“Esto no es un cuerpo”, el ensayo fotográfico que cuestiona la carga política del desnudo

08 / 10 / 2020
POR David Alarcón

Raúl Prat reflexiona sobre la concepción del cuerpo y la delimitación del mismo impuesta históricamente por la sociedad a través de la silueta femenina. Hablamos con él.

‘Esto no es un cuerpo’ by Raul Prat

Las fotografías de Raúl Prat tienen luz propia. Una atmósfera desprovista de elementos innecesarios unida a un gusto declarado por la neblina y el prisma traslúcido.  Su interés por la fisionomía ya quedó patente en ‘Metadigitalismo’, exposición dirigida por Guillermo Solas exhibida virtualmente el pasado junio, y donde mostró su trabajo junto al de reconocidos artistas como Hanne Zaruma. Pero a Raúl no le interesa el factor estético de la morfología humana. Alejado de la concepción más arcaica de belleza, el creador interdisciplinar lucha por ir un paso más allá, adentrándose en el concepto escondido bajo lo perceptible al ojo humano.

‘Esto no es un cuerpo’ es su última obra, desvelada al público en plena pandemia mundial. Un breve ensayo fotográfico que pretende poner sobre la mesa cuestiones históricamente relegadas a un segundo plano, y que nos afectan directamente a todos. “No quiero lanzar ningún mensaje concreto con este trabajo, no siento que sea nadie para hacerlo. Sin embargo, partiendo de la base de que estamos viendo un cuerpo desnudo en Internet, el ensayo adquiere una carga política; y esto implica muchas cosas” explica el fotógrafo, quien ha optado por retratar la silueta femenina al natural en esta última serie.

Recostada, de espaldas, oculta tras un velo que deja entrever torso y piernas. El ensayo fotográfico presenta a una mujer desnuda, cuestionándose a su vez las connotaciones políticas, sociales y culturales que dicha representación conlleva. “Traté de explorar la ambigüedad de los cuerpos para retratarlos en esencia. De este modo, la modelo no hacía de modelo, sino que prestaba su cuerpo para la representación. En la imagen, lo que aparece es la idea-imagen de un cuerpo” comenta Prat, para quien la reflexión y el debate con uno mismo se convierten en los verdaderos protagonistas en su metodología de trabajo.

“El ensayo consta de 3 obras fotográficas: una fotografía digital en la que aparece el cuerpo en una silla de plástico, una captura de pantalla desde un ordenador, y una impresión escaneada del cuerpo”. Para Raúl, todas las representaciones corporales incluidas en la propuesta artística son igual de válidas, pese a que “guardan poca relación entre ellas”. “¿Quién decide lo que es un cuerpo y lo que no lo es?” se pregunta el autor en el manifiesto que acompaña a su último trabajo. Una pregunta abierta a la audiencia que él mismo trata de responder. “Me planteé este interrogante en su momento porque no conseguía encontrar una respuesta convincente. Y desde entonces, tampoco la he hallado. Tampoco pasa nada si nunca lo conseguimos saber” concluye. No obstante, hace especial hincapié en la trascendencia y el valor de la toma de decisiones por uno mismo. “En realidad, somos nosotros los que decidimos lo qué es un cuerpo. Y partiendo de esta hipótesis, me apetecía exponer lo que para mí son cuerpos y lo que no lo son”.

Resulta inevitable recurrir a etiquetas y compartimentos mentales a la hora de agrupar las ideas. El cerebro humano organiza la información de acuerdo a una estructura que, si bien puede parecer inamovible, no lo es. “Ponemos nombres a las cosas para poder entenderlas. Sin embargo, no creo que sea necesario llevar esto al límite al que estamos acostumbrados” reflexiona Raúl. Finalmente, optamos por dirigirle la pregunta que dio origen a la obra, en busca de posibles respuestas fruto del propio proceso de desarrollo del ensayo: ¿Es el cuerpo un territorio político? ¿Y el desnudo? ¿Por qué? “Cualquier acto humano está en mayor o menor medida politizado. El lenguaje es un acto político, los cuerpos son territorios políticos, y por ende los desnudos también. Es un acto político desde el momento en el que incomoda a alguien. La censura es la evidencia más clara” responde, antes de emitir una interesante reflexión final. “Que el propio cuerpo pueda ser politizado legitima todavía más esta afirmación. Que este ensayo haya sido publicado en Internet y esté siendo compartido en una revista, confirma y reafirma su carácter político”.