voy lanzando ideas a nivel sensorial, sonidos y conceptos que me producen sensaciones, y a él se le da muy bien concretizarlo y realizarlo.

¿A qué suena tu próximo disco?

Estoy contenta porque confío mucho en los próximos temas. ‘Sintiéndolo Mucho’ es un trabajo interesante dentro de la escena y estoy super orgullosa a nivel sonido, pero ahora me encuentro más cómoda con lo que digo y cómo lo digo; lo disfruto más. Aunque no lo pareciera, antes había momentos en los que cantaba con la boca pequeña; ahora cada palabra está ahí porque me convence, no hay dudas. Sonará más libre. Hay canciones para diferentes momentos y espero que a la gente le guste.

Y en un futuro más lejano ¿qué te gustaría hacer a nivel musical?

Desde siempre me atraen muchos ámbitos de la música, aunque el escenario siempre me gane. Uno de mis mayores sueños de siempre es trabajar en la radio. Me encantaría también ser road manager, girando con alguien y disfrutando de esa vida. Es un trabajo duro, pero creo que lo haría bien. también me interesa muchísimo la parte académica, el análisis musical, me encanta estudiar. Ah, ¡y siempre quise también ser corista!

Créditos:
Dirigido por @pablo.amores
Fotografías de Anyela Button y África Adalia
Asistente d dirección @alfonsorieram
Operadora de cámara @anyelabutton
Maquillaje @africaadalia
Estilismo @palomawool @alejandrestudio

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