Hoy en #VEINDIGITAL os presentamos una nueva performance de Maria Forqué, parte de su proyecto «Women blood«. En palabras de Maria: «Intento expresar la condición de la mujer con diferentes acciones. Me cubro de sangre como una metáfora del sufrimiento, vida, muerte, parto y periodo de la mujer.»
Esta performance fue realizada en la residencia de artistas de Rosendyle a las afueras de Nueva York, una residencia perdida en un bosque infinito de lagos y animales y forma parte de la galería satélite de Grace Exhibition Space en Brooklyn, un espacio enfocado exclusivamente en performance.
«La galería hacia un ciclo sobre la mujer en el que todas las performers eramos mujeres. Cuando llegue sentí que estaba en un bosque encantado, lleno de bellas hadas desnudas y libres. Hicimos performances durante una semana en la naturaleza, cada acción generaba una energía muy fuerte y se convertía en un ritual.
El lugar vibraba con la energía femenina. Las noches, en especial la de luna llena, se convertían en un mundo paralelo de magia y secretos. Me parecía estar en el reino de la diosa blanca de Graves, siendo todas nosotras sus hijas mortales:
“La diosa de la Luna era la diosa de la magia, del subconsciente, de la inspiración poética. El dios masculino de la razón ha usurpado su lugar, siempre armado con el irresistible argumento de que las cosas se ven mas claramente a la luz del sol que de la luna. Pero no es verdad. Por el contrario, ciertas cosas se tornan invisibles bajo una iluminación intensa, pero no a la luz de la luna”
Forqué ha querido mostrar una alegoría de la historia de Maria Magdalena vista por los ojos de un voyeur, de hecho, pretende ser el recuerdo de un voyeur. Por eso, el audio, el video y las imágenes están intencionadamente distorsionadas para aparentar ese efecto de recuerdo. La visión del voyeur en esta performance refleja la indiferencia con la que el ser humano observa morboso la injusticia ante sus ojos sin movimiento.
