La gran estrella del pop vuelve con un disco irregular pero necesario para entender su contexto, su inmensa valía como letrista e intérprete, y su inmune autenticidad.
Durante las primeras horas del día 1 de enero de 2023 pudimos disfrutar de la expansión viral en redes de diversos momentos del concierto de año nuevo que Miley Cyrus celebraba: Miley’s New Year’s Eve Party 2021-22. Un evento en el que repasaba hits que iban desde The Climb hasta Midnight Sky, y con una nómina de artistas invitados importante: Jack Harlow, Billie Joe Armstrong, Brandi Carlile, Saweetie, Noah Cyrus, Anitta, 24kGoldn y muchos otros. Pasó por allí incluso Paris Hilton, y aunque uno de los grandes momentos de la velada fue sin duda alguna su versión de Jolene junto a la autora original y madrina de la artista, Dolly Parton, la realidad es que su presencia escénica y su magnético encanto la convirtieron en la estrella absoluta del especial. Verla cantar Party in the USA o Wrecking Ball nos reafirmaba en la creencia de que es una de las estrellas del pop/rock más importantes de nuestra generación.
Miley’s New Year’s Eve Party 2021-22
Pocas horas después, un modesto teaser anunciaba su regreso con un nuevo álbum para este año. Gran expectación sobre esto; la realidad es que a Miley le sigue faltando un disco redondo según los estándares del pop comercial. Y es que parte de su talento radica en eso; en su versatilidad e imposibilidad de ser clasificada, por voluntad propia.
.@MileyCyrus and @NoahCyrus give a breathtaking performance of "Jolene" at #MileysNewYearsEveParty on NBC and @PeacockTV. pic.twitter.com/rZtLWgFMkx
— NBC Entertainment (@nbc) January 1, 2022
Al mes, llegó Flowers, una de las mejores canciones de toda su carrera, un tema aparentemente inofensivo que poco a poco fue generando un éxito muy orgánico, sobre todo si lo entendemos como un single que se publicó prácticamente a la vez que Shakira: Bzrp Music Sessions, Vol. 53″. En sus primeros días de vida pública pareciese que Flowers iba a quedarse en una de esas canciones de culto que el fandom acaba reivindicando como un favorito. El single es un medio tiempo al que acompaña una fantástica sección de viento mientras Miley se sienta a reflexionar sobre su historia sentimental. Y lo hace desde la tranquilidad, la afirmación de su valor, el autocuidado y su verdad. De alguna forma, es la introducción a un disco sobre la gestión pendiente de un heartbreak; el de Liam Hemsworth. Miley hace una cosa que nos encanta; usa una de las canciones favoritas de su ex (When I Was Your Man, de Bruno Mars) para hacer un estribillo-réplica fabuloso. Y todo eso, con el sampler de I Will Survive. Pero es que hay más; el vídeo, en el que Miley se muestra INCREÍBLE, parece estar rodeado en una casa que la artista alquiló para la grabación, y es la misma en la que Liam llevaba a las chicas con las que le engañaba. Las mujeres facturan, y lo hacen de mil maneras. Y los gays aplaudimos fuerte desde nuestras casas.
Este primer single ha explotado y alcanzado todos los rankings del streameo importantes. Gracias a ello, estamos delante de dos certezas: 1. Flowers es increíble. 2. Tiktok está arruinando la industria musical porque se ha vuelto insoportable escuchar esta canción en casi todos los vídeos de la red.
Pero vamos a lo importante. Después de Flowers aumentaron las expectativas de la industria sobre este nuevo disco, Endless Summer Vacation, un disco que se presenta divido en dos en su tracklist: AM y PM. La división se puede apreciar fácilmente en el estilo de las canciones. Este es el disco en el que Miley hace un duelo tardío por su relación con Liam Hemsworth, y no siempre con gran acierto musical, se trata de un disco reflexivo pero necesario para reafirmarse en algo muy importante para ella y sus fans; su valor como persona más allá de las relaciones. De esta forma, en el disco Miley es un personaje y su historia la narrativa que está muy por encima de la calidad de algunas canciones. Adentrándonos en Endless Summer Vacation queda claro que hay cinco grandes momentos más allá de Flowers.
Jaded es una balada rockera de estilo noventero con luminosos synth (Sheryl Crow, Meredith Brooks…) en la que Miley habla de todo aquello que no se dijo en una relación fallida, y describe cómo los tiempos de los dos amantes no acompañaban al del otro. La cuestión es que según vamos profundizando en el disco su relevancia emana sobre todo de sus letras, viscerales, con mucho dolor (I won’t lie, it won’t be easy / When somebody new is on your body / I’ll change my number but keep your T-shirt / I don’t mind it’s torn up and faded). Muddy Feet, junto a SIA, es otro de los grandes momentos en este álbum, y aquí Miley se une a la cantante y productora australiana para generar una canción que torpemente emula demasiadas fórmulas similares para garantizar parámetros de hit. Sin embargo, es en su claridad y en su enfado donde está su potencial (Who the hell you think you’re messin’ with / Get the fuck out of my house with that shit).
Violet Chemistry tiene una produccion fantástica sello de la casa y fruto de su buena colaboración a lo largo de los años con Mikewillmadeit; una especie de funk R&B que nos transporta a su EP She’s coming (uno de sus más infravalorados ejercicios) y que afronta las relaciones esporádicas no sólo como una propuesta ante la monogamia, sino como algo igual de poderoso (There’s something between us that’s too major to ignore / May not be eternal but nocturnal, nothin’ more).
