La condesa de Castiglione, antecedente de la fotografía de moda

14 / 01 / 2021
POR Nerea Sánchez

La Reina de la Noche, la reina de Etruria o la de corazones. Espía para la unificación de Italia, Virginia Oldoini recreó estos y otros personajes en un conjunto fotográfico de más de 500 instantáneas. 

Virginia Oldoini como la reina de Etruria. Imagen vía: The Metropolitan Museum of Art.

Virginia Oldoini fue una mujer de familia noble que se convirtió en condesa de Castiglione a los 17 años, a través de su matrimonio con el conde. Sin embargo, su personalidad extravagante, artística y su comportamiento indecente para la época la alejó de una vida insustancial. Durante 40 años, desde 1856 hasta 1895, Oldoini trabajó mano a mano con el fotógrafo Pierre-Louis Pierson. Él la fotografiaba, pero ella se ocupaba de la elección de la escenografía, el vestuario, las poses e incluso el ángulo de cada foto.

Virginia Oldoini como la reina de corazones. Imagen vía: The Metropolitan Museum of Art.

A mediados del siglo XIX, la fotografía se pone de moda en las principales capitales europeas. Oldoini, obsesionada con su imagen y su gran belleza, contrata a este fotógrafo para que la retrate, pero le da a la fotografía una vuelta de tuerca. Decide interpretar a personajes teatrales e históricos y, una vez hechas las fotos, colorea algunas de ellas para incrementar su belleza. Desde su casa en la plaza Vendôme de París, manda estas fotografías a sus amantes e incluso a su exmarido, el conde, al que dedica la foto ‘La venganza’, en la que sostiene un puñal.

Juego de Locura, retrato fotográfico por Pierre-Louis

Pero ¿qué la lleva hasta París? Su primo era el conde de Cavour y primer ministro del rey Vittorio Emanuele II. Además, era conocedor del furor que Virginia despertaba entre los hombres. Por ello, la envía como espía a Francia con la intención de que se convierta en amante de Napoleón III. De este modo, influyó en el emperador para que apoyase la unificación de Italia y se enfrentara al Imperio austro-húngaro, contrario a esta.

Virginia Oldoini como Ana Bolena. Imagen vía: The Metropolitan Museum of Art.

Tras dos años de relación, Napoleón III descubre que su amante es en realidad una espía. Oldoini es expulsada de Francia y el matrimonio de Castiglione se divorcia ante tal escándalo. Aun así, Virginia Oldoini logra volver a París en 1861. Allí seguirá con sus amantes y sus fotografías. Destaca de estas su carácter performativo y artístico -prueba de ello es que se encuentran en la colección del MET de Nueva York-, pero también que son consideradas antecedente de la fotografía de las revistas de moda.

Foto de los pies de Virginia Oldoini. Imagen vía: The Metropolitan Museum of Art.

Esta mujer, que fue una adelantada a su tiempo y que se atrevió a mostrar sus piernas y pies -algo impensable para la época-, cayó en depresión al no soportar ver cómo envejecía. Tapó todos los espejos de su casa, dejó de salir a la calle y la gente empezó a llamarla ‘la loca de la plaza de Vendôme’. Sus antiguos amantes la abandonaron y murió en soledad.

Virginia Oldoini como la Reina de la Noche. Imagen vía: The Metropolitan Museum of Art.

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