Seguimos a la actriz argentina Malena Villa por las calles de Buenos Aires mientras es fotografiada por Pedro Martín Calero, el director de su nueva película, “El Llanto”, que se estrena hoy en cines.
Este año vuelve a ser un gran año para el cine de terror. Este género cinematográfico lleva viviendo un periodo de bonanza desde hace ya un tiempo debido a la frescura de sus ofertas y la acertada manera de reciclare viejas franquicias. Este año, con gran asombro, millones de personas se han agolpado en las salas de cine para ver festivales de sangre y vísceras como “Terrifier 3” o “The Substance” y los festivales han premiado cintas de cariz más psicológico como “El Llanto”, que recibió el premio a la mejor dirección. Estos hechos demuestran que el público y la crítica están dispuestos a disfrutar las distintas vertientes que el cine de horror que puede ofrecer brutalidad y sutileza a partes iguales. La cinta dirigida por Pedro Martín-Calero se decanta más por el terreno de lo sibilino, del escalofrió a base de música, sombras y rostros al borde de la locura. Su ópera prima nos presenta el complejo triángulo compuesto por tres mujeres, Esther Expósito (imparable scream queen española), Mathilde Ollivier y Malena Villa que separadas por la distancia y el tiempo encuentra un vínculo en forma de llanto, de pesar, de sollozo invisible. El personaje de Malena será la detective accidental de este fenómeno fantasmagórico que la involucrara en una espirar de violencia y voyerismo al mismo tiempo que intenta encontrar su verdadera voz, incluso cuando ya es demasiado tarde. Hablamos con Malena, fotografiada aquí por el propio Martín-Calero, sobre el cine de terror, los fantasmas del pasado y el valor de enfrentarse a los miedos, propios y ajenos.
Malena, ¿cómo estás? ¡Un placer hablar contigo! ¿Qué tal has vivido estos días previos al estreno de la película?
¿Qué tal?… Muy bien la verdad, viene siendo todo muy intenso y agotador. Pero es una alegría inmensa. Empezó todo en el festival de cine de San Sebastián y a partir de ahí fue un no parar. He estado en el festival de Sitges también presentando dos películas: “El tema del verano” y “El Llanto”. Luego nos fuimos al BFI, London Film Festival. Ahora la Seminci en Valladolid y luego la semana de estreno de la peli acá en España. Así que sí, divertidísimo y agotador en partes iguales.
Yo soy muy fan del cine de terror. ¿Eres aficionada al género? Si es así, cuéntame cuales son tus películas favoritas.
Mira, no soy para nada fanática del género; de hecho, no lo disfruto mucho. Siempre que he recibido propuestas para hacer alguna película de terror he dicho que no por varios motivos. Por el contrario, en el caso de “El Llanto”, al leer el guión, fue un sí rotundo. Pero si tuviera que decirte algunas películas que me han gustado, tienen que ver quizás con un terror un poco más psicológico y no tan Gore. Me gustan las películas de Shyamalan, como “El Sexto Sentido”. “It Follows” la disfruté bastante también. “Midsommar”, “Misery» y “La semilla del diablo” (Rosmary’s Baby).
Me gustaría saber cómo llegó hasta ti este proyecto y de qué manera se te presentó este personaje.
Bueno, hicieron un casting bastante grande en Argentina buscando la actriz que interpretara a Camila. Cuando uno hace un casting, simplemente recibe una o dos escenas de la peli para probar, pero no te ponen demasiado en contexto. Lo único que sabía es que era una película de terror y al no ser muy fan del género, no me entusiasmaba demasiado. Pero las escenas, la verdad que estaban muy bien y no denotaban para nada algo relacionado a ese género. Así que las jugué con libertad. Luego Pedro e Isabel Peña me comentaron (queda mal que yo lo diga) que les había gustado tanto mi casting, que decidieron readaptar el personaje de Camila a la propuesta que yo había llevado. En el guión inicial, el personaje de Camila era un poco más tímido, introvertido y complejo socialmente. Yo traté a todo eso agregarle un poco de humor, picardía y osadía.
“El Llanto” es la ópera prima de Pedro Martín-Calero, háblame un poco sobre la experiencia de trabajar con él.
Pedro tiene un talento descomunal. Es un gran director. Genera un ambiente super ameno y divertido en el Set para trabajar. O sea, se la pasa haciendo chistes constantemente. Tiene una visión súper clara de lo que quiere en los planos y la lleva a cabo con total seguridad. Me sorprendió también, en una de las primeras charlas que tuvimos por Zoom, su humildad con respecto a ser consciente de que era su primera peli y había muchas cosas que desconocía, como por ejemplo el trabajo con los actores. Me dijo: “yo nunca he dirigido actores de esta manera, entonces quiero pedirte que me ayudes. Que hagamos este trabajo juntos”. Me pareció muy hermoso que pudiera “blanquear” eso, ya que muchas veces los directores sienten que tienen que transmitir una seguridad o un liderazgo que, por momentos, no tienen o es falso. Que un director pueda decirte “Che, con esto estoy medio perdido, necesito ayuda” me parece muy noble.
