Neon, taste, love.
Esta es la segunda vez que viajo a Tokio. He llevado conmigo mi cámara, de la cual no me he separado ni un momento y he conseguido registrar algunos momentos inolvidables para mi. Además de algunas calles o partes de la ciudad que me cautivaron, me ha fascinado capturar a las personas, sus casas y sus miradas. Cómo es su espacio íntimo y ese sentimiento de individualismo que se respira en la ciudad. Y espero que haya una tercera vez muy pronto…
¿Qué te llevó a Japón?
Las dos veces que he estado en Japón, ha sido porque FRUE invitó a mi novio Pedro para presentar su trabajo. Así que además de ayudar a Pedro con su presentación, aprovecho para quedarme un poquito más y conocer la ciudad.
¿Era tu primera vez?
La primera vez fue en enero y después volvimos en junio, ambas por el trabajo de Pedro.
¿Cuántos días te quedaste, dónde y con quién?
Cada vez me he quedado unos 10 días, siempre en Tokio. No hemos ido a ninguna otra ciudad por falta de tiempo, porque estábamos trabajando y el poco tiempo que teníamos libre, prefería invertirlo en vivir la experiencia “Tokyo” al 100%. Desde hacer las típicas cosas de turista hasta profundizar un poco más, para ver como es realmente vivir allí.
Hemos hecho muchos amigos, así que en el segundo viaje, ni siquiera pensé en ir más allá de Tokio, sólo quería poder aprovechar el tiempo con mis amigos y disfrutar de la ciudad, que es imposible conocer en sólo 10 días.
Los primeros días estuvimos en el hotel Shibuya y después nos quedamos en un apartamento que encontramos por Airbnb en el barrio de Ebisu, que tenía una habitación con tatami preciosa. Nos buscamos nuestro propio apartamento, porque como puedes imaginar, los amigos que hemos conocído allí tienes pisos muy pequeños, en los cuales es imposible que nos pudieran acoger. Realmente, pasábamos muy poco tiempo en la habitación, las horas imprescindibles para dormir.
¿Por qué recomiendas la ciudad?
Si te aburres en el campo y eres de las que prefiere hacer vacaciones en la ciudad, si te gustan las cosas nuevas, locas, raras… Tokio es tu destino. Puedes pasar un mes allí, que no te aburrirás ni un segundo porque todo es una novedad.
Pero Tokio no es una ciudad fácil para los turistas, porque todo está en japonés, entre otras cosas.
Tokio es el verdadero “Lost in translation”, aún más mágico que en las películas. Todo es más verdad y más raro de lo que podías haber imaginado.
¿Lo que más te gustó?
Comida, comida, comida, comida, comida, comida, comida, comida, comida, comida… podría haber pasado cada momento comiendo. jajaja
Por otro lado, no tengo palabras para describir el cariño que siento por las personas que he conocido allí. Todos me han enseñado cosas, me han prestado mucha atención y siempre me han tratado fenomenal.
Quiero dar las gracias a Pedro Maia por la oportunidad de viajar junto a él y a todas las personas que se dejaron fotografiar por mi y que convirtieron este viaje en algo especial. FRUE, Taka Arakawa, Rebecca U, Julie Roche, Hanayo and Tenko Nakajima, Sakiko Fukuhara, Tillman Wen.
