Inclusividad: una asignatura pendiente en la industria de la moda

11 / 08 / 2020
POR Pilar Ramón

Los datos muestran que la comunidad negra sigue estando poco representada en el sector.

 Modelos en Nueva York de Getty

Tras las protestas durante los pasados meses a favor del movimiento ‘Black Lives Matter’ se han intensificado los discursos antirracistas. A pesar de que algunas de las personas y empresas más relevantes en la industria de la moda se han pronunciado al respecto parece que han olvidado hacer referencia a las dos causas que más atañen al racismo institucionalizado: el acceso y la equidad.

Una de las características principales en el mundo de la moda es la exclusividad – desde la cultura VIP del front row al nepotismo y falta de transparencia alrededor de los procesos de reclutamiento y oportunidades en el sector – por lo tanto, es común que la mayoría pensemos que la meritocracia es el motor conductor de la industria, idea que destruye el informe ‘Panic! Social Class, Taste and Inequalities in the Creative Industries’.

Imagen de Mike Coppola/Getty para  NYFW: The Shows

En dicho informe son los datos quienes incuestionablemente muestran que la comunidad negra está poco representada. Las industrias creativas no son diversas en cuanto a la etnia, por ejemplo, y no se hacen distinciones entre las diferentes comunidades. Y aunque las universidades muestran datos sobre estudiantes negros, asiáticos y minorías étnicas muy alentadores, al desglosarlos, lo cierto es que la mayoría de estos son estudiantes internacionales asiáticos que pagan altas tasas por acceder a esos programas educativos.

Otro punto destacable es el marketing de influencers, vemos que la comunidad negra no tiene a penas representación. Muy conocido fue el año pasado el caso de Dior, durante el lanzamiento del modelo Montaigne 30, donde solo contó con dos influencers de una etnia diferente; o el viaje que Hugo Boss organizó a Lisboa, donde todos los influencers que acudieron eran blancos.

Imagen de Tolu Coker

También podemos mencionar la diversidad racial en los desfiles, y es que como muestra el último informe de Fashion Spot, durante las pasarelas de las colecciones de otoño 2020 la representación disminuyó un 1% con respecto a la temporada pasada – aunque si es cierto que es el segundo mejor dato que se puede encontrar desde que en 2015 se comenzaron a grabar estos datos – con un 40,6% de las modelos en Nueva York siendo de diferentes etnias.

La equidad inclusiva como el diseñador Tolu Coker admite “debe ser ejecutada mediante políticas gubernamentales”, pero está en nuestra mano el hacer una llamada a la acción para que la moda consiga dar ese paso final hacia la inclusividad y no vuelva a retroceder en lo ya conseguido. Este cambio, por lo tanto, debe empezar con la educación.