El Palacio de Liria, una joya arquitectónica del siglo XVIII en el corazón de Madrid, se convierte en el escenario de ‘Flamboyant’, la nueva exposición de la artista portuguesa Joana Vasconcelos. En esta ocasión, la creadora lleva su característico universo de piezas a gran escala a un nuevo nivel con una colaboración con Dior, fusionando arte, moda y artesanía en una experiencia inmersiva.
Conocida por su trabajo a partir de objetos cotidianos y técnicas tradicionales, Joana Vasconcelos reinterpreta el concepto de feminidad a través de estructuras monumentales que desafían los límites del diseño y la escultura. Su diálogo con Dior cobra especial relevancia en ‘Flamboyant’, donde se apropia de técnicas como el bordado y el encaje, tan presentes en la Maison, para dar forma a imponentes creaciones que oscilan entre lo delicado y lo grandioso.
Uno de los puntos culminantes de la exposición es Valkyrie Miss Dior, una escultura de dimensiones impactantes que reinterpreta la mitología nórdica con un despliegue de tejidos, texturas y colores vibrantes inspirados en la artesanía portuguesa. Esta obra, que cuelga majestuosa del techo del palacio, rinde homenaje a la icónica fragancia Miss Dior y al legado de la firma en la alta costura. La pieza es un testimonio del diálogo entre la moda y el arte, con una elaboración meticulosa que incorpora bordados artesanales realizados en los talleres de Dior.
Flamboyant se despliega en distintas estancias del Palacio de Liria, creando un juego de contrastes entre la opulencia de la residencia de los duques de Alba y la naturaleza vanguardista del trabajo de Vasconcelos. La exposición, abierta al público hasta el 31 de julio, no solo resalta la capacidad de la artista para transformar espacios con su visión maximalista, sino que también subraya la convergencia entre tradición e innovación, un territorio en el que Dior y Vasconcelos se encuentran de manera orgánica.
La colaboración entre Joana Vasconcelos y Dior reafirma la conexión histórica entre la alta costura y las artes plásticas, demostrando que la moda es también un lenguaje para la experimentación y el diálogo creativo. Flamboyant es un reflejo de esta sinergia y un recordatorio de que el arte, como la moda, está en constante transformación.