Adriana –de Ölend- y Marcel –de Octaevo- nos cuentan cómo ha sido colaborar juntos para dar vida a estas mochilas, impregnadas de mar, tierra y recuerdos enmarcados.
En Ölend hacen mochilas, confeccionadas a mano, para los aventureros de ciudad. Octaevo es una marca de papelería de diseño y calidad, dedicada a exploradores y soñadores. Ambas firmas se establecen en el mismo barrio de Barcelona, Poblenou, y varias tiendas en común venden sus productos. Se conocieron a través de un amigo común –ya con la intención de hacer algo juntos: “Vimos muy claro desde el principio que las dos marcas tenían un vinculo especial. El primer encuentro fue hace ya más de un año, Marcel vino a nuestro estudio y estuvimos charlando. Enseguida conectamos y empezó la ilusión por hacer la colaboración”, nos cuenta Adriana. Unos meses después cuando estaba diseñando una mochila, sintió que era la ideal para la colaboración y empezaron a darle forma al proyecto. Detrás de este trabajo conjunto encontramos numerosas conexiones que comparten y unen a los protagonistas de las dos marcas, como tener padres aventureros que les inculcaron, de alguna forma, ese gusto por explorar, por soñar. Trasladan el mar, los recuerdos, la tierra y las aventuras a todo lo que hacen, a través de colores, formas y materiales: “Cuando estás tan impregnada de algo, todo lo que haces queda manchado, es la personalidad que le das al producto”. Además son marcas comprometidas que producen de forma sostenible, localmente, suelen inspirarse en las cosas sencillas y aseguran que en sus mochilas caben hasta sueños.
¿Qué elementos os conectan?
Es sorprendente la cantidad de conexiones que tiene la historia de Ölend y la de Octaevo. Marcel creció en Suiza viendo las fotos de su padre, que pasó su juventud surcando los mares. En cambio yo nací en Mallorca, rodeada por el Mediterráneo, viendo las fotos de mi padre atravesando desiertos o en la cima de una montaña de los Alpes. Ese imaginario de tierra y mar se quedó en nuestras cabezas y más tarde, cuando los dos nos instalamos en Barcelona, nos lanzamos a iniciar nuestra propia aventura: Marcel fundó Octaevo y yo Ölend. Ambas marcas viven empapadas de mar, de recuerdos, de tierra, de aventuras enmarcadas y se centran en tres pilares muy importantes: la pasión por el diseño y la belleza de los objetos, la intención de hacer productos de alta calidad y la responsabilidad ética en su producción.
¿Cómo han influido vuestros respectivos padres en el desarrollo creativo de las marcas?
– Adriana: Me siento muy afortunada de haber tenido unos padres que en todo momento alimentaron mi creatividad. Desde pequeños trabajaron nuestra conexión con el arte, la música y la literatura y nos invitaban a que desarrollásemos nuestras propias creaciones. A pesar de que ninguno de ellos tiene una profesión creativa, tanto mi hermano como yo hemos acabado dedicándonos a profesiones vinculadas al diseño.
– Marcel: En mi caso, mi abuelo era piloto y mi padre cuando era joven, un capitán de barco en alta mar. Ambos fueron excelentes narradores. Durante mi etapa como diseñador en Barcelona creció la idea de crear una marca que uniera mi gran entusiasmo por viajar por el Mediterráneo y sus mágicas historias transformándolas en productos que fusionan lo poético y lo funcional.
Mar y tierra, tierra y mar. ¿Sería posible concebir la una sin la otra? ¿Podríais elegir vosotros?
Se suele preguntar si uno es de mar o de montaña, pero para mí es una cuestión de rodearte de naturaleza. Desde que vivo en una ciudad grande siento que necesito momentos donde desaparezcan los edificios y los coches. Si tuviera que elegir, personalmente me siento más en mi salsa rodeada de agua que de tierra, pero ahora que visito a menudo los Pirineos también estoy descubriendo la belleza de los paisajes nevados -aunque no es una sensación tan distinta.
¿Qué parte ha aportado cada uno a este proyecto? ¿Cómo ha sido ese proceso?
Octaevo ha llevado a cabo toda la parte de diseño gráfico y conceptualizacion, en concordancia con la estética de la libreta TRAVELER NOTES, y Ölend la parte del diseño de la mochila como tal. Para la sesión de fotos contamos con la inmensa suerte de tener una gran amistad con Carlota Guerrero, que ha sido nuestra fotógrafa en todos los catálogos desde el inicio, y los modelos fueron dos amigos (Juan y Stephania) que nos encantaban para la imagen de esta campaña.
Habladnos un poco de los materiales, de la producción. ¿Cómo os asegurais de que esa eficiencia ética sea verídica?
Para las dos marcas es muy importante trabajar con materiales de calidad y una producción de la que nos sintamos orgullosos. El tejido de las mochilas está fabricado enteramente en Cataluña y es muy resistente, repelente al agua y al aceite. La producción es totalmente local y controlada, cortamos las piezas de tejido en nuestro propio estudio y el taller de confección está literalmente a una calle. La clave para asegurarte de que realmente la producción se realiza bajo tus estándares es estar cerca de todos los procesos, así puedes observarlo todo con tus propios ojos.
Como aventureros y exploradores de la vida que sois, ¿se pueden llenar de sueños vuestras mochilas?
Sin duda, muchos de nuestros clientes se dedican a un ámbito artístico o creativo y utilizan las mochilas para transportar sus herramientas de trabajo. Para nosotros esta es la aventura que más conocemos, la de luchar por un proyecto tuyo en el que crees.
¿Soléis encontrar la belleza en las cosas simples?
Donde más. Somos de la máxima de menos es más y es algo que intentamos plasmar en nuestros diseños. Nos gustan las formas sencillas, geométricas… A mí, personalmente -Adriana-, me inspira mucho cuando encuentro un objeto cotidiano diseñado con sencillez y gusto. Guardo cepillos, escobas y otros objetos que he encontrado y me han llamado la atención.
¿Qué tiene Barcelona que no encontráis en ningún otro sitio?
Todas las ciudades tienen un carácter único. Barcelona es una mezcla de Mediterráneo, de montaña, abierta al mundo a la vez con un carácter muy fuerte y, sobre todo, muy luchadora y auténtica. También ha sido siempre una ciudad muy vinculada al diseño y a la creatividad. Ahora mismo consideramos que hay una generación de artistas y artesanos muy interesante e inspiradora con la que estamos en contacto y con la que colaboramos.
¿Quiénes son esos aventureros de la ciudad?
En una aventura se viven contratiempos y adversidades, personas que ayudan a avanzar y otras que entorpecen el camino, momentos de ilusión y también de desesperación pero lo importante es seguir luchando por llegar al objetivo. Antes las grandes aventuras eran por la conquista de territorios nuevos o batallas épicas, pero nuestra aventura está en la ciudad y para un arquitecto o diseñador que quiere abrir su propio estudio, un músico que monta su grupo, un fotógrafo o un diseñador de moda que su sueño sea tener su propia marca también. Ésos son nuestros principales clientes.
Fotografías de Carlota Guerrero
www.olend.net
www.octaevo.com