Tu personaje está muy conectado con el de Ester Expósito, pero no compartís escena. ¿Os comunicasteis durante el rodaje? ¿Trabajasteis juntas, las tres actrices, vuestros personajes de alguna manera?
A Ester la conocí personalmente recién hace unas semanas y ya la considero una gran amiga. Es una persona espectacular, generosa y super graciosa. Pero la realidad es que no, no nos habíamos visto nunca en rodaje, porque yo rodé toda la peli en Argentina y ella en Madrid. Si bien intercambiamos mensajes luego de que la peli estuviera terminada, nunca nos cruzamos personalmente. Creo que para todas fue un shock verla terminada, porque, aunque hayamos leído el guión, no sabíamos qué es lo que se había rodado del otro lado del charco. Fue muy emocionante. Con Mathilde Ollivier, fue diferente, pues estuvimos conviviendo mes y medio en Buenos Aires durante el rodaje. Nos hicimos muy amigas. Tuve mucha suerte de que me tocara como compañera.
Tu personaje es víctima de un mundo que no la valora, la escucha ni la comprende. ¿Cómo te acercaste a la realidad de una joven que no encuentra hueco en su propia existencia?
Bueno, Camila es una chica que estudia cine en La Plata a finales de los 90s. Si bien el rol de la mujer ha ido cambiando a lo largo del tiempo en la industria cinematográfica, el contexto de ser la única estudiante mujer en una escuela de cine ya te pone en un lugar muy complejo. La película retrata un poco eso, a una chica que está intentando encontrar su propia voz, y que tiene que lidiar con esta cantidad de hombres que no solo juzgan su trabajo si no que intentan además convencerla de cómo tiene que hacerlo. Acercarse a eso no ha sido tan difícil siendo mujer y habiendo transitado cosas muy parecidas a lo largo de mi vida. Creo que es algo que nos une a todas. Cualquiera de nosotras puede empatizar con eso y el “mansplaining” constante que recibimos.
Esta historia es una historia de fantasmas, pero no de los típicos fantasmas a los que estamos acostumbrados en estas películas. ¿Podrías explicarnos por qué es diferente “El Llanto”?
Creo que esto es lo que más me gusta de “El Llanto”, que no es una película de terror convencional llena de monstruos, sangre y fantasmas. Tiene un mensaje mucho más profundo. Me parece muy interesante que a través del terror, se pueda lograr un paralelismo y un mensaje sobre algo que nos atraviesa a todos en esta sociedad, que es la violencia machista. El no creer a las mujeres, el tratarlas de locas, de histéricas.
Un llanto es la única voz que parece conectar a las protagonistas. Esto es una poderosa metáfora ¿no crees?
Por supuesto. Es un poco lo que te dije en la anterior pregunta. El “llanto”, el sufrimiento, es lo que las conecta, pero también eso que las conecta puede ser su salvación. Todas las mujeres atravesamos prácticamente por lo mismo a lo largo de los años. Si tan solo nos detenemos a escuchar y a comprender el “llanto” de la otra, podríamos generar un cambio. Eso al fin y al cabo es la sororidad.
El dolor es un nexo de unión entre las protagonistas. ¿Crees que es posible encontrar un final feliz y dejar el pasado atrás?
Lo del final feliz puede ser un poco utópico, no sé. Dejar el pasado atrás nunca me parece un buen mensaje. El pasado es lo que nos enseña, lo que nos permite aprender, lo que hace que no repitamos los mismos errores. Pienso que, al contrario, en vez de dejar el pasado atrás tendríamos que estar revisándolo constantemente, para comprender por qué estamos donde estamos y eventualmente poder cambiarlo.
Tu personaje vive un viaje muy impactante que concluye de una manera que te deja pegado al asiento. ¿Te fue fácil asumir su final?
Intentando no hacer mucho spoiler, el final es algo que estaba desde el primer momento en el guión, así que no he tenido que asumir mucho nada. Al contrario, si prestas atención al inicio de la película, te anticipa un poco lo que va a pasar. Eso es lo interesante de Camila, por más que sepas como va a terminar, lo importante es cómo llega ella hasta ahí.
Me gustaría saber qué lecciones te ha supuesto como persona y como actriz tu participación en “El Llanto”
Como actriz fue una experiencia fabulosa. Tener la oportunidad de trabajar con Pedro, con un guión de Isabel, compartir escenas con tantos actores y actrices tan talentosos. Y haberlo pasado todos tan bien. Creo que eso es con lo que me quedo. No es para nada necesario vivir experiencias desagradables, ni de maltrato para hacer buen cine. Se puede hacer una gran película en equipo, divirtiéndote, con grandes artistas y con un enorme resultado, sin perder la ternura.
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