tRASHY CLOTHING: moda satírica para contar la historia de Palestina

23 / 12 / 2020
POR David Alarcón

Tras dos ediciones al frente de la Cyber Fashion Week, la firma se sumerge en la danza del vientre – y sus estigmas- en su colección otoño-invierno 2020. Hablamos con ellos.

tRASHY CLOTHING otoño-invierno 2020

“Queremos poner a Palestina en el radar” enuncian rotundamente los directores creativos de tRASHY CLOTHING, Shukri Lawrence y Omar Braika, a la vez que reconocen saber cómo lograr su propósito. Y es que la firma de moda independiente, surgida en 2017 en una región marcada por los conflictos de carácter religioso y territorial, apuesta por desvincularse del inamovible sistema imperante con una clara intención: expandir el abanico de posibilidades. “Somos la llamada de atención al sector para comenzar a mirar más allá de la burbuja”, comentan. ¿Su solución? Una visión política de la moda en la que la historia tiende la mano a la reivindicación y los nuevos formatos.

Hace unos meses y en plena pandemia mundial, nos hacíamos eco de la primera edición de la Cyber Fashion Week. Un revolucionaria propuesta concebida como “la primera semana de la moda íntegramente digital” surgida ante la imposibilidad de celebrar desfiles y presentaciones físicas. Detrás del evento que invitó a participar a 12 diseñadores de los cinco continentes, además de acoger performances y actuaciones -entre ellas, un DJ set a cargo de Pussy Riot– se encontraba tRASHY CLOTHING. “El objetivo de Cyber ​​Fashion Week era conectar a los creativos de todo el mundo y encontrar nuevas soluciones e ideas para producir trabajos de forma digital”, explican sus creadores, para quienes la adaptación ya forma parte de su imaginario creativo. “Como marca palestina, se nos imponen infinitas limitaciones y restricciones que nos llevan a buscar siempre un plan B en cada proyecto que hacemos”.

Ahora, tres meses después de haber celebrado la segunda edición de su particular semana de la moda, la firma presenta su colección otoño-invierno 2020. Una propuesta en colaboración con el artista iraní Hushidar Mortezaie en la que exploran los estigmas sociales aún vigentes hacia la danza del vientre en Oriente Medio. “Queremos devolver la inocencia a esta forma de arte, partiendo de la premisa «mi cuerpo no es libertinaje, tus ojos sí lo son»’, comenta el tándem creativo. Además de haber fotografiado la campaña en el Mar Muerto, tRASHY CLOTHING ha creado un enclave seguro libre de estereotipos y amenazas demostrando una vez más que la moda puede -y debe- trascender la estética.

Hablamos con Shrukri Lawrence y Omar Braika para conocer todos los detalles de su nueva colección y saber qué balance hacen de la Cyber Fashion Week.

“tRASHY CLOTHING es una marca de moda prêt-à-porter palestina. Satírica, política y queer”, leemos en vuestro manifiesto. ¿Cuándo y cómo surgió el proyecto?

tRASHY CLOTHING comenzó en 2017 como un proyecto artístico de contrabando de grandes marcas, en el que mezclábamos sus logotipos con símbolos y motivos de Oriente Medio para luchar contra los estigmas árabes a la vez que nos cuestionábamos la fantasía del sector lujo. Ahora, ya convertida en una marca sin género en toda regla, tRASHY continúa utilizando la sátira para abordar los estereotipos y contar la historia de Palestina a través de una estética kitsch característica. Al contradecirnos participando como marca satírica en la industria de la moda de lujo y la ropa urbana, somos la llamada de atención del sector para comenzar a mirar más allá de la burbuja.

¿Quiénes estáis detrás de la marca?

Omar Braika y yo, Shrukri Lawrence, asumimos la dirección creativa de la marca.

¿Qué mensaje queréis enviar al mundo a través de tRASHY CLOTHING?

Queremos poner a Palestina en el radar.

¿Sobre qué valores se construye vuestro discurso? ¿Creéis que la moda está intrínsecamente ligada a la política?

Todo es político. La política nunca se puede evitar porque es parte de nuestra vida diaria, ya sea en el arte o en las noticias. Diseñamos y creamos basándonos en nuestras vidas personales, y siendo palestinos, puede verse como algo sumamente político, lo cual no nos importa. Si nuestras vidas son políticas, ¡también lo es el aire que respiramos!

Decidisteis crear la Cyber ​​Fashion Week después de veros obligados a cancelar el desfile que teníais previsto en Islandia a consecuencia de la pandemia. Un formato revolucionario que vio la luz en mayo y en el que participaron diseñadores de Nueva York, Londres o Jordania, entre otros muchos.

Entendimos que el obstáculo de la pandemia era otra cosa a la que debíamos adaptarnos. Como marca palestina, se nos imponen infinitas limitaciones y restricciones que nos llevan a buscar siempre un plan B en cada proyecto que hacemos. La cancelación del show de Islandia nos empujó a buscar un formato alternativo que tuviera sentido con lo que representamos, que es usar el poder de Internet para romper fronteras. El objetivo de Cyber ​​Fashion Week era conectar a los creativos de todo el mundo y encontrar nuevas soluciones e ideas para producir trabajos de forma digital. Pudimos invitar a unirse a unos 50 creativos el año pasado, desde diseñadores y modelos, hasta artistas 3D y músicos. Fue una manera perfecta de conectar y conocer gente a través del arte.

