Laura Santolaya es toda una especialista en hacer humor de lo cotidiano para que aprendamos a reírnos de nosotros mismos.
En plena dictadura del like, el humor gráfico se ha sabido adaptar como ningún otro medio de expresión para vivir una nueva edad dorada en el ecosistema online. Nos gusta lo visual, lo inmediato, lo sencillo y los creadores de este tipo de contenido han desarrollado una auténtica maestría sumando el humor a estos ingredientes mágicos.
Laura Santolaya, más conocida como P8ladas, comenzó a dibujar para su círculo más cercano, pero, poco a poco, sus chistes y su estilo fueron enganchando a más y más personas, quizás por la empatía que genera pues, P8ladas, somos todos. Este personaje se sumerge en todo tipo de situaciones cotidianas con las que el público se identifica y, por supuesto, se ríe, al igual que su autora se ríe de sí misma en muchas de ellas.
No todo es autobiográfico, pero Laura, como su público, siente debilidad por las historias reales que inspiran su obra, ya sean propias, de amigos, familiares o de sus seguidores. Como ella misma dice, su mayor orgullo es que alguien le cuente una anécdota y termine con «Esto se merece una pocholada».
En #VEINDIGITAL hablamos con ella sobre su inspiración, el humor en Instagram y el amor más allá de Tinder.
Viñeta de P8ladas
El humor gráfico parecía condenado a desaparecer junto con el declive de los medios impresos, pero ha conseguido salvarse y vivir una nueva época dorada. ¿Qué factores crees que han hecho posible este nuevo esplendor? ¿Qué papel crees que han jugado redes sociales como Instagram?
En mi opinión, el humor gráfico es una representación de la cultura y de la opinión pública y eso nunca va a desaparecer. En los medios, la viñeta es una técnica más, como lo es un ensayo, un reportaje o una entrevista y la evolución natural para todas ellas era el mundo digital.
No creo que el humor gráfico gozara de mala salud, quizá lo hacía la prensa como tal. En mi opinión, son los medios tradicionales los que están anticuados, los verdaderos medios son las redes sociales. Hoy en día si quieres informarte, te vas a Twitter, y si quieres inspirarte o entretenerte, te vas a Instagram.
La ventaja de las redes sociales y de Internet es que no necesitas publicar en ningún medio de comunicación para que te conozcan.
Entendemos que las redes sociales son parte fundamental de tu trabajo, pero ¿crees que interfieren con tu vida personal?
Sí, claro que interfieren, yo les dedico mucho tiempo. Las uso para todo, desde informarme, inspirarme, relacionarme… Un día me sorprendí a mí misma buscando algo sobre lo que no sabía en Instagram en lugar de en Google. Ahí me di cuenta de lo que suponían. Interfieren en mi vida personal porque forman parte de mi trabajo, pero reconozco que debería pasar menos tiempo en ellas.
Viñeta de P8ladas
La velocidad con la que el feed de Instagram se queda obsoleto hace que tengas que crear contenido de manera continúa, cosa que antes no pasaba. ¿Van demasiado rápido estos medios? ¿Tienes el tiempo suficiente para madurar las ideas antes de publicarlas?
El consumo rápido es algo que está presente en muchos ámbitos de la sociedad y también en las redes sociales. Cuando pienso en ello me da mucha pena porque todo hoy en día es rápido: fast food, speed dating, check in express… Parece que tengamos que ir corriendo a todas partes.
Reconozco que tardo en pensar muchas de mis viñetas, pero esta rapidez a veces también la veo como una ventaja, porque me permite publicar cosas sin darles muchas vueltas. Además, no todo lo que hago tiene que tener un mensaje determinado, a veces me gusta hacer un chiste tonto porque sí.
¿Son tus seguidores generosos? ¿alguna historia de tus followers se ha convertido en una viñeta?
Sí son generosos, quizá la empatía ayuda. Quiero decir, cuando alguien se ve reflejado en una de tus viñetas es más fácil que comparta algo contigo.
