Un nuevo libro celebra la unión entre moda y cine recogiendo los mejores trabajos, y las colaboraciones más destacadas, de diseñadores como Gilbert Adrian, Givenchy o Tom Ford.
Desde su origen, el cine ha poseído un gran poder de atracción. Nosotros, terrenales mortales, terminamos por convertir cuanto vemos proyectado en la gran pantalla en codiciosos objetos de deseo que levantamos a los más altos altares. Así donde hay actores vemos Hércules, donde actrices, imaginamos exuberantes Venus, y todo cuanto tocan nuestras ociosas deidades, mudamos en santas reliquias de devoción popular.
No es de extrañar entonces que, ante este poder de seducción, muchos hayan sido los diseñadores que han caído rendidos ante el brillo de promesas en forma de imperecedera fama. Un prolífico romance entre cine y moda que ahora vemos recogido en “Fashion in Film”, el nuevo libro del escritor Christopher Laverty que distribuye la editorial británica Laurence King.
Páginas dedicadas al diseñador Bliss Blass en “Fashion in Film”.
Diseño de Bart Muller para la película “Stoker” de 2013.
Editado a modo de enciclopedia, el volumen profundiza en los fuertes vínculos de unión entre ambas artes a lo largo del último siglo. Un repaso concienzudo y riguroso por las diferentes aportaciones con que las principales casas de moda y diseñadores han contribuido al mundo del cine.
Una de las más celebres precursoras de este tipo de colaboraciones no podía ser otra que Mademoiselle Coco. Pionera en casi todo, la diseñadora viajaría en 1931 hasta Hollywood para hacerse cargo del vestuario de películas protagonizadas por estrellas de la talla de Gloria Swanson o Ina Claire.
Páginas dedicadas a la firma Prada en “Fashion in Film”.
Diseño de Amy Westcott para la película “Black Swan” de 2010.
Un largo idilio del que también forman parte los diseños de Gilbert Adrian, creador del vestuario para el “Mago de Oz” de 1939, o la exuberancia de plumas, sedas y bordados de los vestidos que lucía Audrey Hepburn en “My Fair Lady”, y por los que el diseñador y modisto británico Cecil Beaton terminaría por recibir uno de sus tres premios Óscar. Cómo olvidar la sutil elegancia del famoso vestido negro de Humbert de Givenchy para Desayuno con Diamantes. O el look masculino de Diana Keaton en Annie Hall, obra del diseñador americano Ralph Lauren.
Páginas dedicadas al diseñador Tom Ford en “Fashion in Film”.
Olga Kurylenko en “Quantum of Solas” con vestido confeccionado por Miuccia Prada.
Viajes de ida y vuelta que duran hasta nuestros días, y en los que mientras grandes diseñadores se han acercado a colaborar con la industria de los sueños, otros salían de los estudios de grabación para construir su propia casa de moda al margen de la gran pantalla, como fue el caso de Adrian.
Y de singular es sin duda como habría que calificar la relación que Tom Ford ha mantenido con la industria del cine. El diseñador americano ha sabido ver en sus colaboraciones con la saga Bond, una oportunidad inmejorable con la que aprender los muchos secretos que se esconden tras la gran pantalla. Secretos que bien ha sabido cultivar para terminar dirigiendo sus propios largometrajes, en los que hay que señalar, delegó la labor de vestuario.
Todo un mundo de película repleto de fantásticas historias, que ahora podrán disfrutar todos los amantes del cine y de la moda con “Fashion in Film”.