Haciendo un repaso por la geografía, desde Londres hasta Los Ángeles, pasando por Sao Paulo, las marcas de lujo han salido a la calle, se han hecho con sprays y stencils y se han unido a la cultura del graffiti para darle un toque urbano a sus campañas.
Ahora, si eres de los que va a Shoreditch, en Londres, a la caza de un Banksy, te sorprenderá comprobar que convive con los logotipos pintados a spray de Christian Louboutin, tal y como descubríamos en el medio internacional
Bloomberg.
Este tipo de compañías, que se situaban en otro escalafón muy por encima del arte urbano -considerado como intrusión e incluso un acto criminal en muchas ocasiones- han entendido que el mejor street art puede volverse de su parte, convertirse en viral en las redes y atraer a un nuevo público que anteriormente no estaba en sus planes.
Los días de gloria de la cultura callejera fueron, sin duda, durante la década de 1990, aunque es imposible renunciar al
revival que estamos presenciando. Las compañías de música y ropa deportiva ya lo han practicado hace unos años.
Ahora, es cuando la industria del lujo está entrando en acción. En mayo,
Gucci comenzó una campaña de murales en la Ciudad de México, mientras que la
Global Street Art Agency de Londres recientemente hizo un mural para Louboutin en Shoreditch.