Si habláramos con cualquier diseñador después de la presentación de sus nuevas colecciones, todos repetirían las mismas palabras: inspiración, archivo, publicaciones. Y es que si algo tienen en común todas las mentes creativas es sin duda el proceso de investigación. Esto no quiere decir que sus diseños no sean originales. Tan solo indica que saben apreciar el valor de la riqueza del material visual que ha llegado antes que ellos. Como se suele decir, en la moda todo vuelve, y las mejores ideas provienen de examinar antiguas mentes brillantes. Patterns: Inside the Design Library es una de las mayores fuentes de información que recoge la riqueza de patrones e impresiones en el archivo de Nueva York. En ella se albergan más de siete millones de telas procedentes de 1750 hasta el día de hoy. Nosotros nos hacemos eco de la acertada selección que han realizado en Another Mag de las colecciones más recientes comparadas con antiguos patrones y obras de arte que les sirvieron de inspiración.
· Modernismo ·
Este movimiento artístico que surge a finales del siglo XIX y va marcado por diseños en los que destaca la geometría, nos recuerda mucho a las piezas de la colección primavera-verano 2017 que Phoebe Philo presentó para Céline. Una muestra de ellos es el empleo del azul klein y la pintura corporal de Yves Klein para decorar vestidos y tops. En ambos casos hay una clara tendencia a la pureza de la forma, un deseo de algo idealista en forma y ejecución que es representativo del arte de la directora creativa.
· Frou Frou ·
Frou Frou representa la manipulación de telas en patrones vaporosos, arrugados en el cuerpo. La diseñadora Molly Goddard trajo esta invención del siglo XIX para las piezas de su colección temporada SS17. Como hace a menudo, a través del uso de su mítico tul de estética moderna y femenina, ha adaptado la tendencia convirtiéndola en un tejido de fiesta contemporáneo: tan complejo y fascinante como la mujer que lo usa.
· Chintz ·
Como decíamos, la industria de la moda a menudo encuentra en su propia historia, su progreso a través de reiterar tendencias o estilos para un público más moderno. Gucci es un gran ejemplo, y es que su director creativo Alessandro Michele ha creado una colección basada claramente en la inspiración chintz, mezclando el aire disco de los años 70 con el Renacimiento, cada uno en su justa medida. Rosas ilustradas y motivos florales inundan sus prendas. El resultado no podía ser más espectacular.
· Ombré ·
El Ombré es la mezcla de tonos claros y oscuros, un habitual dentro de la industria del textil. J.W. Anderson ha reinventado la clásica tendencia en su última colección, utilizándola para implicar movimiento, fluidez y gracia en la tela. Con combinaciones inesperadas de colores como el azul claro y naranja mandarina o borgonña y ocre, el diseñador ha modernizado el clásico estilo.
· Jazzy ·
El jazz ha pasado de ser una música popular a una forma de arte reconocida en todo el mundo. Jun Takahashi se inspira en la estructura y el patrón de estos ritmos para la colección primavera-verano 2017 de Undercover, que va marcada por estampados negros, blancos y rojos basados no sólo en este estilo musical sino en los colores primarios que marcaron el 1930, que reflejaban una idea de abstracción.
