Glitches, degradados, caras cubiertas, bordados… Los detalles nos dan las pistas para conocer los universos detrás de las colecciones de primavera-verano 2022.
· Simone Rocha ·
Simone Rocha presentó su colección en la iglesia medieval de St Bartholomew en Londres, un sitio adecuado para una colección inspirada en los recién nacidos y los rituales que tienen que ver con traer un bebé al mundo. Contrastando con el espacio, las modelos aparecen de blanco: tul, lazos de satén, encajes y bordados, faldas voluminosas, perlas… Recuerdos de bautizos, comuniones, lactancia e incluso sangre.
· Marine Serre ·
Toallas de baño y paños de cocina de lino dan lugar a abrigos, camisas y faldas. Jeans y camisetas vintage se convierten en chalecos, vestidos y pantalones. Los materiales de la esfera doméstica se reinventan. Serre continúa desarrollando su seña de identidad, especialmente en su afán por emplear materiales sostenibles, reutilizar tejidos y hacer de la moda algo más humano sin renunciar a la diversión ni a una estética futurista: estampados deformados como glitches que cubren el cuerpo por entero también son parte de su colección.
· Loewe ·
Azul, rosa y violeta en tonos pastel con notas de color rojo. Una paleta sencilla enmarca estas piezas que evocan sorpresa y surrealismo: vestidos que dan lugar a formas geométricas, estampados borrosos, piezas rígidas transparentes que dejan ver el cuerpo desnudo, sandalias cuyos tacones son huevos, rosas o velas de cumpleaños… Loewe nos lo muestra todo sobre un fondo blanco, nada nos distrae de lo que ocurre en cada prenda. Pese a la imaginación que desprenden parecen objetos más sencillos, entre los que encontramos chándales, la silueta del cuerpo femenino y tela vaquera.
· Maison Magriela ·
Una colección para cualquier género. Inspirado por ja juventud, el romanticismo y la pesca John Galliano ha creado una colección repleta de abrigos amplios, botas de a la altura del muslo, vestidos frágiles y cárdigans de patchwork. Las botas rojas, amarillas y azules, así como los vadeadores son biodegradables, impresos en goma. Los detalles están marcados también por la pesca, con moscas emplumadas en abrigos, redes, cuellos marineros o sombreros flamencos del siglo XVII. Con esos detalles de deconstrucción característicos de Maison Magriela como las costuras vistas, la colección trae consigo un aire de recuperación, transformación de lo destruido que da lugar a un aura misteriosa y sensible.
