Esmay Wagemans: belleza en la dicotomía de la desnudez

21 / 07 / 2022
POR Claudia Valero

La diseñadora holandesa presenta ‘The Originals’, armaduras líquidas que difuminan el desnudo y plantean el cuerpo como un lugar de recreación.

Esmay Wagemans nació como un experimento, pero es ahora cuando encuentra un lugar especial en el mundo de la moda. La diseñadora holandesa trabaja en el arte por el arte. Sus creaciones son belleza y una celebración de la dicotomía de la desnudez, como naturaleza carnal y como objeto de admiración. Bajo la concepción del cuerpo como un lugar de recreación biónica presenta ‘The Originals’, una serie de armaduras líquidas sobre mujeres neo-tribales.

La diseñadora holandesa comenzó a explorar durante sus estudios en la escuela de arte la relación entre la desnudez y la ropa. Moldeaba a mano láminas termoplásticas transparentes sobre diferentes partes del cuerpo. Sus diseños surgen de un error técnico, dando como resultado corazas esculpidas y talladas sobre torsos desnudos. Sus piezas son belleza y ciencia ficción, derretidas y congeladas bajo materiales líquidos y fosforescentes.

Las raíces del trabajo de Esmay Wagemans se encuentran en el ensayo de Donna Haraway de 1985, ‘A Cyborg Manifesto’. El cuerpo humano se convierte en un templo de recreación y desarrollo de elementos tecnológicos que sustituyen sus propias funciones naturales. En este contexto, las armaduras de la firma se convierten en una segunda piel borrosa y difuminada, pero también en un evento de avance a la par que belleza.

Contornos modificados que funcionan como aditivos del cuerpo, ensalzando su atractivo y cubriendo el pudor. Las piezas de Wagemans son una nueva forma de exhibir el cuerpo en su estado de mercantilización al agregar una nueva capa de artificios. El concepto de la diseñadora de cuerpo como un lugar de reformación marca la diferencia entre la desnudez como un evento carnal y la desnudez como un objeto de admiración.

Esmay Wagemans no cree en las piezas de ‘The Originals’ como artículos de moda, sino como piezas de rendimiento únicas. El proceso de creación fue en el ‘laboratorio humano’ de la diseñadora. Invitó a su estudio a modelos amateurs con diversos tipos de cuerpo que superan los estándares de la normatividad. El proceso de moldeado hasta llegar a la escultura entre diseñadora y modelo fue personal, y funcionó como un tipo de catarsis para ambas.

Otra de las raíces de las que nace este proyecto es, para la diseñadora, el hecho de ser una mujer. Impulsado por las diferentes miradas y experiencias proyectadas sobre el cuerpo femenino durante su desarrollo hacia la madurez, y los estándares sociales entorno a ello. Bajo la concepción de madurez femenina como tabú, Esmay Wagemans muestra el cuerpo como una versión de poder, confianza y rebeldía personal.

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