*Sin Título*, la antología de collages-sonoros de Maite Ortega

07 / 09 / 2020
POR Pilar Ramón

«En el mundo del collage, sintetizar y conseguir un resultado con muy pocos elementos es un ejercicio importante».

Imagen de Maite Ortega

Maite Ortega es una bordadora, collagista e ilustradora, proveniente de Murcia y afincada en Madrid desde hace siete años. Junto con la editorial independiente La Toffee Produce presenta su primer libro *Sin Título*. Este reúne sesenta collages sonoros, a todo color, producidos en el trascurso de dos años, que nos muestran la conexión entre su arte y la música que acompaña a la artista.

El libro se publica como una edición limitada de cincuenta ejemplares, ya a la venta, que podemos incluso solicitar firmados por Maite. Además, la collagista ha sido recientemente premiada por su obra ‘ABCDE’, que forma parte de la exposición online ‘Las Resilientes. MEMORIAS IMBORRABLES’. Hablamos con ella para conocer qué hay detrás de esos collages sonoros, su inspiración, talleres y proyectos futuros.

Imagen de Maite Ortega

En *Sin título* presentas collages sonoros ¿cómo se te ocurrió ese concepto?

La idea surgió al querer poner imagen a canciones que me eran importantes, quería hacer una composición sencilla de papeles que representasen lo que la música me sugería. Así, me ponía la canción en bucle e iba eligiendo los trozos de papel que me encajaban con lo que me transmitía la música, hasta hacer una composición que me gustase. Por ello, para mí son collages sonoros, surgen a partir de melodías y letras, y ponen imagen a esos sonidos y emociones.

En la exposición online ‘Las Resilientes. MEMORIAS IMBORRABLES’ de Mujeres Mirando Mujeres ya habías trabajado con collage y música ¿Qué diferencias señalarías entre esa experiencia y la que presentas en este libro?

La obra `ABCDE´, con la que formé parte de esta exposición online, es una composición de fotografías sobre las que bordé un alfabeto. Se podría considerar también que es un collage, ya que al final es una composición formada por diferentes elementos, pero tiene otro proceso diferente a los collages sonoros, ya que en ella partí de una idea más estudiada sabiendo cuál sería el resultado final. En el caso del libro, los collages sonoros surgían de una manera muy intuitiva y espontánea, de hecho, la idea que yo podía tener en mente antes de ponerme a componer el collage difería mucho del resultado final.

Imagen de Maite Ortega

La música es el hilo conductor de este libro ¿Destacarías además otra temática?

Además de la música, me puse el reto de componer imágenes muy sencillas. Quería que esos collages estuviesen formados por el mínimo número de elementos posibles para transmitir lo que me sugería la música. Es decir, buscaba reducir al máximo la cantidad de recortes de papel, buscando también un equilibrio a nivel visual de colores y formas. En el mundo del collage, sintetizar y conseguir un resultado con muy pocos elementos es un ejercicio importante, ya que muchas veces tendemos a colocar muchos recortes y saturar la composición.

¿Cómo das con las imágenes que utilizas para tus collages o fotografías bordadas?

La mayoría del material con el que trabajo lo encuentro en El Rastro o en tiendas de segunda mano, aunque también hay gente que me lo regala, así que casi todo lo que intervengo viene de entornos en los que ya ha cumplido una función. Por eso, cuando utilizo revistas, fotografías y demás elementos encontrados, digo que les doy una segunda (o tercera, o cuarta…) vida.

¿Y las canciones?

Las canciones que forman este libro son temas que me gustan y que eran especiales por algo en ese momento en el que hice el collage. Con algunas de ellas me pasó que las escuchaba en sitios diferentes durante un periodo corto de tiempo, como si me encontrase con ellas por alguna razón. Otras son algunas de mis canciones favoritas que todavía escuchaba más en esos momentos.

Imagen de Maite Ortega

¿De dónde viene tu inspiración?

De muchos sitios diferentes, dependiendo del momento, pero suele estar muy involucrada la emoción. Cuando algo me despierta sensaciones, me transmite, como por ejemplo la música, todo se ve mucho más claro a la hora de crear o desarrollar ideas. Por eso me gusta trabajar con música, rodeada de libros y elementos con los que experimentar y a los que recurrir.

¿Cuál es el proceso creativo que sigues a la hora de realizar una de tus piezas?

En el caso de los collages sonoros, primero me «desconecto» del móvil, ordenador y demás, para enfocarme en el proceso sin distracciones. Me pongo auriculares con la canción en bucle mientras que busco en mi caja de recortes y en las revistas que tengo las imágenes o papeles de colores que me encajan con lo que me transmite la canción. Una vez tengo la selección de diferentes recortes, voy haciendo pruebas de composiciones hasta que encuentro la composición final que me gusta. Pego el collage y pongo el nombre de la canción, grupo y fecha con una imprentilla, para digitalizarlo y guardarlo. Lo firmo y apago la música. A veces encuentro ese collage en media hora, y otras veces se puede alargar hasta pasadas dos, no hay un tiempo concreto. Cuando hago fotografías bordadas, primero analizo la fotografía y las posibilidades de lo que quiero bordar, teniendo en cuenta si es una composición totalmente mía o tengo que representar elementos concretos cuando es un encargo. En este caso hago bocetos previos, pruebas de paletas de color, incluso de puntadas, para que al intervenir la fotografía tenga muy claro lo que voy a bordar. Es un proceso con más trabajo previo y reflexión, más lento y laborioso.

Imagen de Maite Ortega

¿Cuál es el mayor beneficio de trabajar con el collage?

En mi opinión, es una técnica muy rica, te permite crear partiendo de elementos anteriores que al mezclarse dan lugar a una imagen nueva. Es además una manera de reutilizar y reciclar papeles y materiales que ya existen, dándoles también una nueva simbología. Cuando doy con conexiones entre papeles de diferentes revistas que no tienen nada que ver, con motivos o dibujos que encajan entre sí, es como un descubrimiento que estaba esperando a que llegase su momento de encontrarse.

Impartes talleres de bordado en tu estudio en Malasaña ¿de dónde viene la pasión por esta técnica?  

Siempre me ha llamado la atención el hilo, desde pequeña me encantaba ver las cajas de coser y todas esas bobinas de colores, pero nunca llegué a aprender ninguna técnica concreta. Fui experimentando un poco con la costura de manera autodidacta hasta que cuando llegué a Madrid en 2013 me apunté a clases de bordado tradicional. Me fascina que con un material aparentemente tan sencillo y cotidiano se puedan crear tantas maravillas, la manera en la que se prepara el hilo, se coloca, se enlaza… es una forma de dibujar y pintar añadiendo una simbología enorme, y se convierte además en un proceso personal de autoconocimiento súper interesante.

¿Podrías desvelarnos en que estás trabajando ahora?

Además de preparar nuevos talleres y actividades, estoy empezando a organizar la exposición que tendrá lugar el año que viene en la galería Alalimón de Barcelona, fruto del premio que recibí de la exposición online ‘Las Resilientes. MEMORIAS IMBORRABLES’. Algunas de las piezas que seguramente formarán parte de esta muestra son las que componen mi serie de fotografías bordadas de mujeres protegidas por la naturaleza, en la que sigo trabajando desde 2015.

Imágenes de Maite Ortega