6 mujeres mecenas que definieron nuestra percepción del arte 

09 / 09 / 2019
POR Alegría Olmeda

De Livia Drusila a Georgia O’Keeffe. En una sociedad patriarcal donde se sentían excluidas, ellas fueron quienes moldearon el curso de la historia del arte.

Georgia O’Keeffe/ Gertrude Stein

Los que son capaces de conectar al gusto estético con el poder son, sin dudas, los mecenas. Comprando pinturas y esculturas, los coleccionistas pasan a tener el papel de influyentes y a apoyar las carreras de los artistas.

Igual que en la mayoría de los aspectos que implican liderazgo tradicional, durante milenios, la sociedad patriarcal ha excluido a las mujeres. Como mecenas de las artes, ellas han podido asomar un poco de manera creativa, aunque no ocupando el papel protagonista. 

Como apuntaba la revista Artsy en su recopilación de mujeres mecenas de la historia, «las mujeres han moldeado el curso de la historia del arte». Muchas han sido las que que se han sentido atraídas por oportunidades de ese tipo, las que el arte brindaba en épocas en las que la mujer tenía acceso limitado a la educación. 

Aquí, algunas de las mecenas de la historia y de todo el mundo que han cambiado la forma en la que percibimos el arte.

 

Livia Drusila (58 a.C)

En el antiguo Imperio Romano, las estatuas, los retratos y las monedas eran los mejores indicios de la identidad de un gobernante. Livia, la esposa del primer emperador de la república, Augusto, usó estos medios a su favor. 

Interesada en codificar un ideal tradicionalmente femenino para las emperatrices romanas y la nobleza en general, se inspiró en las estatuas que representan a las diosas griegas clásicas y las reinas helenísticas para alinearse con los valores de la «edad de oro». 

A diferencia de Cleopatra, su predecesora en Egipto, Livia comunicó la virtudes a través de una imagen austera que favorecía la modestia y la simplicidad. 

 

Isabella Stewart Gardner (1840–1924)

John Singer Sargent by Isabella Stewart Gardner, 1888

Fue la fundadora del Isabella Stewart Gardner Museum, que llevó maestras obras de arte europeas a su querida ciudad natal de Boston. 

Su colección incluye, por ejemplo, un autorretrato de Rembrandt van Rijn y Titian’s Rape of Europa (1562). Gardner también fue patrocinadora del retratista estadounidense John Singer Sargent. Lejos de acomodarse en la pintura europea, la mecenas añadió a su colección piezas de arte asiático e islámico, que, en un movimiento inusual, exhibió al lado de obras occidentales.

Gertrude Stein

Gertrude Stein y un retrato de Picasso por Man Ray, 1922

Tras renunciar a sus estudios de medicina, Gertrude Stein se instala en París junto a su hermano Leo en otoño de 1903. Leo se había mudado a la capital por su amor por el arte. Gracias al dinero que les hizo poseer su hermano mayor Michael, los tres se hicieron con una pequeña fortuna que invirtieron en obras de arte de -hasta entonces poco valorados- Cézanne, Matisse, Renoir, Picasso y Juan Gris. Su apartamento en el n º27 de la rue de Fleurus, se puede considerar el primer “museo” de arte moderno.

 

Louise Élisabeth Vigée Le Brun

Retrato de Tatiana Borisnova Potemkina por Louise Élisabeth Vigée-Le Brun (1820)

Fue la retratista personal de María Antonieta. Todavía hoy, el legado artístico de Vigée Le Brun no es simplemente un recuerdo. Al ser bastante famosa en su época, su estilo característico, su pasión y su estilo fueron capaces de influenciar a las personas alrededor del mundo durante y después de su vida.

 

Marianne North

Nepenthes northiana by Marianne North

Marianne North (1830-1890) fue una bióloga y artista botánica que pintó principalmente durante la época victoriana. Cuando murió su padre, con quien viajó para estudiar y pintar las plantas, emprendió sola su camino a través de selvas para acumular pinturas con especies del mundo natural.

Su trabajo, sirve todavía hoy como recurso importante para estudiar el mundo natural y aportó en su día una gran referencia para la biología.

Georgia O’Keeffe

Es difícil concebir el imaginario del sudoeste americano, o las flores abstractas, sin las pinturas de Georgia O’Keeffe (1887-1986). Insatisfecha con su trabajo de estilo mimético, decidió dejar de aspirar a una carrera como artista.

Fue entonces cuando, para alejarse del realismo y experimentar con abstracciones del mundo que la rodeaba, empezó a experimentar. O’Keeffe  es conocida como una de las primeras artistas americanas en distanciarse del estilo realista y anunciar una nueva era del arte estadounidense: la abstracción pura.