María Goya y la técnica del arrugado

05 / 05 / 2020
POR Pilar Ramón

Madre e hija se adentran en este nuevo proyecto que comenzó hace años con una vieja Singer de rueda. Hablamos con ellas.


Imagen de María Goya

María Goya es el nombre artístico que recibe Yolanda Larrañeta, quien junto a su hija Virginia se embarca en una colección de clásicos adaptados al mundo contemporáneo. Se trata de una línea en la que combinan el estilo japonés y británico junto con el toque personal de Yolanda.

Cabe destacar que en su taller de Chamberí desarrollan cada prenda a mano: desde el diseño y patronaje, hasta la confección de estas. Sus artículos redefinen “el valor de poseer un artículo sin caducidad” a través de piezas prácticas y cómodas.

Para Yolanda y Virginia la selección de materiales es un punto fundamental, por ello siempre buscan tejidos 100% naturales y de alta calidad. De hecho comentan que “la calidad y comodidad son esenciales en esta colección”. También la originalidad, pues han desarrollado una técnica para dar a las prendas un toque arrugado y un tacto vintage, algo que observamos en cada una de sus prendas.

El proyecto comenzó hace 45 años cuando Yolanda, harta de no encontrar ropa de su gusto comienza a confeccionar sus primeras prendas. En estos momentos esta solo tenía 15 años y su madre le enseñó a coser con una antigua máquina Singer de rueda.  A Yolanda esto no le resultaba una labor sencilla, por lo que pasa a confeccionarse sus prendas a mano, algo que sigue conservando en las prendas que ahora crea para su marca.

Ahora, con su primera colección ya preparada hemos podido hablar con ellas para conocer cómo surge el proyecto entre madre e hija y qué quieren transmitir con María Goya.

Yolanda, cuentas que comenzaste a crear tus propias prendas porque no encontrabas ropa a tu gusto ¿Qué estabas buscando? ¿has logrado satisfacer esa necesidad con vuestros diseños?

Sí, siempre he buscado algo diferente. De joven me hacía mi propia ropa o modificaba prendas que ya tenía. Buscaba una originalidad y calidad que no había en las tiendas. Ahora me lo he tomado más en serio y dedico todo mi tiempo a este proyecto para crear lo que me gusta desde cero.

¿Cómo definirías el estilo de esta colección y en qué crees que se diferencia de aquellos modelos que no encontrabas cuando decidiste empezar a fabricar tu propia ropa?

Un estilo que no sigue las tendencias. Prendas con una mezcla de estilos japonés y británico, añadiendo mi toque personal. La calidad de las telas y la comodidad de las prendas son clave para mí. Cuando por fin encontraba algo distinto en las tiendas, incluso entonces, le daba mi toque personal. Siempre pensaba que se podían modificar y así adaptarlas a mi estilo.

Comenzabas tu andadura en este mundo con una máquina de coser Singer de rueda, pero te resultaba difícil trabajar con una máquina tan antigua ¿has vuelto a probar con los modelos más modernos o sigues prefiriendo coser a mano?

Utilizo los dos métodos durante todo el proceso de la confección. Ahora hay unas máquinas digitales estupendas, pero solo las utilizo para coser costuras y sobrehilar. Hay prendas, como los abrigos de lana inglesa, que requieren ojales de tela. Estos los hago completamente a mano. Es artesanía pura.

¿Que aporta la costura a mano que no sea capaz de satisfacer la costura con maquina?

La costura a mano aporta unicidad. Cada prenda es distinta y especial. Así es cómo quiero que se sienta una mujer que viste de María Goya.

¿Qué mensaje buscáis transmitir con vuestras prendas?

Comodidad, calidad, exclusividad y originalidad.

¿Cómo decides 45 años después lanzarte con este proyecto? ¿Ha tenido Virginia algo que ver en esto?

Sí, por supuesto. Virginia ha tenido mucho que ver. Un día llegó a casa y dijo: «Mamá, estás haciendo unas prendas increíbles. ¡Quiero que la gente las vea!». Yo le dije que no, que a estas alturas no tenía tanto sentido. Ella insistió, y después de darle varias vueltas, nos pusimos en marcha y decidimos arrancar con el proyecto.

¿Qué funciones desempeña cada una en la marca?

Yo selecciono y compro las telas, diseño los patrones y confecciono las prendas. Virginia se encarga de que todo este proyecto vea la luz y llegue a la gente.

¿Qué habéis aprendido la una de la otra tanto a nivel profesional como personal desde que empezara esta aventura?

He aprendido a trabajar de una forma más relajada y concentrada. Virginia me da seguridad. Como a veces me obsesiono con la perfección, ella me ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva.

¿Ha cambiado algo en vuestra relación?

Nuestra relación sigue siendo la misma. La única novedad es que ahora también tenemos una relación de trabajo.

A la hora de la elección de materiales, podemos ver que todos están basados en altos estándares de calidad ¿Qué factores habéis tenido en cuenta?

Sí, la calidad y comodidad son esenciales en esta colección. Siempre trabajo con tejidos naturales, lanas, sedas, algodones y linos.

Creáis desde cero cada pieza (diseño, patronaje, confección…) ¿Cómo es el día a día en vuestro taller de Chamberí?

Exacto, cada pieza se crea desde cero. El horario de trabajo es de 9am-9pm. Si no estoy diseñando patrones o cosiendo, estoy pensando en cómo puedo mejorar las piezas que ya he creado. A veces me acuesto y no paro de pensar en cómo va a ser la siguiente prenda.

Imágenes de María Goya