Naturaleza, arte y alquimia. La exposición de Loewe Perfumes en Bilbao

23 / 05 / 2019
POR Mónica Sala

Las fotografías botánicas de Karl Bossfeldt sirvieron de inspiración para la nueva imagen de la firma. Una fusión perfecta entre la sensibilidad visual del artista y la esencia del perfume.

Loewe perfumes lleva a Bilbao una exposición temporal de las fotografías de Karl Blossfeldt (1865-1932). A través del lente del fotógrafo alemán se podrá apreciar la vida silvestre, incluidas nueve fotografías que publicó en su libro Unformen der Kunst Wundergarten de Natur en 1932. La exposición está disponible desde el día de ayer hasta el 29 de mayo en la Sala Rekalde.

En sus obras se puede apreciar la belleza al detalle de plantas silvestres y “malas hierbas” de tal manera que el fotógrafo las saca de contexto dejándolas prácticamente en su propia figura, creando un efecto escultórico.

 

El objetivo es que hubiera una mezcla entre lo visual de Karl y la alquimia tan representativa de los perfumistas de Loewe. En esa búsqueda por enaltecer el arte y la cultura, la firma se ha dado a la tarea de tomar acciones como el cambio de packaging, la colaboración con artistas (como en esta ocasión), entre otras acciones. Además, las piezas de este fotógrafo han estado presentadas en importantes museos alrededor del mundo gracias a su visión única para admirar la figura pura de la naturaleza y convertirla en arte. Y fue justamente esa unión entre naturaleza y arte lo que creó una fusión perfecta entre el fotógrafo y la firma.

Bossfeldt es el creador del método de trabajo en el cual las plantas son iluminadas desde distintos puntos y colocadas entre planchas de cristal, obteniendo imágenes perfectas. En total fotografió más de 6 mil especies botánicas y, su obra fue considerada objeto de culto. Convirtiendo sus hipnóticas fotografías en obsesión y admiración para distintos artistas, ahora también han pasado a serlo para la firma.

Desde el 2016 la imagen e identidad de Loewe se ha inspirado en el arte y, fue con su perfume 001, su primera colaboración con Karl Blossfeldt donde ya le acompañaban fotografías botánicas, aprovechando la alquimia y la naturaleza  de la marca.