¿Qué hay de nuevo? PARÍS: Explosión de flores para iluminar el futuro

16 / 10 / 2023

¿Qué hay de nuevo? La columna semanal de Estel Vilaseca en #VEINDIGITAL 

El otro día una amiga me preguntó qué colecciones me habían gustado de las últimas semanas de la moda. Después de compartir con vosotras mis impresiones de Nueva YorkLondres y Milán le llega el turno a París. ¡Ay París…! Aquí os dejo una pequeña lista de las colecciones, detalles y momentos que han captado mi interés y que siento que, de alguna manera u otra, han sido relevantes. Como siempre, es una mirada subjetiva y un ejercicio que me sirve para navegar y, de alguna manera, desenmarañar el presente.

1. Rei Kawakubo ha vuelto a demostrar que es una de las mentes creativas más despiertas. A sus 81 años sus propuestas radicales logran cómo pocas sintonizar con las vibraciones del momento actual.“Para liberarme de este presente pesimista, deseo presentar un futuro brillante y luminoso” comentó acerca de su nueva colección primavera-verano 2023-2024. Kawakubo llenó la pasarela de sus vestidos escultóricos. Una explosión de volúmenes y estampados geométricos y florales que desafían las siluetas convencionales y la relación entre la prenda y el cuerpo. No está claro si todo ello contribuirá a arrojar algo de luz al presente pero las intenciones son buenas.

2. Cada vez conecto más con el nuevo Marni de Francisco Risso. Su estética low-fi, tan punk como dulzona me parece muy refrescante, también las ideas que se esconde en una colección – “tenemos que vestir nuestros sentidos” – que destacó por las combinaciones de colores, el uso innovador del punto y unos espectaculares vestidos de mil y una flores – sí, otra vez flores. En un enclave único, la que había sido la antigua casa de Karl Lagerfeld y cerca de la que Risso espiaba de pequeño al célebre diseñador, añadió emoción en unas semanas de la moda que han funcionado por inercia más que por otra cosa. Y me gustan sus reflexiones: Sobre el cuerpo: “es el cuerpo en su estado natural, no una herramienta ostentosa de auto-comunicación”; sobre el trabajo manual de sus espectaculares vestidos de flores con las que quiso celebrar “el éxtasis de la mano”, a lo que añadió: “Es la virtuosidad de la mano que va en contra de esta virtualidad que lo impregna todo”.

3, Undercover y su empeño por seguir llevándonos por caminos poco transitados volvió a robarme el corazón. Jun Takahashi, ese diseñador que a los frikis de la moda nos gusta seguir pase lo que pase, se lleve lo que se lleve, sorprendió de nuevo. Y, probablemente, por primera vez en larga carrera uno de sus diseños se volvió viral. Sus faldas con luz, repletas de flores y mariposas sirvieron uno de esos momentos únicos y llenos de poesía que tanto se echan de menos.  Pero en su colección hubo mucho más y el el diálogo entre tejidos y siluetas clásicas y urbanas fue totalmente sublime (¡mirad el conjunto 5 o el 18!). “Muchas colecciones parecieron flojas al lado de las de Undercover, debido a la generosa exploración de Takahashi entorno a múltiples temas y los diseños llenos de cuidados detalles” escribía sin cortarse un pelo Miles Socha para WWD. Los trajes chaqueta de organza que abren el desfile con pequeños elementos entretelados son toda una declaración de intenciones. “Cierra los ojos para ver”, decía Gaugin entonces y dice Takahashi ahora, quien este mismo año inauguraba su primera exposición de pintura con el título: “They See More That You Can See”.

4. Disrupción para el día a día. A pesar de la presión por una cuenta de resultados holgada, hay diseñadores que siguen luchando por aportar nuevos lenguajes e innovar. Lleva la delantera JW Anderson. El director creativo de Loewe usa la trampa al ojo para explorar y encontrar nuevas siluetas – algo nada fácil a estas alturas. Los jerséis sin mangas de punto anchisimo y los pantalones de tiro alto, muy alto, fueron algunas de las nuevas ideas en una de las colecciones más prácticas y llevables que se recuerdan para la casa, se trata, según el diseñador, de una subversión civilizada. Por su parte, Glenn Mertens en Y/Project siguió en la vía experimental de sus anteriores colecciones usando la distorsión como herramienta creativa para encontrar líneas y superficies originales “cambiando la percepción de lo que es llevable”, en sus propias palabras. Por su parte, Jonny Johansson en Acne Studios colaboró con la artista británica Katerina Jebbs y su trabajo “Physical Evidence of a Woman” insertando alguna de sus reflexiones visuales en las prendas.

