Food Fashion: Entrevista a Veronika Vidø

12 / 05 / 2018
POR Kike Adela

La gastronomía está de moda, y las artes interdiciplinares también. En #veinfood nos encanta comer, beber y cocinar, pero también conocer sobre cualquier proyecto relacionado con la comida y el infinitio universo culinario. Esta semana, entrevisto a Veronika Vidø sobre su último trabajo «Lifted to the Mouth», para descubir cómo es eso de ser un artista interdisciplinar y lanzar una publicación autoeditada.

¿Quién es Veronika Videø?
Veronika es una chica que se crió en Copenhague, rodeada constantemente de fotografía. Mis padres son ambos artistas y tuve mi primera cámara a los 8 años, es el objeto que siempre guardo en el bolsillo.

¿Cómo ha sido tu camino en el mundo de la fotografía?

Empecé estudiando foto en Dinamarca, pero los cursos allí no eran lo que esperaba: En mi última experiencia, la dirección del estudio era extramadamente nóridica-clásica, que sigue la línea del más es menos. En concreto, tuve un profesor que era una figura imporante en la escena fotográfica en Copenhague, y era un fanático del sentimiento del blanco y negro, encontrar el momento verdadero, etc. Por suerte al mudarme a Ámsterdam encontré justo lo contrario, y tras mi primer año general empecé en el departamento de moda. No duré mucho porque muy técnico y no me llevaba bien con la máquina de coser y aunque me gustaba, echaba de menos la maleabilidad de la fotografía; poder usar photoshop, o simplemente la ilumiación, la creación de un set…

¿Cómo influyó ese paso por los estudios de moda en tus fotos?
Quizás lo que más se tradujo fué el «modus operandi». En moda se necesita mucha estructura, relizar una prenda o diseñar una colección requieren de muchísmo tiempo y organizarse bien es elemental, por el contrario en fotografía un click de 1/2 segundo puede siginificar un trabajo acabado. Por ese motivo la fotografía suele ser mucho más solitaria y en moda necesitas de un equipo para trabajar en colaboración y poder conseguir los objetivos.

¿Qué te empujó a iniciar esa dirección y cuándo decidste dejarla?
Me considero una persona polifacética y no soporto trabajar únicamente con la cámara o sentada horas y horas editando en el ordenador, quiero tocar y porbar de todo, trabajar con mis manos. Me llevó un tiempo darme cuenta de que puedo combianar mis facetas y hacer un batiburrilo interesante, trabajar con diferentes medios, y de ahí que probara diferentes departamentos de antemano.

¿Qué riesgos supone ser interdisciplinar?
Muchas veces no es una decisión, sinó una necesidad. Intentar abarcar tanto como puedas puede ser difícil y a menudo supone perderse. La clave está en aceptar ese sentimiento y no tener miedo a explorar más lejos. Yo empecé con fotografía, probé moda y ahora mis intereses continúan creciendo; performance, editorial, set design… Si eres multidisciplinar los problemas y las dudas nunca acaban pero tampoco los beneficios y hay que aprender a disfrutar ambas partes.

¿Cómo llegó el tema «food» a tus imágenes? 
En esta serie «Lifted to the Mouth», el punto de salida era muy claro; Las herramientas de cocina como armas o su alienación una vez fuera del espacio que es la cocina. El valor estético de estos objectos me interesa, así como algo tan sencillo como el ritual de sentarse a comer o cenar. En el resto de mis trabajos también me interesa la fisicalidad de los cuerpos, sobretodo los femeninios. La comida sea quizás el elemento más fuertemente relacionado con cómo nos vemos, tanto dentro como fuera, algo que consumimos y nos transforma.

Además de fotografía, has creado una publicación llamada «Sauce». ¿Cómo surgió el proyecto?
En algún momento me di cuenta de me encanta empezar «cosas» y que se me da bastante bien. También disfruto de unir a gente con diferentes diciplinas y recibir aportaciones de campos que desconozco. Sauce era la excusa perfecta para dar cabida a todo esto además de un formato genial para exponer mi trabajo. Al cambiar de departamento, seguía faltanto algo y crear la revista dio pie a colaborar entre departamentos e ir inclusó más allá del 2d. Ahora Sauce es una publicación sobre moda, pero también organizamos una exposición con cada edición y transformamos una trabajo en papel en experiencia tridimensional.

¿Porqué el nombre Sauce?
El nombre surgió a través de una amiga cuando intentaba describir mi trabajo; Mis fotos tienen una pátina brillante, resbaladiza y saturada, son algo teatrales y intento que resulten sabrosas. La salsa es fluida, grasienta, líquida… Da un toque extra de sabor y parecía una plabra acertada para mi trabajo y que explica bien el concepto de fluidez e colaboración que hay detrás de la revista.

Si tuvieras que dar 3 consejos a quién quiere empezar un proyecto como «Sauce», ¿cuáles serían?
Quizás suene empalagoso, pero lo primero es pensar; ¿Porqué no sería posible? Si tienes un concepto claro, puedes convencer a cualquiera y creerán en ti y en tu trabajo. No dudes de tus ideas y lucha por lo que quieres conseguir.

Con eso en mente también hay que confiar en los demás. Rodéate de gente con la que puedas contar y aprende a delegar y a trabajar en equipo, un proyecto como «Sauce» no sería posible sin el trabajo en común, la colaboración…

Por último, organización y estructra: Hay que trabajar mucho y trabajar organizados, reunirse semanalmente y discutir el proyecto a menudo, para que pueda avanzar y no se desmorone el colectivo. Trabajar en equipo puede ser genial y muy creativo, pero requiere de organización y una dedicación especial.

 

#VeinFood