El trabajo de Mariana Palalan es ya una referencia en la moda upcycling, ya que, une telas de distintas personas y distintas épocas en nuevas prendas.
Mariana nació en el 93. Madrileña que arropa, no hace trajes, su máquina de coser, en espac101, es una extensión de ella: trabaja horas infinitas al ritmo que solo puede permitirse una artesana. Hilando, su proyecto, ya es una referencia de la moda upcycling en España. Crea nuevas piezas a base de tejidos abandonados; junto todos en un mismo tejido, parecen una biblioteca de historias textiles. Mariana hace de su oficio su lenguaje, su empeño en querer cambiar las cosas le ha hecho desarrollar la habilidad que le permite comunicarse con la costura. En #VEINDIGITAL hemos podido hablar con ella y su nuevo proyecto ‘Hilando’.
Mariana, ¿qué estás cosiendo ahora?
Ahora estoy cosiendo 5 cosas a la vez, dos trajes a medida, unos gorros, un vestuario, y un bolso. No todo tiene la misma fecha de entrega, entonces me organizo para ir avanzando a la vez con todo, los lunes una cosa, los martes otra, etc…
¿Cuál fue tu escuela? ¿Cómo empezaste con la costura?
Mi escuela fue la Universidad Politécnica de Madrid, empecé porque las telas me apasionan y hacer cosas con las manos más, casi no se usar un ordenador porque siempre he sido de libreta y papel. Fue en la carrera que probé por primera vez una máquina de coser.
«Considero que mi taller es como un huerto. Por allí hay alcachofas. Por aquí, patatas. Trabajo como un hortelano… las cosas llegan lentamente… siguen su curso natural. Crecen, maduran. Hace falta injertar. Así maduran en mi espíritu…» Este es Miró… Tú
trabajas duro en un oficio casi en peligro de extinción, ¿Qué te impulsa a ello?
Me da mucho vértigo la idea de que se va a quedar obsoleta está profesión, me imagino el futuro textil como alguien escribiendo en una pantalla, hazme una chaqueta y una IA se la hace en 10 mins. WoW espero nunca llegar a verlo, porque quienes andemos programando esos robots seguiremos siendo los humanos, ¿Dejaremos las manos a la tecnología y seremos puro engranaje robótico? De verdad espero que no, espero que esta profesión no se pierda y sigamos confeccionando prendas las personas, y sobre todo espero que se regule este oficio para la gente que trabajan en situación precarias para grandes marcas, que consigan vivir dignamente, nunca seremos robots, somos humanos. Me impulsa todo lo mencionado antes, no perder la artesanía por encima de la tecnología, me impulsa el error y el acierto, el aprendizaje eterno, retarme a mí misma con mis tiempos y el hacer despacio y con sentido.
Tus procesos creativos, por ejemplo en el caso de Le Parody…
Primero necesito saber sobre la persona a la que voy a arropar (hacer un traje), lo que ella me quiera contar y mostrar me ayudará a dibujar bocetos del diseño. En el caso de Sole, su música me ayudó a entender lo que buscaba. Ella trajo 5 mantones y empezamos a jugar con ellas, modelando sobre su cuerpo y haciendo pruebas, cuando dimos con la forma, aparecieron nuevas ideas, siempre sucede, el proceso acaba con la última puntada. Así fuimos dibujando, modelando, y cosiendo hasta traer el traje al mundo.
¿Cómo escoges la materia prima?
Utilizo tejidos que están abandonados en el mundo, bien sean ropajes que ya nadie quiere, o tejidos que nunca llegaron a arropar a nadie, siento que les doy otra vida, y cuando los junto todos en un mismo tejido me parece una biblioteca de historias textiles.
¿Qué aprendes de tus alumnxs en tus clases de costura?
Aprendo a hacer cosas que nunca me atrevería, aprendo cómo explicar algo que lo tengo sintetizado en acción y no en palabras, aprendo de ellxs muchísimo porque traen ideas a las clases que al principio les parece difícil y luego lo hacen de 100. Me entrego muchísimo a la causa de la enseñanza, me parece muy importante compartir conocimiento y nutrirse entre todos. Se ha creado una pequeña familia de hilos y amor. Nos ayudamos, nos enseñamos y nos equivocamos con gusto.
¿Cómo crees que se valora el oficio en el país y en tu contexto? En el plano cultural ¿hay mucho cliché?
Siendo diseñadora y costurera a la vez puedo ver clara una separación abismal entre el que tiene una marca y no sabe hacer su ropa y las personas que se la confeccionan. El oficio está muy mal pagado e invisibilizado, parece que quien se lleva el mérito es el diseñador cuando no ha dado ni una puntada. La figura de la costurera/o es siempre en la sombra, nunca se escribe quien lo ha hecho de verdad, solo el nombre de la marca y ya. Lo mismo pasa con los obreros de edificios, ponen hasta el último ladrillo y luego dicen que el edificio es de solo una persona, el arquitecto. Parece el mundo al revés.
Seguir el patrón…Tú eres de Madrid e hilando nace allí también ¿Te consideras fiel a una identidad concreta? ¿Quieres perpetuar alguna tradición?
Si, soy de Madrid y he vivido en muchos lugares dentro de esta ciudad, a veces siento que viajo sin moverme de aquí. Hay tanta vida viviendo a la vez, tantas culturas y diversidad convergiendo, y a su vez tanta gente que sigue en la edad de piedra con ideas retrógradas, que se genera una constante ebullición de realidades y vivencias que me inspiran mucho para conseguir que el futuro sea diferente.
Mi identidad son los tesoros de telas que han llegado a mis manos, cada cachito cuenta algo, y nunca puedo repetir una prenda dos veces. La tradición del proceso lento, de la no repetición del producto y del trabajo a mano.
Es un camino ¿hacia dónde quieres ir?
Donde estoy es donde quiero ir, llevo doce años dándole forma y no pararé de hacerlo, ha sido este año, a mis 30, que he comprendido que estaba haciendo todo este tiempo. Y puedo definirlo como; Un trabajo que trata de hacer trascender tejidos y ropa en el tiempo, dándoles diferentes formas y significados nuevos en contra del fast fashion. También por otro lado, la formación y la enseñanza del oficio y del arreglo y customización de los tejidos y prendas como acto político y social.
Algún proyecto (DESEO) futuro
Conseguir tener una tienda física, inshallah.
¿A quién te gustaría ver con Hilando?
A todos los que me estáis leyendo, o en forma de prenda o en forma de idea en vuestras cabezas, no dejar morir lo que parecía obsoleto es un legado para los que vienen y una historia que contar. Reparar y vestirse como nos de la gana, con pantalones de 6 piernas o ninguna.
Texto y fotografía: Rocío Madrid
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