Cargados de significado, sus dibujos constituyen una perfecta aleación entre la sátira y la reivindicación social. Hablamos con la ilustradora, uno de los máximos exponentes del arte del esbozo en la actualidad.
‘BxL’ @belensegarra
En junio de 2012, la artista valenciana Belén Segarra desembarcaba en la red social Instagram. La aplicación de contenido gráfico por excelencia apenas contaba con dos años de vida por aquel entonces, y Segarra no dudó en unirse a la plataforma y empezar a compartir sus dibujos, sin ninguna otra pretensión que mostrar al mundo su trabajo personal. Ahora, siete años después de su primera publicación, una ilustración de una joven mujer en actitud sosegada rodeada de peces repletos de escamas y vegetación marina, la creadora ha configurado un ecosistema con vida propia en su perfil, donde aglutina a más de 13 mil seguidores.
Animales con tintes fantásticos, personajes bañados en vivos colores y escenarios de ensueño que esconden poderosas reivindicaciones y protestas sociales conforman el característico imaginario de Segarra. Sus ilustraciones, delicadas y exquisitas, contrastan con el mensaje de fondo que la artista transmite a través de sus características representaciones del mundo. La simbología, la sátira y la parodia de los aspectos más banales y superficiales de la vida conviven apaciblemente con los sentimientos más profundos y las emociones más íntimas del ser humano. Pero también deja hueco para lanzar algún que otro recado al mundo, siempre en consonancia con su reconocible estética.
‘Abejas’ @belensegarra
Desde ilustraciones en clave humorística haciendo alusión a aquellos que no cogen nunca el teléfono pero exigen una respuesta inmediata vía Whatsapp, hasta una representación personalísima de una vagina bajo el título de ‘Anatomía del mejillón’. Belén Segarra es frescura, es dinamismo, es crítica; todo ello, cargado de una gran dosis de surrealismo. Sus ilustraciones, identificables a simple vista, la han llevado a colaborar con Swatch, Amstel, Vogue España y un sinfín de marcas y proyectos, así como a exponer en galerías de Polonia, Alemania, Italia y España. Pero Segarra no se limita a las ilustraciones, y trabaja también con otros formatos como el mural, presentes en bares, festivales y calles donde la afluencia de público se ha visto desbordada desde que la artista dejase su rastro en las paredes.
Hablamos con Belén para conocer más a fondo su proceso de creación, su filosofía de trabajo y sus proyectos futuros:
Belén Segarra
Te defines como ilustradora y Anunnaki. ¿Por qué ese desapego de la humanidad tal y como la conocemos y cómo se refleja en tus ilustraciones?
Nos creemos el centro del universo pero en realidad somos insignificantes. Al final, resulta que estamos perdidos cada uno en nuestro pequeño mundo. Cuando dibujo me gusta jugar con los sentimientos que nos bloquean, parodiar el cansancio, la rabia o el dolor; reírme de nuestra estupidez (como nos obsesiona un doble check en un mensaje que no es contestado y cómo podemos hacer un drama por cosas tan mediocres); me gusta contrastar todo esto con elementos de la naturaleza porque creo que es lo único puro que nos queda. Me atrae mucho la alquimia a nivel simbólico, los manuscritos antiguos de anatomía, astronomía o botánica, y a veces escondo elementos de cosas freaks que me molan: nazca, moais, pirámides, proporción áurea, manuscrito de Voynich… Me puse Anunnaki por no ponerme friki.
‘Holy Hands’ @belensegarra
Aparentemente inocentes por los colores ácidos que las componen, tus ilustraciones están cargadas de surrealismo, fuerza a la vez que delicadeza y aura rocambolesca. ¿Cuál es tu máxima a la hora de crear?
Creo que la gente que creamos cosas vamos con los ojos muy abiertos, interiorizando toda la información que nos atrae sin darnos cuenta y se nos queda dentro para utilizarlo en algún momento. Supongo que en mi caso son cosas tan dispares que acaban saliendo como una explosión, cosas que no pueden encajar pero que las fuerzas porque a ti te gustan así. Esa es la forma en que me gusta hacer y al final, si es sincero, encuentras el lenguaje para hacerlo.
