Sin procesar. Así es Cris Stölhe

13 / 03 / 2018
POR Natalia García

Conocida como @hijadeladroga, en su Instagram nos enseña a ver el mundo sin filtros y próximamente lo hará con el libro #POTD,’a random picture book’. En #VEINDIGITAL hablamos con esta artista multidisciplinar.

 

 
Al natural, sin artificios, muy aleatoria, versátil, pero sobre todo con una sensibilidad artística que se manifiesta en todo lo que hace. Así es Cristina Stölhe y así son sus fotografías. Esta gallega de 24 años es historiadora del arte, pero ha modelado, fotografiado, pasado por el mundo editorial e incluso ha ejercido de comisaria artística. Hablamos con ella con motivo del lanzamiento de su próximo libro, producido por Terranova, una oda a su Instagram y a la fotografía hecha con el móvil. Stolhë, ha bautizado su obra como #POTD,’a random picture book’. Las siglas pertenecen al «Picture of the day», haciendo alusión a dicha red social.

¿Quién es Cristina Stölhe?

No me gusta definirme, pero digamos que fotógrafa documental, actriz, modelo… También me interesa y he trabajado en el mundo editorial y de la producción artística, el comisariado.

¿A qué se debe el nombre ‘hijadeladroga’ que utilizas en Instagram?

Al libro ‘Yo Christiane F., hijos de la droga’, ya solo el título me impactó, nunca la palabra droga me había sonado tan bien hasta entonces, lo encontré hasta poético. Además me gusta la ambigüedad que conlleva el nombre, una droga puede ser cualquier cosa. Creer que droga es solo la sustancia que altera la consciencia es pensar en corto. Para mí es una metáfora, todo puede ser una droga. Además tanto el libro como la peli me impactaron y la tía se llamaba como yo.

¿Cómo definirías tu estilo?

No me gusta definirme, pero siempre me he sentido de otras épocas, así que mi estilo va en relación a eso supongo. Me encantan los 70s y 90s.

¿Qué es lo que más te inspira?

El movimiento, la calle, las personas…, todo.

 

 

 
¿Cómo es tu relación con el mundo de la moda? ¿Y con el del arte?

Mi relación con el mundo de la moda es sana pero soy bastante crítica. Al igual que con el arte ambos se mueven en escenarios ‘serpentinosos’ y a veces me molestan ciertas cosas, pero como todo, hay que ser crítico. Ambas son herramientas súper importantes para mí, me encantan y me nutro de los dos mundos. Todos tenemos nuestra propia opinión pero coincidimos en que por ejemplo, el arte es necesario, y cubrir tu cuerpo con gusto también, ¿no?

¿Qué intentas expresar a través de ellos?

Pues, con la ropa no busco más que expresarme a mí misma. Los objetos nos poseen, una lámpara la tienes por algo, ¿no? le das una identidad aunque sea estética pues si te cubres con algo imagínate. Yo no visto igual cuando estoy triste que cuando estoy contenta y sin darme cuenta me adorno con colores apagados o más claros. De repente un día me doy cuenta que llevo meses sin ir de negro y para mí tiene un sentido súper psicológico. Con el arte la respuesta sería más compleja. Creo que simplemente soy, es donde más me encuentro, mientras con la moda juego, con el arte me proyecto.

 

 

 
Por qué crees que la historia se ha empeñado en hacernos ser musas, cuando hay miles de mujeres artistas, en todos los campos: música, pintura, cine, diseño…

No es que la historia se haya empeñado. Una cosa es quien la ha escrito y otra distinta cómo ha sucedido. El papel de musa varía a lo largo de la historia del arte, pero se dio también porque hemos querido serlo y hay que tener esto en cuenta (obviando el carácter de diosas por ejemplo la griega y estas formas de representación de la mujer). Otra cosa es que la historia se haya escrito para y por hombres. Es decir, que su interpretación pueda ser absolutamente machista es otra cosa. Es un debate complejo y algo que siempre me ha interesado en la carrera, pero te sorprendería la cantidad de creadoras que hay que no conocemos, hay que partir de la base de que todo es educacional (volviendo a quién escribe la historia) y si no te enseñan más que la mujer como musa o inspiración del hombre pues te lo crees por norma. Hay que cambiar nuestra forma de pensar. Somos musas como somos creadoras, somos todo lo que queramos ser aunque nos queda mucho por conseguir. En resumen, tenemos que empezar a liberarnos de la imposición que nos viene dada en la historia de la mujer mártir, siempre a la sombra del hombre y hay que seguir construyendo sobre la idea de que la mujer SIEMPRE ha sido creadora y lo seguirá siendo.

 

 

 
En tu timeline más “reciente” de Instagram, se repiten fotos a personas mayores y a monjas, ¿tiene algún significado especial?

Bueno, hace años que hago fotos a monjas, desde que viví en Santiago de Compostela, porque era prácticamente la figuración de la ciudad. Me encantaba verlas realizar acciones cotidianas como de personas “normales”, como si no fuesen a comerse una empanadilla mientras van en bici. Pues sí, ¡lo hacen! Me encanta la gente, lo veo todo como si estuviese en una película. Las monjas me inquietan, desde que tuve una tía abuela monja de clausura, es algo que me marcó. Sólo tuve contacto con ella a través de los barrotes. Apenas la veía pero su energía te cautivaba. Me fascina el concepto a la vez que me perturba, por eso me gusta. Las personas mayores, qué decir. Siempre me han transmitido más que nadie a la hora de fotografiar. Me interesa cómo evolucionamos, ser ancianos significa vivir sin filtros y el haber cumplido casi con toda una vida, es muy intenso.

 

 

 

 
Estás preparando un libro que será editado por Terranova. Háblanos de él.

Pues es un libro que documenta distintos momentos, sitios, y encuentros de mis últimos dos años, sin orden cronológico, muy crudo, con relación a cómo consumimos hoy en día las imágenes. He querido hacer algo muy visual siguiendo los mismos códigos que tenemos para consumir y vomitar imágenes. Una oda a Instagram, al mío en particular, que es como mi diario visual, (hago muchas fotos al día así que me sirve para ordenarme) también es una oda a la fotografía hecha con el móvil, la cual es igual de válida que cualquier otra. Para mí el concepto prima sobre la herramienta con el que lo trabajes, y esto es lo que quiero transmitir con este libro.

¿Qué tipo de fotografías podremos encontrarnos, serán las mismas que las de tu cuenta, o habrá alguna inédita?

¡Pues fotos muy random! Como el contenido de mi Instagram, todo lo que me interesa y fotografío. Hay inéditas, claro y algunas que ya he colgado en Instagram también.

¿Por qué crees que triunfan las imágenes sin procesar, realistas, sin filtros…? ¿Podría ser este el principio del fin del “postureo”?

No sé, porque es veraz, quizás, a mi al menos es lo que me interesa, documentar lo que veo, plasmar la realidad, y ésta no se sirve de filtros, sería alterar lo que observo.