Evidentemente no todo lo que dibujo me ha pasado a mí, muchas de las historias me las han contado amigos, conocidos o followers y otras muchas me las he inventado, pero sí, ellos son fuente de inspiración constante.
Viñeta de P8ladas
En tu nuevo libro ‘Diremos que nos conocimos en un bar’ hablas sobre las relaciones en la era del like y de Tinder. ¿Ha matado internet el romanticismo? ¿Crees que todavía hay gente que realmente se conoce en un bar?
Claro que sí, Internet es un medio más que se ha añadido a la lista de canales a través de los que conocer gente. Yo creo que Internet ha abierto las puertas al romanticismo y ofrece un montón de posibilidades más allá de las flores o de los bombones, ¿hay algo más romántico que stalkear a alguien en redes sociales y llenar su feed de likes? Yo creo que no.
¿De dónde surgen las ideas que dan forma a las viñetas de P8ladas? ¿Hay un alto porcentaje de autobiografía en ellas?
Supongo que mucho. P8ladas comenzó como una versión exagerada de mí misma, me gustaba exagerar sus comportamientos y sus chistes a veces hasta el absurdo. La creé porque me resultaba más fácil decir algunas cosas a través de ella que a través de mí misma.
Sin embargo, ahora es distinto, ahora pienso en qué dirá o hará el personaje de manera independiente, no todo lo que hace P8ladas lo pienso yo.
Viñeta de P8ladas
Muchas de tus ilustraciones aluden al feminismo y critican los roles femeninos que se imponen a las mujeres. ¿Este tipo de contenido te ha generado críticas? ¿Has censurado alguna de tus ideas precisamente por evitar comentarios negativos?
Me ha generado más comentarios positivos que críticas. Yo creo que el humor ayuda a señalar comportamientos que deben cambiarse y nos hace reconocer nuestros errores. Eso no puede ser nunca algo malo.
A mí me gusta ver cómo cada persona interpreta una viñeta a su modo, aunque siempre hay alguien a quién no le gusta y te deja algún insulto. De cualquier modo, no suelo autocensurarme, cuando doy vueltas a algo sobre si debo o no publicarlo, entonces lo hago.
Viñeta de P8ladas
Además de tus propios libros, has ilustrado también publicaciones de otros autores. ¿Qué es lo más complicado de plasmar en imágenes las ideas de otra persona?
Me resulta bastante difícil hacer ese tipo de trabajos porque no suelo dibujar nada que no tenga un mensaje mío. Yo no me considero ilustradora, hay gente que se ha formado y ha estudiado distintas técnicas para ello. Yo me dedico al humor gráfico, así que me cuesta no añadir un chiste o una opinión a un dibujo mío. Por eso, no me siento cómoda cuando dibujo para otras publicaciones, no me gusta que me marquen tanto el enfoque sobre lo que tengo que dibujar, el tono o el tipo de humor.
Tus dibujos nacen, en un primer momento, como un pasatiempo personal. ¿Cómo te decides a dar el paso y compartirlo con otras personas?
Yo empecé a dibujar en un blog que se llamaba ‘Prohibido escuchar canciones ñoñas’. Me operaron de un tobillo y tuve que pasar mucho tiempo tumbada, así que me abrí una página de Facebook y empecé a compartir mis posts ahí. Después vino Twitter, Instagram… y bueno, nunca pensé que mis dibujos los fueran a conocer otras personas más allá de mis amigos y mi familia ( si no, hubiera buscado un nombre más comercial).
Viñeta de P8ladas
¿Influye tu estado anímico en tu obra? ¿Es posible dedicarse al humor cuando estás pasando una mala racha emocional?
Uf, claro que influye. Yo he pasado por rachas de estar muy triste y pensaba, ¿cómo voy a hacer un chiste si solo me apetece llorar? Curiosamente de esas etapas es cuando me han salido las mejores viñetas. También he tenido etapas de crisis creativas en las que no se me ocurría nada, pero nunca he dejado de dibujar. Cuando me pasaba eso, me sentaba delante del ordenador hasta que me salía, a veces ocurría a las dos horas y otras, después de diez.
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