Además de conducir y organizar el evento, vosotros también participasteis activamente en la semana de la moda virtual mostrando vuestros diseños. Incluso les pedisteis a vuestros clientes que fueran parte del acontecimiento enviando una serie de escaneos. ¿Qué pretendíais conseguir con esta acción?

¡Queríamos que nuestros clientes fueran un modelo para nosotros porque son a quienes la marca se dirige! Cuando comenzamos a trabajar en la pasarela virtual, enviamos un mensaje directo a nuestros clientes pidiéndoles que nos enviaran escaneos en 3D de ellos mismos desde sus teléfonos, y los sorprendimos con un video animado en el que ellos mismos caminaban en nuestro desfile. Fue una sinergia muy bonita.

En septiembre celebrasteis la segunda edición de la Cyber ​​Fashion Week, invitando a marcas como La Come Di o Noura Tafeche y artistas como Patshuro. ¿Qué cambios advertís respecto a la primera convocatoria?

En la segunda edición optamos por una convocatoria abierta, y fuimos nosotros quienes recibimos las solicitudes en lugar de contactar personalmente a los diseñadores. Fue genial poder llegar a un nuevo grupo de creativos y aprender más sobre su trabajo a través del proceso de solicitud. Debido a la gran cantidad de candidaturas que recibimos, mostramos el trabajo de 24 creativos diferenciando entre estudiantes y marcas establecidas. Todos pudieron mostrar su obra a la vez que establecieron contacto con otros creativos para, con suerte, expandir sus trabajos en un futuro. La comunidad de Cyber Fashion Week creció con la segunda edición, y esperamos que el espíritu colaborativo siga ampliándose a través de diferentes formatos en las próximas temporadas.

Ahora presentáis vuestra colección otoño-invierno 2020 en colaboración con el artista multidisciplinar Hushidar Mortezaie, en la que exploráis el estigma hacia la danza del vientre en Oriente Medio.

La colección AW20 inspirada en la danza del vientre explora un espacio físico o mental seguro para la autoexpresión, el cual hemos bautizado como Club Sultana. Queríamos reclamar la sexualización de los cuerpos de las bailarinas de danza del vientre y devolver la inocencia a esta forma de arte, partiendo de la premisa «mi cuerpo no es libertinaje, tus ojos sí lo son». Las piezas están inspiradas en un documental titulado «At Night They Dance», que sigue la vida cotidiana de una familia de danza del vientre en Egipto. Existe un gran estigma sobre las bailarinas de danza del vientre en Oriente Medio que queríamos cuestionar.

Asociarnos con Hushidar Mortezaie fue un sueño, ya que es un diseñador icónico sumamente talentoso que nos ha enseñado mucho durante nuestra fase de investigación. Nos ha empujado a crear una de nuestras mejores colecciones hasta el momento, y mientras investigábamos, no dejábamos de compartir referencias. Poder colaborar con un diseñador tan inspirador para abordar el tema de la danza del vientre, teniendo en cuenta que tanto en Irán como en Palestina querer dedicarse a esa profesión es cada vez menos frecuente, fue un escape necesario para los dos. Al final, lo que estamos tratando de comunicar es que la gente siga sus pasiones sin juicio alguno.

Habéis fotografiado la campaña en el Mar Muerto. ¿Qué os ha llevado a optar por esta localización?

La ubicación encarnaba el espacio seguro utópico que teníamos en mente para Club Sultana. El club es una metáfora de un espacio libre de amenazas y peligros, y Sultana es el poder femenino que gobierna el espacio. Descubrimos que había un estanque rosa en el Mar Muerto, ¡el lugar perfecto para encarnar esa metáfora!

¿Cómo creéis que evolucionará la industria de la moda en los próximos años?

Habrá más oportunidades para los creativos de todo el mundo debido al cambio digital que estamos viviendo actualmente. Los talentos se descubrirán más fácilmente que antes, y las colaboraciones no estarán sujetas a restricciones de movilidad gracias a las nuevas tecnologías. Con suerte, se abrirán más puertas para las personas que tengan obstáculos que superar.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos? ¿Estáis trabajando en una nueva edición de Cyber ​​Fashion Week?

Actualmente nos estamos preparando para lanzar el cortometraje AW20 Club Sultana protagonizado por Salma Malhas. Esperamos que pueda ver la luz a principios de 2021. También estamos diseñando la próxima colección SS21, la cual mostrará una nueva faceta de tRASHY;  una muy capitalista. ¡Eso es todo lo que podemos decir por el momento!

Créditos:

Fotografía: Omar Braika

Estilismo: Shukri Lawrence

MUAH: Nour

Modelxs: Petra Mubarak & Marvin