¿Estamos ante el fin de la era del ‘streetwear’?

17 / 02 / 2020
POR David Alarcón

Diseñadores como Virgil Abloh pronostican la inminente muerte de la moda urbana, a la vez que predicen el auge del mercado vintage y de segunda mano.

Fotografía: Eva Losada

Supreme, Off White, Kappa o Gosha Rubchinskiy son tan solo algunas de las firmas que han sabido hacer de la moda urbana un estilo de vida. Amparadas bajo la denominación de ‘streetwear’, estas marcas han logrado imponer una serie de códigos que van más allá de la vestimenta. La negativa a aceptar lo políticamente correcto, el rechazo al elitismo y la soberbia de las clases más pudientes y un fanatismo declarado por la logomanía y la reconversión de símbolos asociados al lujo han impreso sobre gran parte de los jóvenes un estilo único altamente atractivo.

Desde que Shawn Stüssy, un adolescente amante del surf originario de California, empezase a estampar su firma en camisetas y sudaderas a principios de los 80, el fenómeno ‘streetwear’ no ha dejado de ganar adeptos, convirtiéndose en una forma de entender el mundo materializada a través de la ropa deportiva. El estudio conducido en 2019 por Strategy&, la consultora estratégica de PwC, corroboró la sorprendente magnitud del mercado de moda urbana, aportando datos reveladores en relación a su impacto mundial. Tras haber encuestado a 40.000 consumidores de todo el mundo, concluyeron que más del 60% de los amantes del streetwear no alcanzaban los 25 años de edad. Estos jóvenes percibían, en su gran mayoría, un salario anual por debajo de los 40.000 dólares. Sin embargo, este hecho no les impedía abonar entre 100 y 300$ por una única prenda o unas zapatillas deportivas determinadas, siendo los consumidores asiáticos los que más invertían por producto; el 32% de la clientela japonesa reconoció gastar una media de 500 dólares por ítem.

Vetements primavera-verano 2020

El streetwear continuó cautivando a millones de jóvenes de todos los continentes, para posteriormente pasar a convivir con la alta costura e instalarse en las grandes capitales europeas, integrándose en los calendarios de las Semanas de la Moda más relevantes. El informe ‘Streetwear: the new exclusivity atribuye el éxito de este mercado a 5 factores: autenticidad, escasez, democracia, asequibilidad y actividad online y offline perfectamente coordinada. Supreme es la marca que mejor representa el estilo streetwear, de acuerdo con la encuesta realizada por Strategy&, seguida por Nike, Off-White y Adidas.

Virgil Abloh, impulsor de Off-White y director artístico de hombre en Louis Vuitton, emitía a finales de 2019 unas desconcertantes declaraciones en una entrevista a la revista Dazed. El gurú de la moda urbana se atrevía entonces a pronosticar la muerte del streetwear para el año 2020. “Creo que va a desaparecer. Creo que su momento ha llegado porque, ¿cuántas camisetas más podemos tener, cuántas sudaderas, cuántas deportivas?” manifestaba el creador. “Creo que el streetwear va a dar paso al auge del vintage. La moda volverá a indagar en su archivo” añadía. El impulsor de la moda deportiva, encargado de subir el chándal o las mallas de ciclista a la pasarela, sorprendía al mundo con este testimonio en el que renegaba del estilo que le catapultó al éxito.

Fotografía: Claudio Lavenia / Getty Images

En 2018, Kim Jones, director creativo de Dior Homme, confesaba estar extenuado del término ‘streetwear’. “Usas ropa en la calle, entonces todo es ‘streetwear’. Puedes llevar un vestido de alta costura y el simple hecho de llevarlo en la calle ya lo convierte en streetwear” reconocía en una entrevista a  Highsnobiety. Si Jones declaraba la muerte del término, Abloh fue un paso más allá advirtiendo de la aniquilación de todo lo que dicho concepto conlleva. Una afirmación acertada y coherente si tenemos en cuenta que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta; un dato alarmante que debería empujarnos hacia la ropa vintage y de segunda mano.

Virgil Abloh abandona los códigos estéticos urbanos y apuesta por la sastrería en su colección Off-White otoño-invierno 2020