#DIVASDELJAZZ: Billie Holiday, “la mejor cantante del siglo”

19 / 08 / 2020
POR David Alarcón

La historia de la intérprete de ‘Strange Fruit’, considerada ‘la mejor canción del siglo XX’ por la revista Time, guarda multitud de secretos y enigmas. Los descubrimos.

Billie Holiday, New York City, 1949 / Herman Leonard

La vida de Billie Holiday está plaga de desajustes y mentiras. Los múltiples intentos por rescatar su legado y recuperar algunos de los capítulos más desconocidos de su trayectoria han desembocado en biografías ficticias y textos que distan mucho de la realidad, en ocasiones articulados en base a declaraciones imprecisas emitidas por la propia cantante. Mitos, tergiversaciones y habladurías rondan alrededor de la artista estadounidense. Pero hay un hecho que es absolutamente incuestionable; y es que Billie Holiday fue (y sigue siendo) una de las voces imprescindibles en la historia del jazz. Recuperamos su historia; una vida plagada de altibajos marcada por el éxito y las malas compañías.

 

MÚSICA COMO ESCUDO PARA COMBATIR LOS MALOS TRATOS

Nacida en Filadelfia (Pensilvania) en 1915, Holiday creció en una ambiente desestructurado organizado en torno a un débil esqueleto familiar. Su madre, Sadie Fagan, apenas tenía trece años cuando dio a luz a la cantante, mientras que su padre Clarence Holiday, guitarrista y bajista de la banda Fletcher Henderson, decidió abandonarlas al poco de nacer. Violaciones, malos tratos y una pronta incursión en el mundo de las drogas y la prostitución propiciaron una juventud basada en el nomadismo, la carencia de afecto familiar y la escasez de recursos. Fue en 1930, con tan solo 15 años, cuando Holiday comenzó a actuar frente al público en pubs y locales de Nueva York. Fue precisamente en el club ‘Pod’s and Jerry’s’ de la Gran Manzana donde la americana debutó frente a la audiencia, con su mítico tema ‘Trav’lin All Alone’. La profundidad de su voz y el carisma de la artista sobre el escenario dejaron perplejos a todos los allí presentes.

Billie Holiday cantando junto ‘Fine and Mellow’ junto a su banda. Foto: Corbis

DE ACTUACIONES EN CLUBS AL APOLLO THEATRE

Un par de años después de su primera actuación, el productor musical John Hammond acudió a escucharla en directo al club ‘Log Cabin’. Asombrado por el talento de la intérprete, decidió entonces ponerse en contacto con Benny Goodman, conocido popularmente como ‘El rey del swing’, con el propósito de abrirle las puestas del estudio y cederle un espacio donde dar rienda suelta a su arrolladora capacidad vocal. El clarinetista accedió y Holiday siguió forjando su prometedora carrera, arropada por algunos de los máximos exponentes del género musical, para posteriormente actuar en el famoso Apollo Theatre y ser contratada por el mánager de Louis Armstrong, Joe Glaser.

LA CONSOLIDACIÓN DEL ÉXITO

Desde 1935 y hasta 1950, la cantante llegó a convertirse en una de las grandes estrellas de los escenarios, siendo reconocida como una de las figuras imprescindibles del jazz del siglo XX. Su primera aparición en la gran pantalla, concretamente en la película ‘Symphony is Black’, desembocó en unos fructíferos años para Holiday amparada por Columbia Records, grabando y actuando junto a figuras clave de la época como Ben Webster, Johnny Hodges, y el fundamental Lester Young. Con tan solo 25 años, la defensora del jazz se había convertido en el icono de toda una generación con una ferviente horda de seguidores.

Billie Holiday by Jo King

MELODÍAS IMPREGNADAS DE DENUNCIAS SOCIALES

Holiday tuvo que hacer frente a la segregación y el racismo imperante en los Estados Unidos de principios de siglo. Ser mujer negra en la época y dedicarse al mundo de la actuación y el espectáculo implicaba ser víctima de vejaciones, ultrajes e infinitos tipos de discriminación racial. Este hecho, unido a su adicción a la heroína y una infancia marcada por los abusos, inspiraron algunos de sus temas más célebres como ‘Strange Fruit’, donde aborda el desamor y la miseria, a la vez que emite un conmovedor alegato antirracista; o ‘My Man’, un single adelantado a la época en el que la cantante se atrevía a hablar de la violencia de género, décadas antes de que se llegase a acuñar este término.

UNA CAÍDA ACELERADA POR LAS ADICCIONES Y LAS DROGAS

A principios de los 40, Holiday fue reconocida con el galardón ‘Golden Esquire Award’, venciendo al resto de nominados entre los que se encontraban Ella Fitzgerald y Mildred Bailey. En la misma década, mantuvo una relación con el trompetista Joe Guy, adicto a los estupefacientes, después de haber contraído matrimonio con el también trompetista Jimmy Monroe; es entonces cuando comienza su caída. Sus giras por América y Europa y sus reiteradas apariciones públicas concluyeron cuando la cantante decidió ingresar en una clínica de desintoxicación con el fin último de reconducir su vida. En 1958, un año antes de su muerte, publicó el que es su álbum más conocido, ‘Lady in Satin’. Las estafas, las reiteradas detenciones y las malas compañías la llevaron a ser condenada a arresto domiciliario en julio de 1959. Ese mismo mes, moría por una cirrosis hepática a la edad de 44 años.

«LA MEJOR CANTANTE DEL SIGLO»

Holiday fue una de las primeras mujeres en atreverse a hablar de temas controvertidos silenciados en aquel momento, como la violencia machista o la diversidad sexual, declarando abiertamente su bisexualidad. Su inconfundible voz, impregnada de vivencias y episodios trágicos, dio vida a multitud de álbumes y sencillos imprescindibles en la historia del jazz como ‘Strange Fruit’ o ‘Lady in Satin’ , y le valió el título a ‘la mejor cantante del siglo’.

Billie Holiday, © Getty / Michael Ochs Archives

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