La nueva campaña de Balenciaga cambia los sombreros y las medias por botas de licra, trasladando al espectador a un cabaret sinfín.
Harley Weir, fotógrafa de otras campañas como las de McQ Alexander McQueen o Calvin Klein, ha sido la encargada de retratar el nuevo universo que Balenciaga trae este 2017, y lo ha hecho inspirándose en la escena cabaretera. Y es que la colección SS17 de Demna Gvasalia para Balenciaga es sinónimo de una cosa: licra. Este tejido ya aparecía en colecciones anteriores, pero sin duda es ahora cuando toma todo el protagonismo, creando una íntima relación entre costura y fetichismo.
«Esta colección da un salto teórico, aprovechando las posibilidades de la licra» dice la nota de prensa. Y en efecto, con este fetichismo en mente sólo existía una alternativa posible para la campaña de la colección: la sexualidad de la fotografía de Harley Weir. Además, la fotógrafa conoce bien la nueva era Balenciaga y ha recurrido a tres de las renovadas musas de la casa para la campaña: Grace Bol, Shujing Zhou y Eliza Douglas, quienes también desfilaron esta temporada para la firma.
En las imágenes aparecen enfundadas las ya emblemáticas medias-bota Balenciaga, combinadas con las nuevas prendas que la colección propone para este año, en un estilismo creado por Lotta Volkova, quien trabaja con Demna desde hace tiempo, comenzando en Vetements y ahora en Balenciaga.
El debut de esta campaña llega una semana antes de la semana de la moda masculina de París, donde, como añadido, Gvasalia presentará su segunda colección masculina para Balenciaga.
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