Endless Summer Vacation es un disco muy discreto que aparentemente puede sonar sobrio, pero en el que según avanzamos nos encontramos buenas propuestas y muchos detalles interesantes. You es otro de los temas destacables de este disco; con una producción a medio camino entre Amy Winehouse y Lana del Rey, Miley la hace propia proyectando deseos sobre el futuro en esta preciosa balada: (I want that late-night sweet magic, that forever-lasting love
/ But only if it’s with you). Sin duda alguna, el tema más destacable de todo el disco (más allá de ‘Flowers’) es Islands. Una fabulosa metáfora sobre la búsqueda de la certeza en ese momento en el que estás soltera, has dejado una importante relación en el pasado, y aunque vives flashbacks a modo de oasis, tienes claro que en este momento sólo puedes ir hacia delante, en este juego tan raro entre el pasado y el desconocido futuro que es tu propio presente en el que estás sola, y bien. Pero sola. Pero bien. Todo esto en una espléndida canción con la cadencia (¿y los acordes?) de La Isla Bonita de Madonna, y con la calidez presentes en grandes hits de Cyrus como son Malibu o Slide Away.
Y es que, de alguna forma, Miley es una artista tan grande que a veces parece estar muy por encima de su obra. En Endless Summer Vacation se proyecta como una artista en un momento de inflexión sin la intención de escribir un hit, pues sabe que no lo necesita. Pero la realidad es que el resto del disco es un poco forzado, una amalgama de estilos e intentos que se quedan cortos. El segundo single, River, peca de ello. La construcción de la canción se viene abajo con ese estribillo tan evidente. ‘Rose Colored Lenses’ cumple su función, la de unir los estilos de las canciones anterior y posterior, y se queda como una melodía bonita, sin más. Handstand es uno de estos interludios que aquí suena desfasado, sin aportar mucho más que algo que podría ir en los agradecimientos del libreto. Sí que se salva Thousand Miles junto a Brandi Carlile, en la Miley narra su suspensión en el tiempo (tal como lo hace en la portada del disco), en este tiempo concreto de su vida, y aunque el estribillo no parece terminar de cuajar, tiene preciosas imágenes (I’m out of my mind, but still, I’m holding on like a rolling Stone/ A thousand miles from anywhere).
Este disco es un momento de ‘Mileymalismo’; hay una artista escribiendo desde su dormitorio, entregada a sus pensamientos, sus esperanzas y sus contradicciones. Su honestidad es uno de sus mayores talentos; en el estudio y en el escenario. Miley va formando su propio sonido y afianzando según pasamos de canción la relevancia del sonido en este disco, elevado por su increíble voz.
Endless Summer Vacation es un disco hecho por y para ella, es irregular y es honesto. Con sus imperfecciones, este nuevo álbum vuelve a poner sobre la mesa la cuestión de la autenticidad, que apela a Miley Cyrus como a pocos artistas. Tiene la habilidad de afectar positivamente a más de una generación con su voz y transforma sus contextos en canciones. Su participación en One Love Manchester junto a Ariana Grande permanece en la memoria milenial como un momento de sororidad y empatía de referencia.
A lo largo de su carrera Miley ha recibido por todas partes; por ser una niña Disney, por hacer twerking, por hablar abiertamente de las drogas, por ser bisexual, porque siempre es mucho o siempre es poco. Y ella ha respondido siempre con un talento innegable, muy por encima de las experiencias profesionales por las que ha pasado, y que siempre articulan una constante: la espera de ese GRAN disco que la consagre. Y, verdaderamente, Miley ya está consagrada, con este disco también, con su cartera de hits y sus increíbles versiones (ésta, ésta, ésta, ésta o ésta, por mencionar unas pocas) y con su constancia por ser ella misma por encima de todo.
Hannah Horvath (el personaje de Lena Dunham en ‘Girls’) en un supuesto seguramente se habría referido a Miley Cyrus como una de eses chicas que son y quieren ser voz de su generación. La de Miley es libre, potente, rockera, dulce, country, todo lo que le echen. En muchísimos sentidos Miley Cyrus es mucho más revolucionaria que Julian Assange o Edward Snowden. Totalmente en serio. El enemigo al que Miley lleva enfrentándose desde los principios de su carrera es uno mayor, perenne y omnipresente: el patriarcado estadounidense. Miley ha demostrado ser una feminista inclusiva, una buena compañera, una artista de resiliencia a la que EEUU señaló con un desprecio casi inaudito desde el día que publicó We Can’t Stop.
Miley ha crecido bajo los ojos de una América dispuesta a juzgarla y señalarla, una donde su ex, en una alfombra roja, le decía lo mismo que el resto del país, que estuviese calladita y se dejase de tonterías (sic). Gracias lectores de labios. La realidad es que desafortunadamente Endless Summer Vacation no es el mejor disco de su carrera, y quizás tampoco es el que muchos esperaban. Pero es uno interesante, al que atender en sus momentos grandiosos. Hay canciones muy buenas, otras cuestionables, pero también es justo relatar que tras una canción que encierra tanto como lo hace Flowers es muy difícil presentar 11 canciones a su altura.
Sin duda Miley se erige con este disco como una mujer dispuesta a mostrar sus sentimientos y a ponerse en su sitio, sin miedo. Ella escribe su nombre en la arena de las playas de Malibú, con tanto significado en su historia, para narrar el desamor como un elemento muy difícil en su vida; sin embargo, nunca lo suficiente para amedrentarla ni un milímetro.