Hiba Schahbaz o el arte que otea el universo femenino

25 / 06 / 2018
POR Beatriz Hernández

La artista pakistaní entabla un interesante diálogo cultural entre oriente y occidente que brota de la representación de su propio cuerpo.

 

 
Nacida en Karachi, Pakistán, Hiba Schahbaz ha hecho de Nueva York su hogar durante los últimos años. Con sede en un luminoso estudio de Brooklyn, las obras de esta talentosa creadora respiran una calma lírica que atrapa al que las observa, aunque sea desde su cuenta de instagram. Fueron sus orígenes como pintora miniaturista en el Colegio Nacional de Artes de la ciudad de Lahora los que la impulsaron a realizar el complejo trabajo plástico que la define en la actualidad. Sin embargo, si algo no ha cambiado en sus pinturas es la presencia del cuerpo femenino, concretamente el suyo, que siempre se ha posicionado como causa y consecuencia de su arte. Más allá de la desnudez, sus series recrean obras de la imaginería artística europea poniendo en primer plano a mujeres de cabellos negros y piel morena. Por sus manos han pasado conocidas obras de Piccaso, Botichelli o Goya, bañadas por la característica luz que Hiba Schahbaz imprime a sus pinturas.
 

 

 
Aun así, esta reinterpretación del arte clásico no se ciñe a una mera traducción de pinturas de otros artistas, ni tampoco ejerce únicamente de puente entre dos visiones culturales. Su trabajo profundiza en su propio universo personal, y lo hace a través de cuerpos sin complejos, pero distantes emocionalmente. Al mismo tiempo que estas figuras femeninas protagonizan los lienzos de Schahbaz, también desafían los cánones de belleza europeos definidos por el prototipo de mujer rubia y de tez clara que han copado el arte occidental a lo largo de la historia. De este modo, la artista conecta sus pinturas con las raíces de su pasado, mientras da voz al colectivo de mujeres pakistaníes, limitado en el ámbito artístico por sus tradiciones y costumbres.
 

 

 
Para crear este espectáculo rebosante de feminidad, Schahbaz trabaja en papel indio y papel wasli, con materiales como el té negro, la acuarela o la tinta. Un trabajo que ha evolucionado de la pintura miniaturista de sus comienzos hasta las creaciones a gran escala, para dibujar con una paleta de colores muy distintivos esta fantasía fugaz y eterna que son sus obras. El rosa, el rojo o el turquesa bordean el cuerpo de la mujer creando un aura espiritual que envuelve al espectador y lo pone en contacto con una mirada pluralista de la feminidad. Como resultado surge una armoniosa comunicación cultural, temporal e identitaria, que hace que el eco de Hiba Schahbaz, se escuche como una de las voces contemporáneas del arte clásico.
 

instagram.com/hiba_schahbaz