5. Decir adiós con la cabeza bien alta. Dos han sido las diseñadoras que se han despedido de sus respectivas casas. La marcha de Sarah Burton nos cogió por sorpresa y el anuncio de que su puesto sería tomado por un hombre – Sean McGirr – desató la furia en Instagram. Y es que parece que en Kering han sido incapaces de encontrar un perfil femenino que ayude a diversificar su cartera de talentos (y no será porque no haya propuestas). Burton, que ha tenido sus altos y bajos pero ha continuado la labor de McQueen con dignidad, se ha ido con una colección muy bella en la que el espíritu rebelde de Lee se fusiona con el estilo más romántico y femenino de Sarah. Y tampoco faltaron las flores. No fue la única despedida. Gabriela Hearst se despedía de Chloé con la que posiblemente ha sido la mejor colección durante su paso por la casa. Y de nuevo, las flores brotaron de los vestidos. En este caso Hearst ha jugado un papel crucial para integrar la sostenibilidad en el corazón de la firma “Muchas personas me han preguntado si Chloé será sostenible una vez me vaya. Y estoy segura de ello”. En Chloé, sí que será una mujer quien tome el relevo: Chemena Kamali, quien empezó su andadura junto a Phoebe Philo y más adelante fue diseñadora de Clare Waight Keller.

6. La metamoda de Balenciaga nunca defrauda. Sacar a desfilar a la crítica de moda Sarah Mower, a la periodista Diane Pernet, a la curadora e investigadora Miren Arzalluz y a la consultora Linda Loppa merecen unas líneas. Demna se niega a reprimir su creatividad y a abrazar el “lujo silencioso”. En esta colección ha querido celebrar “todo aquello que ama sobre la moda” y lo ha querido hacer junto a personas importantes en su día a día, y más tras pasar unos meses difíciles. El diseñador ha querido reflexionar en torno al conservadurismo que está impregnando la moda y el poderío del “efecto derrame” (o Trickle Down) para reivindicar el “Bottom Up”, eso que sabe hacer tan bien ( y que muchos le han discutido). “¿Cómo es posible que en 2023 la moda necesite ser definida de arriba abajo, como en los viejos tiempos del colonialismo, cuando la elite definía lo que todo el mundo tenía que llevar?”, se preguntaba en wwd. El debate está servido, pero que un desfile aborde uno de los grandes temas de la sociología es siempre bueno. Mención especial también por la banda sonora del desfile con Isabel Huppert leyendo las instrucciones para confeccionar una americana de sastrería. Con ello Demna ha querido poner en valor el trabajo que hay detrás de cada una de sus piezas.

7. Galliano siendo más Margiela que nunca. Maison Margiela siendo más Galliano que nunca. Después de unas cuantas temporadas, Galliano mostró una colección muy interesante, en la que el diálogo entre los códigos de Margiela y los de su propia biografía laboral lograron entretejerse en un equilibrio tan interesante como atractivo. Los modelos desfilaron con un estilismo y unas poses que nos remiten a los bocetos expresivos de una de las primeras colecciones del diseñador en una propuesta que desafiaba los convencionalismos de género y huía de cualquier tendencia o moda pasajera.

8. Todo lo que quiero ponerme. Hay colecciones que nos gustan por sus mensajes, por su coherencia, por sus nuevas siluetas…luego hay aquellas que imaginamos en nuestros armarios, que compramos con nuestra imaginación. The Row parece haber encontrado el secreto para generar el deseo centrándose en el detalle y en añadir novedad a través de la sutileza. Para el próximo verano ha presentado su colección más colorida sin abandonar el A, B, C de sus códigos de diseño. No se si algún día podré comprarme alguna de sus prendas, pero sus estilismos ya están en mis paneles mentales de inspiración y, quizá, en eso radica su éxito, que es inclusiva. Y es que entre tantos fuegos artificiales, su aproximación terrenal a la moda es todo un respiro. Atención también al debut de Louise Trotter en Carven – se ha hablado poco de él . La diseñadora, que tiene clara su ambición de que Carven salga de su espacio nicho, también es consciente de que “nos tomaremos nuestro tiempo; lo haremos de forma cuidadosa”.

9. No quería despedirme sin mencionar a Pamela Anderson y su cara lavada. Poco más se puede decir de esta actitud de rebeldía ante la presión estética creciente debido a las redes sociales y sus filtros. ¡Chapeaux!