Belén Segarra trabajando en vivo en un mural, durante la inauguración de la tienda PRIMARK de Valencia
Tus personajes podríamos ser cualquiera de nosotros: chicas que vomitan sus pensamientos a través de la pantalla del móvil, otras que amanecen con chupetones o chicos que se muestran egoístas al no querer compartir su rebosante cartón de palomitas. ¿Qué hay de realidad detrás de tus ilustraciones? ¿Es una crítica a la escena actual?
Es muy difícil desvincularse, en un proceso creativo personal, de las cosas que vives o que pasan a tu alrededor. Cuando dibujo estoy hablando sin darme cuenta de mi estado de ánimo, de la música que me acompaña, del espacio en el que estoy y del mundo en el que vivo. Hay tanta realidad en todas las ilustraciones que siempre pienso que un trabajo no lo hubiera llevado a cabo de la misma manera en un momento que en otro. Es algo que me gusta plantearme, no puedo evitar pensar cómo se hubiera desarrollado ese mismo proyecto en otras circunstancias.
‘Supatra’ @belensegarra
También hay muchas ilustraciones de temática feminista. ¿Cuál es tu papel y qué se puede conseguir a través de las ilustraciones?
Las imágenes son un refuerzo visual potente porque son rápidas y directas, como el momento en el que vivimos. En ese aspecto puedo contar muchas cosas en un instante y aprovechar mi trabajo para decir lo que quiera. Creo que mi papel es el mismo que el de cualquiera: dar visibilidad y fuerza a esta revolución. Yo puedo llegar a mucha gente en redes sociales pero también lo hago si voy a comprar el pan y por lo que sea, se da el caso.
Nos presentas a una mujer fuera de lo habitual en las ilustraciones: no diosas, no heroínas. ¿Por qué esta elección?
Son diosas y son heroínas pero no es necesario decirlo ni que se vea de una manera explícita.
‘Cumbia’ @belensegarra
¿Qué fue antes el mural o el lienzo en papel? ¿Cómo fue la adaptación y dónde te sientes más cómoda?
Fue todo un poco a la vez, al final solo varia el formato. Es cierto que me siento más cómoda en papel, a un tamaño más reducido. Suelo trabajar en un una mesa, bocetando muchos dibujos hasta que elijo diferentes elementos de cada uno para hacer la composición final. Esto me permite remover los papeles, las ideas y componer más rápido. Soy muy pulcra y meticulosa cuando preparo mis trabajos sobre papel y es algo que me permito aligerar cuando trabajo a gran formato. No sé porqué pero me pasa muchísimo, así que disfruto más pintando en grande. No soy tan rígida y me gustan los errores en un formato así. En pequeño no me los permito tanto. Manías…
Mural «El carrer de les camèlies»
En tus workshops trabajas junto a algunos de los mejores artesanos y artistas nacionales e internacionales. ¿Cuál suele ser la reacción de los asistentes?
Es una suerte poder ver de cerca las diferentes formas de enseñanza, las herramientas de cada artista y como siempre funcionan bien porque al final están contando su proyecto personal y es en lo que más creen. Después de trabajar con alguien que te proyecta eso, se provoca una motivación brutal. Creo que a los asistentes les llega así. Creo que todos salen con ganas de crear proyectos nuevos después de este tipo de jornadas de curro.
Los animales son parte fundamental de tu imaginario. ¿Por qué tanta presencia?
Porque son un pedazo de la parte pura que no hemos perdido todavía.
#HortAttack de Mercavalència , obra de Belén Segarra
¿Dónde te gustaría ver tus ilustraciones? ¿Y dónde las veremos próximamente?
Estoy preparando un nuevo Tarot. Tengo uno antiguo que ha funcionado muy bien pero ya no lo siento vinculado a mi curro actual y es el momento de rehacerlo mejor y con nuevo significado. A la par, estoy trabajando en un proyecto nuevo a gran formato porque es lo que me apetece ahora.
Nunca sé cómo van a funcionar ni dónde me van a llevar los proyectos personales que tengo en mente. He aprendido a diferenciar lo que me apetece hacer y donde me gustaría que estuviera porque si no, te vuelves loco. Proyectar algo concreto que al final, no funciona puede generar un sentimiento muy grande de frustración. Y lo peor, es que no es real, porque muchos likes no significa que este bien, ni muy pocos que esté mal.
‘Le Tarot @belensegarra
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