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Ahora que Cara Delevigne ha abandonado las pasarelas, la industria necesita nuevos modelos (y víctimas). Las cejas, esos arcos que enmarcan el espejo del alma, siguen siendo el foco de atención. Según la temporada se imponen finas y disciplinadas o, por el contrario, bien nutridas y silvestres, pero siempre son objeto de mercado. Y ahora, más que nunca, del masculino.
@jonkortajarena__
Y parece que hay demanda porque ya empieza a verse la oferta. Por ejemplo, Boy Brow, un producto de glossier que, dicen, «se inspiró en la antigua cera de bigote que utilizan los hombres para domar su pelo facial».
@mario__casas
Por lo visto piensan matar dos pájaros de un tiro porque es la ceja masculina, recta y menos curvilínea, la que pretenden imponernos a las mujeres como tendencia a seguir. Paradigmas femeninos de este ‘no arch brow’ son Emma Watson, Victoria Beckham, Natalie Portman o Miranda Kerr.
La presencia de la moda sin género en las pasarelas y en la publicidad parece traer nuevos aires de libertad de expresión, de inclusión e interseccionalidad. Pero también podría ser la gran estrategia de un marketing que tal vez ha descubierto que, si permite a los chicos cuidarse tanto como las chicas, podrá venderles tanto como a ellas.
